Mi novio me había invitado esa noche de viernes, a ir a la carretera, ya habíamos ido a muchas partes y queríamos probar algo nuevo. Un día antes cumplimos 4 meses de novios, ese día sería el día 1 después de los 4 meses. Obviamente acepté su propuesta y salimos esa noche, El iba conduciendo por la carretera, y de pronto se escucho algo en la radio que me dejo horrorizada.. ”Una persona se había escapado de un manicomio esa noche, era de los mas peligrosos del lugar, decían que siempre hablaba solo y reía sin cuestión alguna con una risa indescriptible y macabra, y avisaban a la gente que se quedaran en sus casas y cerraran bien las puertas..” Yo solo mire a mi novio con cara de asustada y el me dijo ”Amor, vamos! no pasara nada, sabes que yo estoy contigo y no dejaría que alguien te hiciera daño.” Reaccione de manera tranquila, pero en el fondo algo me decía que algo andaba mal, pero yo solo confié en el..
De pronto, el auto se detuvo, el me miro y se dijo ”El combustible se agoto” El tomo una linterna que tenia en el asiento de atrás, y dijo ”Tendré que ir a buscar ayuda alguna casa que vea o algo..” Yo le dije asustada ”No! no quiero que te vayas, no me quiero quedar sola aquí” El solo sonrió y dijo ”Bueno amor, como quieras, vení, vamos, bajate» fue lo que hice, me bajé del auto y lo corrimos hacia un lado de la carretera para no recibir multas después de que se quede sin gasolina, caminamos por horas, caminamos y caminamos, no encontramos un solo rastro de casas por ahí cerca, hasta que vimos una sombra, pareciera ser una mujer, o no, creo que era un hombre con pelo largo, se acercó hasta donde estábamos y preguntó porque estábamos caminando a esa hora esa noche por esa carretera tan «peligrosa» , así la definió, «peligrosa» , a sus preguntas respondimos que nos habíamos quedado con el auto porque no teníamos gasolina, era muy obvio ya que llevábamos un bidón con nosotros en donde poder cargar la gasolina por la que estuvimos caminando tantos kilómetros, mi novio sospechó que aquel hombre era el mismo hombre que se había escapado de el manicomio y por el cual yo me había estado asustando, pero no dijo nada, porque si hubiera salido de un manicomio llevaría la ropa del mismo, pero este hombre parecía normal, con ropa normal, me lo insinuó cuando íbamos caminando hacia la casa del hombre que parecía de confiar en nosotros y quería creer que mi novio y yo confiábamos en el.
El hombre nos dijo que llegaríamos a su casa en apenas 3 kilómetros más, a esa hora de la noche ya era muy poco caminar para nosotros, habríamos caminado más de 45 kilómetros fácilmente, llegamos a una especie de galpón de madera, entramos y lo que vimos nos horrorizó tanto a mi novio y a mi que quisimos salir corriendo, pero él estaba ahí, no nos dejó pasar, a la puerta la trabó con llave y se la metió en el bolsillo del pantalón que llevaba puesto, dimos la vuelta y mi novio empezó a golpear al hombre fuerte en el estómago, yo estaba en shock, no podía creer lo que estaba viendo, me dió mucho asco y miedo toda la situación por la estaba pasando, frente mío, había un hombre totalmente desnudo, decapitado, estaba mirándome, aunque estuviera muerto, tenía los ojos abiertos y la boca llena de sangre, le habían cortado el cuello de lado a lado, su cuerpo parecía lastimado con garras, parecía haber estado ahí por horas, me dió tanto asco que vomité todo lo que habíamos comprado con mi novio antes de salir a la carretera, mi novio y el hombre seguían forcejeando , hasta que el hombre sacó una navaja de su campera de cuero y la clavó en el ojo de mi novio, con mucha suerte, pude escapar en ese momento por una puerta que estaba atrás de unas sillas que parecían la estaban trabando, salí y comencé a gritar pidiendo ayuda, fue inútil, nadie escuchaba, no había nadie en esa estúpida carretera! volví a entrar en la casa vieja de madera, él seguía acuchillando a mi novio y parecía que eso le daba mucho placer, pude esconderme dentro de un ropero viejo lleno de ropa también vieja, dejé la puerta entreabierta para poder ver lo que ese hombre hacía con el cadáver de mi novio, no podía entender lo que pasaba, estaba llorando, sollozando como una estúpida, pensando en como podía escapar de ahí sin que él me viera o peor; me mate, estuve escondida viendo sus movimientos como por 15 minutos, hasta que decidió dejar el cuerpo de mi novio y comenzó a buscarme, no sabia mi nombre ni yo el de él, en ese momento me pregunté porqué no se lo habíamos preguntado con mi ahora muerto novio, dejé esas estúpidas preguntas sobre el hombre y comencé a llorar, peor de lo que había llorado, miró hacia donde yo estaba, esperando escucharme para venir a matarme, ¿creía que yo era tonta acaso? tapé mi boca con mis manos y pude controlarme, traté de no llorar y salir a querer matar a aquel hombre loco que ya había matado a mi novio, se acercaba cada vez más, paso a paso inclinaba su cabeza hacia un costado, como un loco maniático buscando a su victima, en realidad era eso lo que hacía, buscarme, su próxima presa era yo, se acercó y abrió la puerta del ropero, comencé a gritar y pedir ayuda, otra vez y fue inútil, de ninguna manera alguien me escucharía, de todas formas le pegué en la cara, me clavó un cuchillo en la pierna para que me callara, el mismo con el que había matado a mi novio momentos antes, sólo quedaba hacer lo que él me pidiera, dejarme matar o peor, ser obligada a algo que nunca hubiese echo, me dijo que me arrodillara, lo hice, me agarro del pelo y comenzó a reír, me tiró del pelo hacia arriba, lo miré a los ojos y preguntó con tono extraño -¿Cuál es tu nombre.. preciosa? -A lo que contesté -Judith – con los ojos totalmente llorosos y queriendo escupir a ese estúpido. -¿Judith eh? Lindo nombre para una mujer tan horrible, mi nombre es Ezequiel- Y dije con tono sarcástico -¿Ezequiel eh? lindo nombre para un hombre tan horrible- imitando su voz , hizo un gesto de enojo y me pasó el cuchillo por la cara, cortándome el pómulo, dejando salir mi sangre por primera vez esa noche. -Harás lo que te pida, perra- dijo «Ezequiel» . -¿Qué querés de mi? ¿Por qué no me matas? -Te vas a encargar vos de eso- me respondió.
Me dio el cuchillo y me dijo que comenzara por sus partes íntimas, bajé sus pantalones y lo hice, no quedaba otra salida, era totalmente horrible estar contándole su “Cosa” a la persona con la que eh estado 4 meses y un día, me obligó a ser una asesina, después de eso me pidió que me sacara toda la ropa y muy amargamente lo hice, me dijo que cortara mis dos manos, tomé coraje y pude pasar la cuchilla por mi muñeca haciendo salir una gran cantidad de sangre, me dolía muchísimo aunque al principio no sentí mucho dolor, después vino lo peor, solo terminé de amputar mi mano izquierda cuando giró a mirarme y comenzó a tocarme, él fumaba y me quemó con las cenizas del cigarro en las piernas, apagó un cigarro con mi frente, era un maldito estúpido. En ningún momento dejé de llorar.
Amenazaba con matarme y a mi familia también, nombró a cada de uno de mis hermanos y a mis padres, me dió mucho miedo, ¿como podría saberlo si ah estado encerrado por años en el manicomio? como sea, hice lo que me pidió.
Agarré a mi novio muerto, él también tenía los ojos abiertos como el otro hombre que estaba tirado un poco más a la izquierda de la puerta en dónde estaba yo arrodillada, volviendo a lo que tenía que hacer, miré a mi novio y le dí un beso en su boca, una boca hermosa, con unos labios a los que deseaba por las noches en las que no estábamos juntos, no conocí a su familia porque llevábamos poco tiempo juntos, pero lo quería, y sabía que si yo salía viva esa noche su familia me buscaría y ellos serían los encargados de matarme, lo besé otra vez, pero esta vez en la mejilla, por primera vez le dije «te amo» .. -Te amo – repetí casi gritando, el asesino me tiró del pelo y dijo -hazlo- , agarré el cuchillo del piso y lo hice, le corte el cuello a mi novio de lado a lado, después de gritar, llorar desquisiadamente y maldecir a todo el mundo, el me obligó a llevar su cabeza por la carretera, tuve la esperanza de que alguien me vería con la cabeza de mi novio en la mano y parara a preguntarme que había echo o por lo mínimo acercarse a hospitalizarme debido a toda la sangre que corría por mis mejillas, mi maquillaje corrido y mis pelos que estaban por todas partes debido al frío viento de esa noche, serían cerca de las 4 a.m, cuando me hizo agarrar la cabeza de mi novio y caminó, yo me quedé helada sin saber que seguir haciendo, creí por un momento que iba a irse y me dejaría ahí, como una estúpida con la cabeza decapitada de mi novio, por cierto, se llamaba Iván, continuemos..
Llegó hasta el asfalto de la carretera y dió media vuelta, me miró y dijo -Vamos, camina.. perra- Sin parar de llorar seguí a ese hombre del cual su imagen no borraría jamás de mi cabeza, caminé por horas, otra vez, mis pies sangraban, mis zapatos se rompieron, hasta que vi el auto de mi novio, corrí hacia el auto y quise encenderlo, pero mi noviose había llevado la llave, por lo cual estaría en su bolsillo en la casa del hombre, me había olvidado por completo que tampoco tenía gasolina, estúpida lo sé.
Me agarró otra vez del pelo y hizo que me arrodillara frente a la puerta de atrás del auto, tenía la cabeza de mi novio en mano, la tomó y me hizo darle un ultimo beso, lo besé y empezó a golpear la cabeza contra el auto, mientras que con la otra mano tenía mis pelos llevándolos hacia arriba, empecé a gritar y a retorcerme, en ese entonces apareció alguien gritando «¡Quédese quieto!» según la sombra, parecía tener un arma en la mano, volvió a repetir «!Quédese quieto!» de tantos golpes en la cabeza me desvanecí, creí que estaba muerta, cuando desperté estaba en una camilla, tenía todo el cuerpo vendado hasta la boca, escuché a una enfermera que decía -está por aquí, doctor.. entró una persona, un doctor, logré verle a los ojos, era el mismo hombre, el que hizo que decapitara a mi novio,no lo podía creer, ¿como era posible? ¿Acaso la policía no hizo nada? ¿Volvió a escapar? sin mas rodeos me tocó el pecho y dijo.. -Señorita, tenga cuidado, esta clínica es.. peligrosa, sí, así la definió, «peligrosa» , así que no me queda nada más para decir, la próxima vez que tengan que salir a una carretera, estén seguros de que no esté Ezequiel, porque él.. él es peligroso.