No Solo los perros lamen

Rose estaba sentada mirando la telenovela de la noche con un paquete de papas fritas entre las piernas. Jeremy, el pequeño de 5 años jugaba con sus autos de juguetes en la alfombra mientras Rose murmuraba algo con la boca llena e intentaba hacer que ‘’Alicia’’ la protagonista de la telenovela cambiara de dirección, como si la televisión tuviera alguna especia de micrófono y esta la escuchara.

Rose era la niñera de Jeremy desde que él tenia uso de razón. Los padres de este eran personas muy importantes en el ámbito político por lo que tenían que estar constantemente fuera de la ciudad o en reuniones de trabajo a altas horas de la noche. Rose era una chiquillas de 17 años, alta para su edad con un cabello liso que generalmente usaba en un moño al estilo caballo, claramente su forma de vestir daba a entender la edad que quería representar. Pequeños y apretados shorts y una camisa de color azul mar con el logo de una marca de deportes conocida. Los vejar la había conocido porque era la hija de la antigua empleada que hacia los deberes en la casa del padre de Jeremy, confiaban en ella porque la habían visto crecer de niña y no parecía ser una chica que representara algún peligro. Eran casi las 12 de la noche y Jeremy ya había cumplido su hora extra fuera de la cama.

–         bien muchachote creo que te llego la hora… – lo agarro en brazos y comenzó a llenarlo de besos en el cuello. Después de que jeremy hubiera echo todas sus necesidades, cepillarse los dientes, hacer ‘’pipi’’ y rezar. Pudo alfin ir a la cama.

–         Buenas noches y que sueñes con los angelitos. Ah! Y recuerda si necesitas algo estaré en la pieza de al lado, grita, pero no salgas de la pieza. ¿esta bien?.

–         Si – fue lo único que respondió Jeremy.

El día había sido muy tedioso para Rose, así que lo único que quería era ir y acostarse lo antes posible.

Los Vejar tenían un perro de raza pastor alemán, un ejemplar obeso y manso llamado Maxi. Solía dormir en la habitación debajo de la cama en la que dormía Rose, así que esa noche no fue la excepción. Por alguna extraña razón esa noche, Maxi se encontraba algo inquieto y extraño. Cada cierto tiempo chillaba y saltaba como si le clavaran agujas en el trasero.  – cosas de perros – dijo Rose y se acostó.

Cerca de las 4 de la mañana se despertó por un fuerte ruido que venia de debajo de la cama, bajo la mano para averiguar si Maxi estaba ahí, la flojera y la comodidad en la que se encontraba le impidió levantarse. Después de un rato de estar moviendo la mano bajo la cama sintió algo peludo moverse y la áspera y babosa lengua de Maxi se paso por su mano. Rose sonrió y se dio vuelta, siguió durmiendo.

A la mañana, a eso de las 9 se despertó y paso la mano sobre su cara, sintió algo áspero, se vio la mano y descubrió una especie de baba verdosa y resbalosa. Sin pensarlo se sentó en la cama y en el espejo vio lo que estaba escrito: NO SOLO LOS PERROS LAMEN. Y debajo en una especia de crucifixión y con las tripas desparramadas por la alfombra yacía Maxi, muerto. Rose lo único que hizo fue quedarse con la boca abierto y unos ojos que se salían de sus orbitas.

Al llegar los vejar la encontraron aun sentada en la cama preguntándose a cada momento: ¿Quién me lamió? , ¿Quién me lamió?

inspirada en una creepypasta que lei hace un tiempo.

matias

Please wait...

5 comentarios

muy chida AMI ME DIO ÑACA ÑACA :trollface: :trollface: :trollface: :trollface: :trollface: :trollface: :trollface: :trollface: :trollface:

En otros foros,las historias son distintas,por eso es que los creepypasta ya no las leen casi nadie,como que ya aburren,una creep debe ser una sola historia bajo un titulo,no historias diferentes bajo el mismo 😛

¿Quieres dejar un comentario?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.