Esta historia llego a mis oídos por el sereno de un antiguo colegio salesiano (Silvio), este hombre de 74 años vivió en carne propia esta experiencia hace unos 60 años..
Era jueves, la lluvia caía como cristales y las copas de los arboles se movían intensamente para todos lados. Los alumnos del colegio llamado «Don Bosco» que transitaban 4 año, se quedaban a dormir en la escuela, ya que una parte de dicha institución poseía habitaciones y un gran comedor donde pasaban toda la noche hasta la tarde del siguiente día. Los chicos entre gritos y risas se agruparon en el parque que tenia la escuela y acataron las ordenes de su director y rector acerca de que se podía hacer y que cosas no. Los niños emprendieron la caminata hacia las habitaciones encabezados por los dos directivos de la institución; primero les mostraron el gran comedor con todas sus instalaciones y minutos mas tarde pasaron al largo pasillo que estaba invadido de habitaciones.
Carlos, y sus dos amigos Daniel y Silvio, tenían previamente adjudicada La habitación Nº4, la cual se encontraba al final del pasillo del lado izquierdo.Era la ultima puerta y lo llamativo era que a comparación de las demás puertas, esta no estaba simétricamente separada de las demás como si la estaban las otras, esta habitación estaba mas alejada.
Carlos fue hasta la puerta escoltado por sus dos amigos, y al girar el picaporte se dio cuenta que estaba cerrada. Al instante se acerco a paso ligero el rector el cual le dijo de manera nerviosa que esa habitación estaba inhabilitada por la que tendría que utilizar la habitación 19.Estas palabras llamaron poderosamente la atención de Carlos el cual giro rápidamente y le lanzo una mirada sospechosa a su amigo Silvio, este ultimo tomo por la espalda a su otro amigo Daniel como empujándolo en la dirección en la que se encontraba la habitación 19.Al llegar, los tres dejaron sus bolsos arriba de sus respectivas camas y dialogaron sobre la actitud del Rector, a Daniel le parecía que sus dos amigos estaban obsesionados con la actitud del directivo y que seguramente estaba en reparación la habitación Nº4. Los amigos salieron al escuchar la voz de una amiga que pedía que salgan porque iban a reunirse en el comedor. Alrededor de 45 niños había y todos se sentaron a desayunar.Seguido a esto, estuvieron toda la tarde haciendo juegos relacionados a la religión, también a la superación de problemas en el grupo escolar y por ultimo mejorar la relación de compañerismo. En ese transcurso Silvio observo detenidamente al Rector ya que este iba y venia y se lo notaba apurado y acalorado, como si estuviera ocultando algo. El rector se llamaba Ernesto y hacia mucho tiempo que estaba en el colegio, de hecho el fue uno de los pensadores de hacer ese pequeño complejo para que fueran los niños del colegio, tenia 50 años era alto, corpulento y siempre llevaba traje gris con zapatos negros muy brillosos.
Ya eran las 19:30, estaba oscuro, seguía la lluvia intensamente y el cielo parecía cada vez mas amenazador. Entre risas Silvio pudo escapar de la reunión del comedor y siguió al rector, subió los escalones despacio y se oculto detrás de una planta que había en una esquina, lo siguió con la vista y lo vio al directivo sacar una llave y entrar a la habitación que a el y a sus amigos les habían negado la entrada, la habitación Nº4. El chico observo que Ernesto acomodaba algo, no era algo pequeño, tenia consistencia. Silvio cerro los ojos como para afinar la vista y pudo ver un brazo, y parecía de niño y mas grave todavía, era de Mariano Utscher, un compañero del curso el cual no lo veía desde cuando estaban en el parque esperando a entrar. Silvio soltó un grito muy bajo y bajo, se sentó al lado de Carlos y nervioso le contó todo. Daniel que estaba al lado, le decía en tono de susto a Silvio que lo que había visto el había sido un error y que tal vez se había dejado llevar por el lugar y la situación. Silvio negaba la suposición de su amigo, y este ultimo nervioso se levanto y se dirigió al pasillo de las habitaciones; sus amigos lo agarraron pero intervino el Director y los separo, al separarlos Daniel le dijo al directivo que iba al baño. Al subir, Daniel tomo el camino de las habitaciones y vio al rector apoyado en el marco de la habitación 4 tomándose la frente. El adolescente camino esos 20 metros que había de distancia de forma tranquila pero a la vez nervioso. El rector sintió la respiración de alguien y lentamente se dio vuelta, este estaba manchado de sangre por todos lados, su corbata estaba repleta de sangre coagulada y sus manos eran todas rojas donde convivían cortes y hematomas. Sin mediar palabras el rector le inserto una cuchilla en la garganta a Daniel causándole una cortadura profunda en su yugular, al instante lo alzo y lo tiro adentro de la habitación y este salio apasiguadamente. Pasaron 10 minutos, y Ernesto bajo, dijo en voz alta que el chico que había subido se sentía con nauseas y vómitos y que se encargo de llamar al padre que ya venia a buscarlo. Silvio y Carlos se miraron desconcertadamente y observaron con atención al rector y no pudieron ver nada sospechoso.
Habia llegado la hora de dormir. Carlos junto con Silvio fue a preguntarle a Ernesto donde estaba Daniel, el adulto rápidamente contesto que estaba en el cuarto suyo que lo estaba cuidando y en breve llegaría su padre. Sivio y Carlos caminaron hasta entrar en su habitación, estuvieron hablando de las actitudes del rector y su comportamiento raro. A las 23:00 toco la puerta de la habitación el director y le pidió a Carlos que le diera el bolso de Daniel ya que había venido la madre a buscarlo, Carlos pregunto por la salud de su amigo pero lo que obtuvo como respuesta fue un simple «el esta bien, no se preocupen. Duérmanse ya es tardísimo». Al otro día la lluvia ya había cesado, pero el viento no de hecho había una marcada capa de neblina . Los dos amigos se levantaron, se vistieron hicieron las camas y bajaron a desayunar. Al acabar, tomaron sus bolsos y los dejaron en la entrada, ya llegaría el micro que los dejaría en sus casas a cada uno. Carlos subió de manera sigilosa al pasillo y ya estaba todo oscuro, solo se veía una luz que provenía de la habitación que en un principio les iba a tocar, la Nº4. El muchacho se acerco hasta la puerta rápido y tuvo que ver dos veces la puerta porque algo le llamaba la atención hasta que se dio cuenta que era; la habitación que solía tener el numero 4 arriba, ahora tenia el 5, al darse vuelta lo ultimo que vio fue una cuchilla introducirse en su estomago y una cara conocida totalmente desquiciada que le clavaba los ojos y lo empujaba hacia adentro de la habitación. Carlos murió sabiendo quien era el asesino, aquel que lucia su traje gris con zapatos impecables.Se dice que despues del accidente, se podia observar que la habitacion que en un principio decia Nº4 ahora tenia el numero 6…
4 comentarios
me gusto, muy buena amigo, sigue haciendo mas!
algo revoltosa miren un pedazo:
Carlos junto con Silvio fue a preguntarle a Ernesto donde estaba Daniel,
WTF?
Buena
muy buena