Él nos quiere a nosotros tres

Hola a todos los CreepyPasteros que están leyendo esto! Quiero decirles que este es mi primer Creepypasta y que por favor critiquen, comentes, voten, y corríganme lo que les parezca necesario para mejorar en los siguientes CP.

«sexto sentido. Pocos nacen con él. Es ese sentido sobrenatural que pasa sobre todas las cosas vidibles, audibles, o tangibles del mundo. Ésta historia no es sobre mí. Esta historia es sobre Él. A los ocho años, mi hermano, mi prima y yo perdimos a nuestra abuela. Estánamos con ella ese día, por desgracia. La encontramos tirada en el suelo perdiendo mucha sangre, la cual no sabíamos de donde procedía. Ella sólo nos dio lo que tenía. A mí me dejó una pulsera metálica con algo que salía de la parte inferior. Como la de un cristiano, pero en vez de una cruz tenía algo parecido a una estrella; a mi hermano le dejó una cadena de oro con una medalla sin nada en ella, y a mi prima, le dijo que era algo humilde, pero que no tenía nada mejor que darle: una rosa. Una rosa bien roja y sin espinas.

Ahora teníamos 15 y salíamos de excurción a un extraño pueblo en el que debíamos dormir. A la noche, escuchaba ruidos, mi hermano tenía pesadillas, y mi prima se asustaba al ver que su sombra era rara. Los sonidos a la noche no me dejaban dormir, por lo que decidí dar vueltas por el pasillo, ir al baño y volver, cualquier cos con tal de no dormir. Pero me topé con un hombre extraño que no había visto antes en el hotel. Estaba parado frente a mí y hasta creí verlo caminar hacia mí. Me asusté. Corrí. Tropezé. Me levanté. Corrí de nuevo. Fue una reacción extraña, pero sólo respondí despertando a mi hermano, quién sólo corrió detras de mí hasta llegar al cuarto de mi prima. Ella estaba despierta y de pie. De hecho, estaba en frente de la puerta. Nos siguió hasta la puerta principal, dónde lo encontramos de vuelta. Ella dijo una palabra aterradora. «ÉL». Nos congelamos, y recordamos todo. Ese día, ese tétrico día. Él debía tomar el alma de mi abuelau alma y llevársela al diablo. Pero ella prefirió morir y entregarle nuestras almas. Por eso nos dio esos objetos malditos por el mismo. Ahora nos tenía. Y en su cuello tenía una cadena de oro con un medallón colgando. Y en su muñeca tenía un brazalete con una estrella. Y en su mano, una rosa, marchita».

Yo

Juan Cruz