-Ven conmigo.-
Las palabras apenas resultan audibles para ti, estas muy confundido, no recuerdas nada. Nada salvo aquel ultimo sonido, un sonido agudo, un sonido como… como un chirrido, un chirrido de neumáticos para ser mas exactos. Te duele la cabeza, demasiado, pero, sin embargo sientes tu cuerpo muy liviano, como si flotara. Tratas de recordar.
– … estarás bien, no parece ser grave.- Ahora escuchas la voz de una mujer.
En ese momento vuelves la mirada hacia tu acompañante, es una joven muy simpática; tiene una hermosa cabellera negra que cae al rededor de sus hombros, como la noche; su boca es una pequeña linea, con unos labios que incitan a besar; sus ojos… sus magníficos ojos, podrías perderte en unos ojos como los suyos: cafés, con un brillo que te invita a soñar dentro de ellos.
Un sonido te saca de tu fantasía, es muy fuerte pero reconocible: una campana. Y por primera vez en lo que ha parecido una eternidad, abres la boca para intentar coordinar algunas palabras:
– ¿Do… dónde estoy?.
– En todas partes, o tal vez, en ningún lugar.- Por su tono de voz parece que se esta burlando de ti. Te sientes irritado.
– ¡No estoy como para bromas!¡No sé que ha pasado conmigo! mi ultimo recuerdo es el sonido de unos neumáticos derrapando y…
– Has sufrido un accidente, te salve, no creo que haya mas que pueda contarte.-
– ¿Un accidente?. – una punzada cruza tu cráneo haciéndote encorvar un poco.- ¿y mi auto?- dices, reincorporándote.
– ¿En serio te importa mas tu auto que tu salud? bueno, pues fue una perdida total.- dice la mujer con cierta arrogancia.
– ¿Cómo? ¡perdida total!, pero si a mi no me parece estar tan mal. Si mi auto se hubiese destruido yo estaría…
– Haces demasiadas preguntas.- te interrumpe, con un tono cansado en su voz.
– Y tu no pareces querer contestar.- Las respuestas ocurrentes nunca han sido tu especialidad.- al menos, ¿puedes decirme tu nombre?.-
– Mercedes.- una sonrisa escapa de su bello rostro.- y ahora, sigueme… vamos a ver al Capitán.
Entran a una gran recepción, sea donde sea que estés, es un lugar muy elegante: por fin pareces advertirlo, estas en un hotel. Mercedes te invita a acompañarla, caminan en dirección a un elevador, dejando atrás el gran salón. El elevador cierra sus puertas, alterandote un poco (alguna vez leíste acerca de un hombre que asesino a su esposa y sus dos hijas gemelas, justo fuera de un elevador). La gran caja se detiene en un segundo piso dejando a la vista un hermoso corredor.
El corredor se posa majestuoso en sus finos colores dorados a través de lo que parece ser una extensión infinita (aunque por supuesto, no existen los lugares infinitos… ¿o si?), puertas a las laterales con números color oro: 213, 214, 215, 216 y… no hay 217; piensas en preguntar el por qué, mas sin embargo crees que tal vez sea una de ésas supersticiones tontas. Mercedes se detiene de momento, haciéndote chocar con ella.
– Creo que eso era innecesario.- dice, agarrándose el hombro.- Entre, por favor.
– ¿Ya hemos llegado con el Capitán?.- tienes la garganta seca, toses un poco.
– No, aun no, pero creó conveniente darte un trago de bienvenida.- La joven abre la puerta de par en par, puedes ver a mucha gente bailando en una gran pista, moviéndose al ritmo de un viejo vals del que crees acordarte; frente a la pista hay una barra con una vitrina llena de botellas que parecen costosas, el cantinero mueve un vaso entre sus manos con una gran habilidad, este es definitivamente un agradable lugar: desde tu acompañante hasta las personas que bailan alegremente en la pista parecen suspendidas en un tiempo pasado. Se acercan a la barra, ella toma asiento primero, después tu dispones de un banco a su lado.
– ¿Qué desean tomar esta fresca noche?.- dice, con una voz profunda el cantinero, tiene una apariencia muy amigable, parece confiable.
– Lo de siempre Rich.- le regala una sonrisa al cantinero. El ahora se vuelve hacia ti.
– ¿Tu también quieres un Martini? o es demasiado fuerte.- trata de bromear para ganar tu amistad, le das a cambio una sonrisa insolente.
– ¡Estas bromeando! un martini, cualquiera. Sin ofender. A mi traeme una copa de tu mejor vino.
– Wow, amigo, no hemos tenido un espíritu así desde 1969.- no parece tan viejo como para estar trabajando ahí desde esa década, pero, has conocido a mucha gente que puede ocultar los años. Bueno han pasado 13 años desde esa fecha, así que tal vez no envejezca tan rápido.
– Gracias, oye, tal vez tu puedas decirme ¿dónde estamos?.- cambia de expresión solo al terminar de oír tu pregunta.
– Mira, amigo, aquí puede ser el cielo, o el infierno… como puedes ver todos bailan, unos para olvidar, y otros, para recordar.- su tono de voz ahora es serio, mas tu no identificas nada, su respuesta parece estar codificada.- ella puede explicártelo.- Señala a la chica, ella se levanta y te pide que la sigas.
Sales con ella del salón y entras en otra puerta, esta no tiene numero; entran a la habitación, la puerta se cierra a tus espaldas, la habitación es totalmente oscura; hay un candelabro, que no emite luz, es extraño por que la vela esta encendida, parece que la oscuridad de la habitación absorbe toda luz, toda esperanza. Te incomodas y buscas a Mercedes con las manos, no la encuentras. Empiezas a gritar su nombre, mas no recibes respuesta. El miedo se apodera de ti, la angustia te hace perder la compostura. Golpeas y pateas en dirección a todos lados, buscas la puerta, mas parece que desapareció en la oscuridad lúgubre. El aire se esfuma de tus pulmones, respiras con mucha dificultad y a grandes bocanadas, crees que te desmayaras… en ese momento un hombre aparece, no puedes verlo, pero lo sientes. Es la representación de todos los miedos. Mentalmente te repite un nombre: «El hombre de la noche».No deja de repetirse, te esta volviendo loco.
– Relajate.- su voz no es natural, es un sonido gutural, mas parecido a un croar que a un sonido humano.- En el Hotel California puedes registrarte cuando quieras… pero jamas podras salir.
By:Frost124
2 comentarios
JAJAJAJA AMÉ LAS FRASES DE LA CANCION HOTEL CALIFORNIA D THE EAGLES!
esta es la cancion del hotel california…..