Hola lectores esta es mi primera Creepypasta espero sea de su agrado, esta es algo que le sucedio a un conocido.
No era la primera vez que la veia, Elisa era su nombre, fuimos juntos durante el jardin de niños y la escuela primaria sin embargo, jamás le hable, ahora ella ya debe estudiar la preparatoria, yo no he conseguido pasar el examen.
Paresera un poco enfermo pero, es la verdad, todos los dias mientras volvia de mi empleo la veia sentada en el columpio de la orilla derecha, sola y con la mirada perdida hacia el cielo, me preguntaba que pensaba y que la hacia estar ahi todos los dias a la msima hora, sin embargo, no tenia el valor para preguntarcelo.
Una tarde yo volví más tarde de lo usual y ella seguia ahi, sentada mirando el cielo, pero, habia una diferencia, esta vez Elisa estaba triste, no soporte ver esa expresion en su rostro, yo tenia un recuerdo de ella con una sonrisa cuando era niña, verla con la vista perdida ya me era dificil de creer así que triste me era insoportable, me sente a lado de ella y le pregunté; «que sucede? no hay nada que valga tanto como para hacerte poner esa cara»
ella respondio; que quieres?
pense que la habia incomodado con mi inesperada aparicion, ademas esa era la primera vez que hablabamos, seguramente para ella yo era un desconocido pero a pesar de ello, segui pplaticando con ella
-Solo quiero saber ¿que es lo que te hace poner una expresion así?
Ella me dijo; -Nada en especial.
Esa respuesta me hizo entender que como yo lo pensaba, para ella era un intruso.
Estaba a punto de levantarme e irme cuando ella me dijo;
-Todos los días pasas por esa calle cierto?
-si- le respondí, ese comentario me impresionó bastante, porque no tenia idea de que ella se hubiera percatado de mi existencia. De esa manera continuamos hablando de cosas triviales, como el cielo, el parque y esa clase de cosas, sin embargo su expresión no cambio durante toda la conversación, insistí de nuevo y pregunte que le sucedía, esta vez miró hacia el cielo y me contesto;
-La vida no es justa, para nadie. Hace unos años murió mi madre, nos fue difícil pero, papá y yo lo conseguimos, salimos adelante el y yo lo hicimos juntos. Solamente nos teníamos el uno al otro y no necesitábamos de nadie más pero, hace poco mi padre empezó a llevar una mujer a nuestra casa.
Ella no me agrada, desde que llego mi padre no me presta la atención de antes y las actividades que solíamos hacer juntos se habían ido reduciendo, mi Papá y Yo acostumbrábamos jugar en este parque cuando yo era niña, no pude soportar perderle a el también, así que escape, y espero que algún día el venga por mi, lo extraño y me pregunto si; ¿el también me extrañará?
Me quede en silencio unos minutos después de lo que me había dicho, y entonces le respondí;
-Por supuesto que te extraña ere su hija!………. no importa que este viendo a otra mujer aún eres su hija y debe estar preocupado por ti.
-Si es cierto, soy su hija y seguro que me extraña ahora que no tiene nada.- me dijo sonriendo
Verla sonreír me hizo ignorar sus palabras anteriores, estaba tan feliz porque en ese momento se veía tal y como era cuando niña. Ya se había hecho muy tarde y yo no había avisado que salia tarde del trabajo en casa así que, a pesar de no querer, me despedí de ella y acorde visitarla nuevamente al día siguiente.
Al otro día salí corriendo de mi trabajo, esperando encontrarme con ella nuevamente, para mi sorpresa ella ya no estaba en el columpio, no deje que eso arruinara mis planes así que fui a visitarla a casa, al llegar y tocar el timbre su padre atendió la puerta, pregunte por Elisa pero, lo único que conseguí fue un puñetazo en la cara y un azotón de puerta, no entendí porque así que solo me retiré.
Pasó una semana y a ella no la volví a ver en ese columpio, no podía dejar las cosas así, por eso me puse a investigar pero, solo logre enterarme de que ella habia muerto unos meses atras, se suicido despues de golpear brutalmente a la novia de su padre y asesinar a su padré, ¿Qué? ¿Como me entere?……. es que yo le ayude…………….
Me conto esa historia mientras estabamos sentados en un columpio, el estaba en el de la orilla derecha.
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Fernando Lee Ramírez Narukami