Debo confesar que siempre he sido una chica muy miedosa, no soportaba escuchar las historias de terror que tanto fascinaban a mis compañeros de clase, ni mucho menos quería oír hablar de aquellos siniestros personajes que tan famosos se hicieron.
Sin embargo, las cosas cambian, las circunstancias cambian, las personas cambian… y yo, he cambiado.
Acababa de cumplir los 16 años cuando aquello ocurrió. Como de costumbre, estaba intentando huir de las historias que mis amigos de clase intentaban contarme con el fin de asustarme, pero no era sencillo. Aprovechaban cualquier momento para mencionar algún personaje siniestro de aquellas leyendas urbanas que conocían, sin duda solo intentaban asustarme de manera inocente e inofensiva. Intenté no hacerles mucho caso.
Mientras estaba en clase de matemáticas, una chica nueva que se sentaba detrás de mí desde hacía dos días, me lanzó una goma de borrar. Cuando me giré para ver que sucedía, la chica me extendió un papel doblado. Al principio pensé que solo sería alguna notita de esas que mis compañeras se pasaban constantemente durante las clases, sin embargo, cuando la abrí, había algo muy diferente a lo que me esperaba. En su lugar, había escrito el nombre de un lugar no muy alejado de aquel instituto en el que cursaba mi último año de secundaria, junto con lo que parecía un nombre… “Lane Choke”. Debo admitir que no me resultó del todo extraño, por alguna extraña razón pensé que era una broma.
Pero… al salir del instituto, algo me hizo ir al lugar que me indicaba aquella nota. Llamé por teléfono a mi madre y le dije que hoy comería en casa de una amiga y que pasaría allí la tarde, así tendría toda la tarde para investigar aquel lugar y lo que significaba “Lane Choke”.
Cuando llegué, me encontré con un lugar bastante solitario y siniestro. Había una laguna con el agua tan sucia que no se podía ver nada a dos centímetros de profundidad. Los árboles de la zona eran muy densos, tanto que tapaban todo rayo de Sol que intentara llegar hasta el agua de la laguna. Daba la sensación de que era de noche, pero si mirabas alrededor podías ver como la luz del Sol seguía iluminando allí donde acababan los densos árboles. El suelo debajo de aquellos árboles no tenía rastro de vida, no había ni una sola planta, ni un solo insecto, absolutamente nada que pudiera indicar que debajo de aquellos árboles pudiera habitar algo.
Sentí mucho miedo, el aire era frío en aquel lugar a pesar de que estábamos finalizando la primavera, era un lugar verdaderamente siniestro. Mi primer instinto fue huir de allí, pero cuando quise darme la vuelta, una mano se posó sobre mi hombro izquierdo. Me giré bruscamente asustada, para ver que era la misma chica que me había entregado la nota. El miedo disminuyó rápidamente y le pregunté qué significaba aquella nota.
-No lo entenderás todavía.
Su respuesta sonó bastante terrorífica. ¿Qué significaba que no lo entendería todavía? ¿Cuándo lo entendería? Y lo que es más intrigante, ¿qué tenía que entender…?
En seguida tomó mi mano y me condujo hasta la laguna. Una vez que estuvimos a la orilla, ella comenzó a meterse dentro del sucio agua y tiró de mí suavemente para que la siguiera.
No sé muy bien por qué lo hice, pero la seguí. De algún modo, sentía seguridad.
Cuando el agua me llegaba por la cintura, empecé a sentir como si manos me tocaran las piernas hasta las rodillas. Podía sentir uñas clavándose en mi piel, manos pellizcándome y otras, simplemente, acariciándome. Quise salir corriendo, pero algo me obligaba a continuar allí, adentrándome más en el agua. Cuando ésta llego hasta encima de mi pecho, las manos comenzaron a subir más. Ahora solo me arañaban, podía sentir como piel iba desgarrándose por culpa de aquellas afiladas uñas. Pero, como si no tuviera voluntad propia, seguía avanzando de la mano de aquella chica. Me pregunté si ella no sentía aquello, si ella no estaba sufriendo lo mismo que yo.
El pánico se apoderó de mí cuando mi cabeza empezó a sumergirse en aquel agua, cuando empecé a saborear aquel amargo y verde agua que se me colaba por las comisuras de la boca. Cerré los ojos…
Cuando mi cabeza estaba completamente debajo del agua, abrí los ojos casi como si no pudiera controlarlo. Al principio no veía nada, pero el agua pareció ir aclarándose hasta que tuve una imagen nítida de lo que había allí…
Lo que vi fue horrible… había cientos de personas allí, parecían cadáveres y apostaría a que lo eran, pero se movían y gemían. Incluso allí, debajo del agua, podía escuchar con nitidez sus gemidos de dolor, como si estuvieran siendo torturados. Debajo de mí había algunos, que arañaban mis piernas y me miraban suplicantes, el miedo se convirtió en desesperación cuando pensé que iba a quedarme allí.
Entonces empecé a notar que me ahogaba. La chica que me había llevado hasta allí estaba delante de mí, sonriendo. Entonces, me dijo algo con una voz siniestra pero nítida a pesar del agua, pude escuchar perfectamente como me preguntaba:
-¿Por qué tienes miedo? No tengas miedo…
Sentí un pánico inmenso antes de desmayarme por la falta de oxígeno.
Luego, desperté debajo de un árbol, pensé que había sido un mal sueño… hasta que miré mis piernas y debajo de mi camiseta, mi piel estaba completamente arañada y la sangre brotaba en pequeñas gotitas a través de las heridas.
La noche empezaba a caer, así que me fui a casa tan pronto como pude… Al llegar, encendí mi ordenador y busqué en internet aquellas palabras… “Lane Choke”.
Lo que encontré, fue abrumador. La chica con la que había estado hoy, en realidad había muerto ahogada hace 20 años en el mismo lugar en el que yo había estado aquella misma tarde, con ella. Además, también hablaban de personas que habían experimentado lo mismo que yo… pero ellos habian sido internados en psiquiátricos. También pude leer sobre cientos de desapariciones que hubo en la zona durante los 5 años que siguieron a la muerte de Lane.
No volví a ver a aquella chica nunca más ni volví a aquel lugar jamás. Y, lo más extraño es que nunca, jamás, desde aquella terrorífica experiencia, nunca, nunca… he podido volver a sentir miedo…
2 comentarios
Muy bueno.
me gusta!! sinceramente me asusto 7-7