Melanie

Melanie y yo siempre fuimos muy cercanas, aunque eramos totalmente opuestas. Ella era una auténtica zorra, mientras yo siempre fui más recatada. Aún así tuvimos una interesante y duradera amistad, hasta que ella se fue a Estados Unidos a estudiar la preparatoria.

Cinco años después, a mí me tocó viajar, aunque sea siendo una turista. Fue cuando la encontré de nuevo. Nos alegramos de vernos, ella hablaba un perfecto inglés, a diferencia mía que hablaba desastrosamente. Ella me contó que se convirtió en actriz de porno amateur, y participaba activamente en una página llamada porncollege.com, además de haber filmado su propia versión de Church of Fudge. Yo no sentí ningún interés especial por su nuevo trabajo, es más, yo siempre imaginé que ahí iba a terminar. Sin embargo, cuando me contó de su experiencia como la monja coprófaga, empezó a despertar en mí como por arte de magia el interés.

Después de su pequeña plática de filias extrañas, nos despedimos, no sin que antes ella me dijera «espero que nos veamos pronto».

Llegué a mi habitación de hotel esa noche. Encendí mi portátil y empecé a checar mi correo del trabajo. Fue cuando me encontré un correo que atrajo mi atención.

PornCollege.com, Ud. ha resultado ganador!

Me pareció extraño, ya que nunca había entrado a la página, es más, apenas hoy me enteré de su existencia. Decidí abrir el mail, y me encontré con un escrito totalmente en código binario.

«01001000 01101111 01101100 01100001 00101100 00100000 01001100 01101001 01111010 01100010 01100101 01110100 01101000 00101110 00100000 01010100 01100101 00100000 01100101 01101110 01110110 11101101 01101111 00100000 01100101 01110011 01110100 01100101 00100000 01101101 01100001 01101001 01101100 00100000 01110000 01100001 01110010 01100001 00100000 01100001 01110010 01110010 01100101 01100111 01101100 01100001 01110010 00100000 01110101 01101110 01100001 00100000 01100011 01101001 01110100 01100001 00100000 01100011 01101111 01101110 01110100 01101001 01100111 01101111 00100000 01111001 00100000 01110101 01101110 00100000 01100001 01101101 01101001 01100111 01101111 00101110 00100000 01000101 01110011 01110000 01100101 01110010 01101111 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01110000 01110101 01100101 01100100 01100001 01110011 00100000 01100001 01110011 01101001 01110011 01110100 01101001 01110010 00101100 00100000 01110110 01100101 01110010 11100001 01110011 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01101110 01101111 01110011 00100000 01100100 01101001 01110110 01100101 01110010 01110100 01101001 01110010 01100101 01101101 01101111 01110011 00100000 01101101 01110101 01100011 01101000 01101111 00101110 00100000 01010100 01100101 00100000 01110001 01110101 01101001 01100101 01110010 01100101 00101100 00100000 01001101 01100101 01101100 01100001 01101110 01101001 01100101 00101110»

Busqué un traductor de código binario, y así pude descifrar el mensaje: Hola, Lizbeth. Te envío este mail para arreglar una cita contigo y un amigo. Espero que puedas asistir, verás que nos divertiremos mucho. Te quiere, Melanie.
Me resultó raro que ella, para mandarme un mensaje de confirmación, tuviera que escribir en código binario. Aún así, respondí a la nota, diciéndole Con gusto, dame el día y la hora.

Media hora más tarde, me llegó la respuesta a mi correo, nuevamente en binario.

«01000101 01110011 01110100 01100101 00100000 01110110 01101001 01100101 01110010 01101110 01100101 01110011 00100000 01100001 00100000 01101100 01100001 01110011 00100000 01100011 01101001 01101110 01100011 01101111 00100000 01100100 01100101 00100000 01101100 01100001 00100000 01110100 01100001 01110010 01100100 01100101 00101100 00100000 01111001 01101111 00100000 01101001 01110010 11101001 00100000 01110000 01101111 01110010 00100000 01110100 01101001 00100000 01100001 00100000 01110100 01110101 00100000 01101000 01101111 01110100 01100101 01101100 00101110 00100000 01001110 01101111 00100000 01101000 01100001 01100011 01100101 00100000 01100110 01100001 01101100 01110100 01100001 00100000 01110001 01110101 01100101 00100000 01110010 01100101 01110011 01110000 01101111 01101110 01100100 01100001 01110011 00100000 01100101 01110011 01110100 01100101 00100000 01101101 01100101 01101110 01110011 01100001 01101010 01100101 00101100 00100000 01101101 01100101 00100000 01110011 01100101 00100000 01101100 01100001 00100000 01100100 01101001 01110010 01100101 01100011 01100011 01101001 11110011 01101110 00100000 01100100 01100101 00100000 01101101 01100101 01101101 01101111 01110010 01101001 01100001 00101110 00100000 01001110 01101111 01110011 00100000 01110110 01100101 01101101 01101111 01110011 00101100 00100000 01100010 01100101 01110011 01101111 01110011 00101110»

Este viernes a las cinco de la tarde, yo iré por ti a tu hotel. No hace falta que respondas este mensaje, me se la dirección de memoria. Nos vemos, besos. , era lo que decía su mensaje. Como si el código no fuera tan extraño, el hecho de saber dónde quedaba el hotel donde me hospedaba lo era aún más.

Llegó el viernes, y una limosina se aparcó frente al hotel, era Melanie. Bajé enseguida con ella, y me explicó que para mandarme el mensaje desde porncollege tenía que hackear el servidor, y sólo podía en binario porque yo no estaba registrada en la página, además que no quería enviarme un correo habitual desde ahí por miedo a ver imágenes muy explícitas. Me dijo que me llevaría a ver a un amigo que iba a conocer ese mismo día.

Cuando llegamos al lugar, era un almacén abandonado. Estaba temerosa de que me fuera a hacer algo, pero ella me tranquilizó y me dijo «Entra en ese cuarto, no abrá nada que te lastime». Confié en ella y entré. Era un cuarto totalmente oscuro, y tenía una pared de vidrio, como esos cuartos que usa la policía para interrogar a los sospechosos. Una luz se encendió del otro lado, y pude ver entre la oscuridad a un hombre atado a una silla. Estaba completamente desnudo, y estaba aterrado. Me miró a través del espejo, o tal vez al verlo imaginó que alguien estaría detrás. El caso es que empezó a gritarme «Por favor, ayúdame, te lo pido, ayúdame por favor».

Me sentí asustada, y quise irme inmediatamente, pero la puerta estaba cerrada. Desde el espejo, Melanie se me acercó y me dijo «No tengas miedo, sólo siéntate, no pasará nada».

Con temor, hice caso y me senté en la única silla del lugar, y me dediqué a ver en silencio. Melanie se le acercó al tipo, ella vestía como esas actrices de porno sadomasoquista, envuelta en poco cuero negro. En cuanto lo tuvo cerca, ella empezó el acto. Era como ver una película porno en vivo, sin embargo lo que sembró en mí era una horrible sensación de terror y miedo por cualquier cosa que pudiera pasar. Mi miedo estaba totalmente justificado.

Melanie de la nada, o de donde no pude ver, había sacado una navaja de cuatro filos, de esas que parecen rastrillo. Lo mostró al sujeto, quien estaba aterrado al verla, y lo empezó a castrar con el mismo. Los gritos del pobre hombre me daban escalofríos. Ella siguió haciéndolo, hasta que dejó su miembro totalmente cercenado. Luego con la misma navaja, empezó a cortar trozos de piel de su cabeza, hasta que toda la coronilla estuvo en rojo totalmente. La sangre corría por su cabeza de forma asquerosa, y él sólo se podía limitar a seguir gritando. Ella se estaba hartando, por lo que empezó a lanzar mordidas a su cuello, hasta que le llegó a la yugular y en segundos se desangró. Ella volvió a la oscuridad.

Escuché el seguro de la puerta moverse, y Melanie entró empapada de sangre. «¿Te gustó el show?» me preguntó, y yo demasiado asustada le dije que no. «Me lo esperaba», me dijo. Luego, sacó de nuevo la navaja, pensé que me haría a mí lo mismo, pero no fue así. Si no que ella se la clavó en la garganta, y le dio vueltas hasta hacerse un enorme agujero en la garganta y murió. Salí corriendo de ahí y regresé al hotel.

A la mañana siguiente, vi un reportaje en las noticias que me dejó helada. «Actriz porno encontrada muerta en almacén abandonado. Según las huellas digitales en el arma homicida, la responsable es una mujer llamada Lizbeth Miller».

Mi apellido es O’Maley.

El usuario que envió el post no ha proporcionado información sobre la fuente.

miku desu

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22 comentarios

Me llamó mucho la atención como usas, o mejor dicho, entrelazas una parafilia, la Coprofagia, con un video de esos que son difíciles de ver (Church of Fudge).
Se ve que ya has visto cosas, eh?
Tambien interesante lo de los codigos binarios.
5/5, hacen faltas relatos así 😉

No creo que sea así, tambien lo pensé. Tal vez Melanie se cambió el nombre a Lizbeth Miller y su amiga no lo sabía, por eso Lizbeth O’Maley da la explicación de su apellido. Otra podría ser que realmente no fuese Melanie, sino que otra persona idéntica a ella (o con una cirugía) se hiciera pasar por ella, y por eso no coinciden las huellas con Melanie. La tercera opción era que derechamente mataron a Melanie y le robaron su piel xD, pero creo que es la más improbable. Bueno, esas fueron mis conjeturas con respecto al final, ahí decidan ustedes cual podría ser.

Pros: Bueno el detalle de descripción, muy bueno el plus de los códigos binarios, interesante comienzo…

Contras: ¿De que se trata? xD, así de primera parece que hubo una intención de querer hacerla tan extraña que el final no tienes pies ni cabeza, lamentable, porque el desarrollo en un momento apuntaba a ser interesante. El final es tan «random» que no justifica para nada la amistad de las chicas, y los codigos binarios y todo lo anterior.
2/5 :-S

Si, hubo ciertas partes que no me quedaron del todo claras. La interpretación a la que se dejan las cosas, es demasiado grande, demasiado abierta. Disfruté la parte ‘snuff’, pero fue breve. Algunas aclaraciones se agradecerían.

Nunca pensé que una historia de este tipo llegaría a gustarme. De esas sádicas donde el clímax está en un personaje mutilando al otro sin razón aparente. Me imagina que fue porque esta sí tenía buena puntuación, lo que prueba que cualquier historia buen escrita, independientemente de la trama, puede ser de gusto para cualquier lector.

Me gustó cómo los personajes también tienen un buen desarrollo, quizá no tanto la protagonista, pero sí Melanie. Y el final… sí está raro. Aunque creo, de hecho, que está mal construido, y no sólo «confuso».

El reporte de las noticias menciona a la supuesta Melanie como la víctima, y a una tal Lizbeth Miller como la homicida. Que las huellas encontradas en el arma fueron las de la tal Lizbeth. Pero nosotros vimos que la única que puso sus manos en el arma fue Melanie, entonces, ¿por qué en el reporte separarían a Melanie y Lizbeth -la misma persona- en dos identidades, una como víctima y otra como homicida? De ser así, y como fueron las huellas de Lizbeth las identificadas, estarías insinuando que Melanie ha mentido sobre su identidad desde un comienzo. Pero continúa el lío de que hayan separado a la misma persona en dos identidades. Si consideramos la suplantación -que tras leer la historia es la primera idea que uno se formula- sería que alguien suplantó a Melanie. Su nombre es Lizbeth Miller, pero, de nuevo, eso no responde a por qué se separó al personaje en dos identidades. Como el ADN en el arma es el de la supuesta Melanie, de inmediato se debió poner a ella como homicida. Aún si su nombre era realmente Lizbeth Miller, la base de datos que usan los forenses para identificar víctmas viene con foto. Tuvieron que darle un nombre a la «actriz porno», sea Melanie, sea Lizbeth, tuvieron, de alguna forma, que haberla identificado en ese reportaje.

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