Eso

Son las 3 de la madrugada, aun no me duermo, me doy mil vueltas en la cama. Esto me a pasado mucho en esta ultima semana, junto con esos extraños ruidos que provienen del patio, es increíble pero desde que los escucho no puedo dormir, ademas, siempre entre las 3 y 4 am pasa esto.

Al principio estaba muerto de miedo, pero me daba valor diciéndome a mi mismo, «son los gatos», aunque, en mi corazón sabia que era algo mas. A los dos días empezados estos sucesos, me conseguí una linterna para ver que ocurría haya afuera, y para mi sorpresa, nada, nada de nada. No me podía explicar que era, y así, eche por la borda la teoría de los gatos.

Con el paso de los días , las cosas cambiaron, los sonidos se volvieron mas fuertes, y por una extraña razón se escuchaban  justo de abajo de mi ventana. Al principio sentía como alguien estuva rasguñando la pared, no obstante, un terror se apodero de mi, cuando «eso» ya no estaba abajo, sino arriba, rasguñado mi ventana, en ese momento sentí un escalofrío, un sudor helado recorriendo mi espalda, sentía como mi corazón estaba apunto de estallar mientras que «eso» estaba afuera, era una sensación de que alguien te estuviera observando, y yo no podía hacer nada para detenerlo. el sonido se hacia mas fuerte por cada segundo que pasaba, por cada pestañeo que daba, mi corazón parecía una locomotora que estaba fuera control, pero, en ese momento espabile, agarre la linterna y con un pulso del demonio corrí la cortina y alumbre la ventana…

En ese instante sentí como algo caía por mi rostro, un liquido cálido, se sentía como un abraso acogedor, eran mis lagrima de horror, de miedo a algo que jamas pensé que existiría, vi un monstruo que ni la mente mas enferma lo podría concebir.

Tenia el aspecto de una persona, pero entre mas pasaba el tiempo mirándonos, creía menos eso; estaba desnudo, su piel era de un tono gris y sus ojos no desprendían ni un signo de vida, su boca no poseía dientes, solo una gran encías de color rojizo.

Me miraba como excitado, podía ver como su vapor chocaba en mi ventana, lo único que recuerdo que hice fue pegar un grito tan desgarrador que me salio del alma. «Eso» no se si se asusto, o quedo satisfecho con lo que hizo, pero después de un pestañeo desaparecido.

Al día siguiente agarre mis cosas y me fui de esa casa.

Ahora, estoy viviendo en un departamento, obviamente tape la ventana poniendo un estante para cuando me despierte en la noche, así no veré a esa horrible criatura, pero a pesar de estas medidas tomadas, aun puedo escuchar algo que rasguña la maldita ventana, como burlándose de mi  y dándome a entender que nunca me librare de el.

propia

bogeyman

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