Un día, pero no cualquier día, María iba caminando por plena calle con una sonrisa enorme puesto que era su cumple años, ella estaba cumpliendo 6 añitos de edad, era una niña hermosa, con una cabellera larga color negro, y unos ojitos azules preciosos, su piel era muy pálida pero era linda.
La niña saltaba de aquí para allá, feliz de que era su cumple años número 6, ella quería ser grande, muy muy grande y para esa pequeña niña sus 6 años significaban mucho, llego a su casa, feliz y radiante
_ ¿Mama, falta mucho? — pregunto la niña entusiasmada
_No, mi niña, ya va estar listo tu paste — dijo la madre que se encontraba en la cocina
Luego María corrió al patio.
_Papa, papa ¿cuánto le falta a mi inflable? — pregunto María
_Ya va a estar mi pequeña — dijo su padre con mucho amor
A María la adoraban sus padres, mejor dicho la adoraba toda persona que la conocía, era una niña muy espontánea y muy lista. Su Tío iba a venir a su fiesta y María adoraba a su Tío, aunque a veces le tenía miedo pero sabía que hoy, especialmente hoy le tenía un regalo increíble, si, le había dicho hace un año que cuando cumpliera los 6, le daría algo increíblemente genial, eso la emocionaba mucho.
La niña se fue a preparar para poder recibir más tarde a sus amiguitos, su sonrisa iluminaba toda habitación, María tomo su vestido favorito en toooodoooo el mundo, así decía ella, era un hermoso vestido blanco con una cintita roja en su cadera, era acampanado, junto con un pequeño abriguito de vestir del mismo color que el vestido, y unas hermosas zapatillas brillantes. La niña soltó sus largos cabellos negros, sus hermosos ojitos azules brillaban, su mamá le había aplicado un poco de brillo labial, ya que la niña insistía en verse hermosa ese día, María estaba feliz pero estuvo mucho más feliz cuando llego su Tío, un hombre alto de cabellos castaños, con un traje muy elegante, sus ojos eran marrones, era un hombre de alta sociedad o eso decía el padre de María.
_ ¡TIO! ¡TIO! — Gritaba la niña dando saltitos de felicidad, su Tío la cargo y la abrazo durísimo para hacerla reír
_ ¿Quién es la niña más hermosa? — le pregunto mirándola
_Uhmm… ¡YO! — dijo María
Llegaron los invitados y cuando la fiesta ya estaba a la mitad, el Tío de María decidió darle su regalo, la llevo a la recamara.
_ ¿María, te acuerdas del regalo que te iba a dar? — pregunto su Tío pero su voz… su voz era diferente, era más profunda y tenía un cierto toque tenebroso pero la niña con lo emocionada que estaba solo reía y decía que Si se acordaba.
_Bueno, en realidad es más como un juego — Dijo el Tío
_Me encanta jugar — Dijo María dando mini saltitos
_Está bien, cierra los ojos y haz todo lo que te diga
María se apresuró a poner sus manos en su ojos para taparlos, ¡Que emoción! pensaba la pequeña María, el Tío se quedó observándola, y se acercó más a ella, poso su mano en la cadera de María, luego le susurro algo a María, pero ella no lo entendió, su mano avanzo hacia la parte baja trasera de la niña, ella empezó a reír diciendo: ¨No, Tío me da cosquillas¨ él se rio, luego su tío poso su otra mano en los diminutos senos de la niña la cual se sobresaltó.
_Quédate quieta, no dañes nuestro juego — dijo el Tío
_Ya no quiero jugar — dijo María con un hilo de voz
_No puedes parar ahora o algo malo podría pasar
María asintió, y volvió a tapar sus ojos, para ese entonces la niña ya había perdido todo rastro de entusiasmo por el juego que el Tío le presentaba, Su Tío puso su mano en la V….. De la niña y esta la quito y se hecho hacia atrás.
_ ¡NO QUIERO JUGAR! — Grito asustada
_Vas a jugar, porque si no le diré a tu mamá que te portaste mal — susurro el Tío
María miro a los lados, ella no quería jugar, no quería.
El Tío la cargo y la sentó en la cama, luego empezó a pasar su mano por debajo del vestidito de María, la niña detuvo su mano, y con lágrimas en sus ojos le volvió a decir:
_No quiero ju-jugar
Su tío solo movió su dedo índice hasta su boca en señal de silencio, y puso su mano en la boquita de María, está desesperada por terminar el juego de su Tío, Lo mordió de tal manera que el Tío pego un grito horrible pero la tristeza de María se convirtió en algo más, algo más… algo que no entendía, ella siguió mordiendo, su Tío grito la trato de golpear pero el dolor que sentía no lo dejaba pensar, María lo mordió, lo mordió hasta que el dedo empezó a sangrar, el Tío la tiro al suelo, pero algo en María había cambiado, el sabor a sangre estaba en sus papilas gustativas, y le había gustado, su Tío intento ponerse algo en el dedo para detener el sangrado.
_Eres una niña estúpida, le diré todo a tu mamá y así no que querrá más — le decía el hombre con el dedo ensangrentado
María solo lo miraba, se le acerco poco a poco para ayudarlo pero un pensamiento paso por su cabeza, y mordió la pierna de su Tío, el cual la golpeo pero ella ya no respondía, era como si, no sintiese dolor, ella tuvo una especie de pelea con su Tío pero nadie escucho nada, ya que la música estaba a todo volumen abajo, María logro morder algo que dejo a su Tío tirado en el suelo, no sabe que fue pero sabe que logro probar más de la sangre de ese señor, Probo su carne y le encanto, el vestido blanco de la niña, paso a ser un vestido rojo por la sangre que derramo…
La última vez que vieron a María fue ese día, la última persona que la vio fue su vieja vecina, que corrió a ver que le pasaba a la niña pero esta no lo presto atención y siguió su camino, María sigue desaparecida, pero en los primeros días que desapareció encontraron muchos restos de humanos descuartizados.