Mírame.

Al fin puedo comunicarme contigo, no sabes lo que es estar y a la vez no estar, puedo verte, sentir tu aroma, hasta escucharte, pero no puedo tocarte… todavía.

Me gusta observarte cara a cara mientras duermes, escuchar tu respiración, imaginar el momento en el que pueda poner mis frías manos en tu cuello y apretarlo hasta ver como se te va lentamente la vida.

Estamos comunicados el uno con el otro, en mí se refleja todo lo malo que hay en ti, hasta tus mas profundos temores, esos que te hacen levantarte a altas horas de la madrugada, esos que te torturan cuando estás solo, los cuales yo conozco.

Tú me puedes ver, es mas, probablemente lo estés haciendo ahora, simplemente soy aquello a lo que tu llamas sombra.