Era una noche alegre, Mike festejaba con sus amigos la recién llegada primavera, todos bebían y se divertían y como siempre Mike llevaba su cámara encima y se dispuso a sacar fotos. La noche finalizo rápidamente.
A la mañana siguiente después de despertar con un fuerte dolor de cabeza, encendió el ordenador, conecto su cámara y miro las fotos de la noche anterior, observo foto por foto hasta que una le llamo la atención, un extraño punto cerca de un edificio le causo escalofríos, al acercar la imagen, el punto comenzó a tener forma, una figura, la figura de una mujer cayendo. Llamo rápidamente a Eric para comprobar si lo que veía era cierto.
Eric: Hola?
Mike: Eric, hubo algún incidente cerca de tu casa?!
Eric: No! porque?, paso algo?
Mike: No, nada! nos vemos luego
después de colgar, quedo mirando fijamente la imagen hasta que decidió borrarla, tomo su mochila y comenzó su camino a la escuela.
Después de una larga clase de matemáticas llego el recreo, su compañero pidió ver las fotos de la fiesta, Mike sin problemas le entrego su cámara. Mientras las fotos pasaban, una le volvió a llamar su atención, al pedir a su compañero que volviera a la foto anterior, observo que era la misma imagen que había borrado hace solo unas horas atrás. Mike volvió a borrar la imagen, sin pensarlo dos veces.
La noche había llegado y con ella el sueño, fue hora de ir a dormir. Por su mente solo paso una imagen antes de quedar por completo dormido, era la de aquella mujer cayendo.
«Donde estoy?», Mike observaba la ciudad desde la gran altura, no comprendía por que estaba en el borde del edificio. Sintió como su cuerpo le decía que avance hacia el vació y así lo hizo. Mike estaba cayendo sin poder detenerse a escasos centímetros del suelo, despertó sudando y con la respiración agitada.
«Solo fue un sueño, solo un sueño», pero por alguna razón que no supo comprender ese sueño le producía una sensación rara como si lo hubiera vivido. Cuando su respiración por fin volvió a la normalidad, algo llamo su atención. Sus ojos se abrieron de par en par reflejando miedo y confusión. El ordenador estaba prendido y en el yacía la imagen de la mujer cayendo. No comprendía el por que, ni el como la imagen podría estar en el ordenador, ya que el nunca paso las imágenes en el ordenador, y sin contar el echo de que había borrado dicha imagen en dos diferentes oportunidades. Sin pensarlo volvió a borrar la imagen y con pánico desconecto el ordenador.
La escuela no lo distraía de aquella imagen, el que haya surgido una tercera vez era preocupante, no sabia quien podría estas jugando le una broma, o si el echo de que aquella mujer lo estuviera siguiendo. Un sonido lo distrajo de sus pensamientos, el sonido de su celular indicaba múltiples mensajes de un numero desconocido, que no paraba de atacarlo. El miedo tomo control de su cuerpo, una imagen se repetía varias veces en cada uno de esos mensajes, la mujer cayendo no dejaba de aparecer ante sus ojos. Nuevamente el pánico y el miedo surgían de cuerpo. El borro todas aquellas fotos, pero enseguida era nuevamente atacado por ellas, sin saber que hacer, apago su celular y lo guardo en su mochila procurando olvidar aquellos mensajes que tanto lo asustaban.
En el salón, no sabia si su tensión lo engañaba o si de verdad podía ver a la mujer, que lo miraba sin vida desde el suelo, si la veía caer desde los techos de los edificios, o si lo hacia a su lado observándolo. Su corazón latía tan deprisa, parecía que iba a estallar. El timbre logro hacerlo reaccionar. De camino a su casa no pudo evitar sentir que lo observaban.
La noche se hizo presente y con ella su cansancio, después de horas de meditarlo decidió ir a dormir. Como la ultima vez, la mujer apareció en su mente unos segundos antes de quedarse dormido.
«Donde estoy?», Pero no pasaron los segundos que comprendió donde se encontraba, su cuerpo le ordenaba que avanzara pero el no cedió, pero no pudo luchar mucho tiempo, pues su cuerpo lo obligo a caer por el precipicio de aquel edificio, un cosquilleo de adrenalina y miedo recorrieron su cuerpo, no entendía por que soñaba tal suceso y por que parecía tan real, a escasos metros del suelo una figura comenzó a distinguirse, la mujer lo esperaba con los brazos abiertos, y una sonrisa macabra, y entonces comprendió, que no iba a despertar, puesto que eso no era un sueño, sino la realidad.