En las memorias de cierta localidad, se reportó un caso terrible, las familias estaban horrorizadas y muchos de los lugareños simplemente se rehusaron a hablar de ello, no podían aceptar los hechos. Yo me enteré por un primo lejano con el que casualmente tuve contacto por las redes sociales.
Un pueblo pequeño encierra secretos a voces pero en esta ocasión todos se pusieron de acuerdo para lograr que aquel suceso se mantuviera en el más hermético de los secretos. Al punto de negar categóricamente lo que pasó y así todos se convencieran de que nunca ha pasado nada ahí.
Sin embargo, siempre hay fugas, y más con la tecnología actual. Aun así, no hay nada que corrobore lo que pasó y no hay nada que diga que no sucedió.
Una familia entera estuvo involucrada y de todos sólo uno pudo sobrevivir. Pero ahora ha desaparecido, aunque hay comentarios de que en realidad esa persona está escondida. Este es uno más de esos secretos que no debería contar, pero que me tiene tan inquieto que quisiera compartirlo.
Pues bien, por comentarios de aquel familiar al cual contacté casualmente por las redes sociales pude enterarme lo que pasó en aquel pueblo
Un terrible acto de violencia sacudió a aquella pequeña población y cambió para siempre el semblante de las personas que la habitan. Si bien antes eran gente sencilla y trabajadora, eran alegres y hospitalarios, ahora, son huidizos y desconfiados.
Mi primo conocía bien a aquella familia involucrada en el suceso. Me contó que eran muy agradables y que todos en el pueblo los apreciaban mucho. Eran el padre, la madre y tres hijos, dos hombres y una mujer.
De todos ellos la única sobreviviente es la hija, que por cierto era la mediana.
La última vez que mi primo la vio, ella estaba irreconocible. Pasó de ser una niña normal, amable, alegre, etc. a ser prácticamente un negativo de su personalidad
El suceso se dio hace como 2 meses, es relativamente nuevo, pero no deja de ser escalofriante.
Una noche se vio llegar a la casa de aquella familia un vehículo muy lujoso, eso fue una semana antes de los fatídicos acontecimientos. Mi primo sabe que fue una semana antes porque un vehículo de esa clase no podría pasar desapercibido, era un auto negro, no tenía matrícula. Nunca se vio a nadie descender de aquel automóvil. Y dentro de la casa se escuchaba una gran algarabía. Todos supusieron que eran familiares de aquella familia que estaban de visita.
Al día siguiente, aquel auto había desaparecido. Ni Alicia ni sus hermanos fueron vistos esa semana y no asistieron al colegio, incluso a los padres no se les vio mucho por las calles. Las cosas se pusieron muy extrañas, esto en palabras de mi primo, “la casa de pronto se vio como obscurecida por una sombra, primo” me dijo, “era como si los colores de la casa hubieran perdido brillo, incluso de día los colores se veían diferentes. En un principio pensé que era mi imaginación pero luego de lo que pasó estoy seguro de que aquella “sombra” tuvo algo que ver”.
Además de aquel extraño fenómeno, me decía mi primo que por las noches se oían ruidos extraños, los vecinos rumoraban que eran lamentos, como llantos que eran acallados y que también se podía percibir unos destellos por la madrugada.
Durante 3 días las cosas siguieron así, los padres de aquella familia apenas sí se dejaban y ver y de sus hijos no se tenían noticias. Se sabía que estaban dentro de la casa por la cantidad de víveres que adquirió el padre en una de las ocasiones en que fue visto. El dueño de la tienda se lo contó a mi primo entre cotilleos y comentarios.
Al cuarto día, los vecinos comenzaron a notar la presencia de una pestilencia que venía de la casa y quisieron quejarse con el padre de la familia. Él se excusó rápidamente y dijo que en un par de días las cosas se arreglarían.
La comunidad estaba inquieta, comenzaron a recordar ciertos sucesos acontecidos cuando nació el primero de los hijos de aquel matrimonio. Los vecinos, le contaron a mis tíos, los padres de mi primo, que hacía 17 años cuando la esposa embarazada dio a luz al primogénito, éste aparentemente nació muerto, sin embargo, recurrieron rápidamente a la partera del pueblo, ahora difunta, la cual algunos decían que practicaba alguna clase de magia negra ya que era muy extraña y tenía costumbres que escandalizaban a más de uno. Pero ella no se metía con nadie y nadie la molestaba. Vivió en la zona más alejada del poblado, en unas pequeñas cuevas que acondicionó para vivir. Se recuerda que ella murió cuando una tormenta de dimensiones inusuales para la región provocó un derrumbe y fue sepultada ahí mismo.
Según aquellos vecinos, ese día se sintió por toda la propiedad y sus zonas vecinales un hedor muy penetrante, similar al que en esos días podía sentirse. Fue sorpresivo para todos cuando escucharon llorar al niño por primera vez. Y según aquellos vecinos, la vieja partera salió echada de aquella casa después de una fortísima discusión con el, en ese momento, nuevo padre de familia.
La partera salió maldiciendo y entre aquel escándalo, cuentan aquellos vecinos, la vieja sentenció que el señor del abismo regresaría a esa casa y cobraría por cuatro por haberla humillado de esa manera.
Mi primo, que estaba presente cuando los vecinos murmuraban aquella historia, sintió que los vellos de la espalda y de la nuca se le erizaron. “La verdad, primo”, me contaba, “ya no sé qué pensar. Luego de ver cómo terminaron todos, me siento muy asustado y mis papás están muy nerviosos, pues aunque han pasado dos meses, se puede sentir una presencia maligna en el aire, como si aquella sombra que estuvo primero en la casa de esa desdichada familia se hubiese extendido a todo el pueblo. Hasta los animales lo sienten, la aves han comenzado a emigrar antes de tiempo y el ganado está dejando de comer y de beber”.
Si bien, las cosas con el primogénito fueron extrañas, con los otros hijos todo fue muy normal. Se olvidó todo el incidente y las cosas marcharon bien para esa familia hasta esa semana. El padre, según contó el indiscreto dueño de la tienda del pueblo, le pidió muchos menjurjes y sustancias las cuales eran las mismas que solía pedirle la vieja partera. Uno de los granjeros, el que tiene sus tierras colindando con las cuevas donde murió la partera, vio al padre de la familia husmeando y cavando como desesperado donde debió estar el hogar de aquella desventurada mujer.
Algo sucedió al 6 día de la visita de aquel enigmático automóvil negro. Los vecinos no vieron nada, pero escucharon forcejeos y gritos que estuvieron seguros de que provenían del sótano de la casa.
Al día siguiente, se dio la fatídica noticia de que todos, excepto la hija, Alicia, fueron asesinados por alguna clase de bestia no identificada. Sus cuerpos estaban desgarrados, prácticamente partidos por la mitad, lo extraño fue que el corazón de los cuatro estaba quemado y tenía marcas como de mordidas. En el suelo del sótano yacía una especie de libro con cubierta negra con extrañas escrituras de letras rojas, como de sangre, el libro estaba dedicado a la vieja partera. A Alicia se le encontró en un rincón, paralizada.
El forense del pueblo se lo contó a su mujer y ella horrorizada lo comentó con su hermano quien resultó ser el dueño de la tienda del pueblo. Luego de que todos se enterasen, se tomó el acuerdo de nunca hablar de eso nuevamente so pena de ser expulsado de la comunidad.
Alicia quien, según mi primo quedó catatónica un día completo, al siguiente día, se repuso pero no volvió a ser la misma. Según algunos, el mismo automóvil lujoso la fue a recoger al sexto día de que la familia murió, pero otros dicen que simplemente desapareció y que se llevó el libro consigo.
Mi primo me contó que sus padres piensan mudarse de ese lugar y él está ansioso porque así suceda.
Created By: / Yrvoz / 13:32 28 ago 2014 (UTC)