Necesito hablar contigo

Mi primera creepy, comenten! 🙂

Todo comenzó hace unos años, cuando tenía yo unos 12 ó 13 años, en aquellos tiempos en los que no había smartphones o tablets con los que estar conectado las 24 horas del día a internet como ahora, y el vicio que todos los preadolescentes y adolescentes teníamos era el Messenger (Windows Live Messenger), en el cual yo me enganchaba una horita al dia para charlar con mis amigos y relajarme.

En fín, al volver a casa, como de constumbre, después de echar una meada, me senté en pc, para empezar mi rutina de todas las tardes. Encendí el ordenador, y acto seguido, se abrió el sugerente messenger, había tantas cosas de las que podía hablar…
Nada más iniciarlo, me salió la ventana emergente que me indicaba si quería aceptar como amigo a un contacto que me había agregad, su email era ············@hotmail.com. Me resultó extraño porque hotmail no dejaba que en el nombre de sus correos electónicos hubiera puntos, aún así, de lo imprudente que era, acepté la solicitud. Nada más aceptarla, el sujeto empezó a chatear conmigo, un tal » ElPenas».

La Conversación fue tal que así:
-Necesito Hablar Contigo
-¿Quien Eres?
-Eso no importa, solo escúchame
-A ver, dime
-Él cada vez está más cerca
– ¿Quién?
-No tengo mucho tiempo para explicártelo
– Pero no se de que me hablas
– No me queda mucho, sácame de aquí
*ElPenas se ha desconectado*

Me quedé algo desconcertado, pero supuse que era algún bromista que no tenía otra cosa que hacer,así que, lo bloquee. De repente, me llegaron, todos seguidos, 50 mensajes , todos eran amigos y grupos de amigos que hará como 30 minutos que intentaron hablar conmigo, pero que al parecer estaba «ausente». Me pareció extraño. era como si al hablar con aquel extraño, el programa centrara toda su atención en él, ignorando los mensajes de los demás.

En fin, al día siguiente, después de echar mi meada, volví a mi preciado messenger, y nada más iniciarlo, me volvió a aparecer la ventana emergente con el mismo email. En ese momento noté como un escalofrío me recorría la espalda. Se suponía que había bloqueado a aquel individuo, es más, revisé mi lista de contactos para ver si ahí seguía, y me di cuenta de que no estaba, como si lo hubiera borrado, aunque yo perfectamente sabía que eso no había pasado y además el no lo notaría en ese caso. Por mi tremenda curiosidad, volví a aceptar a ElPenas, y, como en la ocasión anterior, éste me volvió a hablar inmediatamente:
-Necesito hablar contigo
-¿Es esto una broma?
-Te juro que no, en serio, escúchame
– A ver si adivino ¿Él está cada vez más cerca?
-Si… ¿Oye hemos hablado antes?
-Nooo, que va, creo que solo AYER
-A ver esto es serio, si ya hemos hablado significa que también ha empezado a ir a por ti, y te queda menos tiempo.
-¿Estás zumbado o qué?
– No me queda mucho, sácame de aqui
*ElPenas se ha desconectado*

Lo bloqueé, y ésta vez me aseguré bien de haberlo bloqueado, pero era inutil, al siguiente día me volvió a agregar, estaba por rechazarle pero quería saber que me decía esta vez, así que acepté:

-Necesito hablar contigo
– A ver, ¿De donde hay que sacarte?
-… Del sótano ¿Hablaste conmigo anteriormente?
– En 2 ocasiones
– Oh mierda, eso significa que te quedan solo 26 horas
-¿Como?
– Ve al sótano y hallarás la respuesta
*ElPenas se ha desconectado*

No tenía sótano en mi casa, bueno, sí en realidad, pero la puerta que daba a este la tapiamos después de renovar la casa, de eso hacía mucho, y no me acuerdo, pero mañana era viernes, y además estaba solo en casa, así que tenía tiempo para averiguarlo.

Al día siguiente, no quede con nadie, simplemente, al llegar a casa, me metí en el messenger, acepté al contacto y vuelta a empezar:

– Necesito hablar contigo
– Me dirijo al sótano, aguanta
– Muchas gracias, no sé como lo has adivinado
– Soy muy listo, por cierto, ¿Qué es lo que me encontraré allí?
– Allí te contaré por qué necesito hablar contigo
*ElPenas se ha desconectado*

Así que, sin dudarlo, cogí un pico que mi padre guarda en el cobertizo del jardín, y me dirigí hacia la parte en la que estaba la antigua puerta que daba al sótano, cuya situación conocía debido a que era una parte de la pared que sonaba hueca. Sabía que mis padres me regañarían por lo que iba a hacer, pero la curiosidad me mataba, así que clavé el pico en la pared, y como ésta estaba hueca, no tardé mucho en echarla abajo.

Una vez derrumbada, vi las escaleras del sótano, fui a dar la luz pero estaba fundida, así que cogí una vieja linterna, y bajé.

Entonces las tripas se me subieron a la garganta cuando lo que vi era un cadaver que ya debía llevar muerto unos cuantos años, ya que el olor a muerto se había ido, y apenas tenía carne en los huesos. En la mano tenía una nota, que decía así:

«No puedes conmigo, me evitas en vano, yo formo parte de la vida, y cuando me veas, sabrás que ésta ha llegado a su fin»

Le dí vueltas unos minutos ¿Qué podría significar aquello?¿Qué estaba evitando aquel hombre? Pero entonces escuché un sonido, no era un ruido normal, como un golpe seco, o unos pasos al andar, sino era un sonido constante, profundo estremecedor, muerto. Entonces vi como algo abría la puerta, me recorrieron la espalda varios escalofríos seguidos, y en cuanto apareció, vi unos ojos enormes brillar en la oscuridad, llenos de ansia por devorar mi alma. Los apunté con la linterna y vi la cara de aquel extraño ser, una cara sin ojos, con las cuencas vacías, y tras ello, lo comprendí, lo que aquel hombre estaba evitando era… <<La Muerte>> pensé mientras me pudría lentamente por dentro.

Todo comenzó hace unos años, cuando tenía yo unos 12 ó 13 años, en aquellos tiempos en los que no había smartphones o tablets…

De mi
http://

César

Please wait...

8 comentarios

Ya me parecia raro lo d no tener smartphones o tablet pero se conectaba a Messenger jaja pero excelente historia

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