Como otro día cualquiera, llegue a mi casa pasadas las 4, después de haber tenido mi típica clase de teatro, note que mi madre aun no había llegado, supuse que tendría trabajo extra o algo como eso, así que no me preocupe demasiado, pero igualmente note que algo había cambiado en la casa, como si alguien hubiera movido cosas de su lugar pero no pude identificar que cosas eran, sentí que había algo mas, algo extraño acechándome pero creí que solo serian imaginaciones, después de tantas películas e historias de terror pensé que quedaría algo traumada, así que no le di importancia y me dirigí hacia la cocina, estaba muerta de hambre. Me faltaban unos cuantos pasos para llegar cuando escuche una especie de gruñidos y gemidos, como forcejeo, como si alguien estuviera encerrado en mi casa, a este punto ya estaba algo asustada, pero el hambre me cegaba y seguí mi camino hacia la cocina. Ya en la cocina intente hacerme un emparedado o algo que me tranquilizara, abrí la nevera y no encontré nada mas que salsas y una ensalada de hace unos días, entonces recordé que había comprado unos dulces y busque en mi bolsillo pero los dulces habían desaparecido, pensé que en el camino se me habían caído así que abandone toda idea de comer. Fui a mi cuarto pero cuando estaba en el pasillo escuche de nuevo esos gruñidos y forcejeo, cerca de la puerta del armario, mi corazón latía impasible, trate de concentrarme, seguramente era la madera ya un poco vieja y… No, esto no era madera, era un sonido diferente, un sonido apagado pero constante, un sonido que no abandonaba la habitación. De repente empecé a escuchar unos toqueteos, si, como si alguien estuviera tocando con una fuerza descomunal la puerta del armario, aun mas asustada que antes, me acerque poco a poco al armario y trate con todas mis fuerzas de dar media vuelta y volver a caminar hacia mi cuarto pero la curiosidad me absorbió. Abrí lentamente el armario. Lo que vi a continuación fue espeluznante, una chica desconocida me miraba con terror, tenía la boca sellada y le faltaban mechones de pelo, la mire aterrada y no pude evitar sentir ganas de vomitar, la chica tenia un golpe en su cabeza y estaba llena de moretones, alguien la había maltratado y aunque la pobre me preocupaba, me entraba una simple y extraña pregunta: ¿quien era ella? ¿como entro aquí? ¿acaso la persona que le hiso esto aun esta en mi casa? y de repente un sentimiento de miedo y angustia me inundo. La chica me miro con pánico, sus ojos estaban desorbitados y tan solo voltee y vi un hombre con un cuchillo.
Fue lo último que pude ver en este mundo.
Creación propia.
Isabel