«Grabo esta nota de voz antes que mi teléfono se quede sin batería, llevo caminando demasiado tiempo bajo el sol y estoy perdiendo la cabeza. Llevaba manejando varias horas, aburrido, quité la vista de la ruta un instante para leer un mensaje en mi teléfono, el auto se me desvió sólo un poco hacia el borde y sentí el impacto. A esa velocidad no pude esquivarlo, apareció de la nada. No pude ver su cara porque tenía la cabeza cubierta con una camisa o algo así, pero por la fuerza del impacto y el sonido desgarrador que se oyó, no pudo haber sobrevivido. Sé que debí detenerme, pero no lo hice, seguí manejando por no sé cuanto tiempo, perdido. Volví en mí cuando algo me alertó, la sensación de que ya había pasado por este sitio antes. Pero realmente me asusté cuando noté que el hito kilométrico 1450 que había dejado atrás hace un kilómetro exactamente, aparecía de nuevo frente a mí. La misma marca, cerca del mismo árbol. Maneje, desesperado, bajo el sol que nunca bajaba, hasta que me quedé sin combustible. Luego corrí, hasta quedarme sin fuerzas. Y aquí sigo caminando, al lado de la ruta que nunca termina, bajo el sol que nunca se mueve. Tengo que protegerme de este maldito sol -se oye un sonido como de ropa en movimiento-, así está mejor. Veo venir un vehículo, mi suerte empieza a cambiar. Voy a hacerle señas, parece que no está frenando. Me colocaré justo al borde de la ruta para que me vea. Parece que va viendo su teléfono, ese rostro es… soy yo? Oh, no! Se desvió hacia mí! -se oye un fuerte impacto-» Fin de la grabación.