Es difícil recordar un mal momento y más cuando este cambió tu vida de forma repentina
Nunca me interese en la Hechicería o Brujería, porque a decir verdad nunca estuve bien documentado acerca del tema, pero nunca creí que eso fuera la causa de mis pesadillas y miedos. Ya no tengo razones para vivir, tengo miedo de que me encuentren, pero no les daré el gusto de hacerme lo mismo que le hicieron con Trey.
Junto a Trey, mi mejor amigo, nos gustaban los misterios.
La familia de Trey me invitó de vacaciones a la casa de sus abuelos. Yo acepte a ir porque quedaba en un lugar alejado de la ciudad y quería un poco de aire fresco. La casa de los abuelos de Trey tenía un estilo victoriano, con un aspecto agradable, se localizaba en un pequeño pueblo llamado Street One, el cual estaba rodeado por un bosque.
Es difícil recordar los sucesos de ese dia.
Estábamos con Trey aburridos en la biblioteca de sus abuelos, viendo los libros que tenían, habían de diversos géneros desde Sherlock Holmes hasta El Don Quijote dela Mancha. Los libros que más le interesaban a Trey era aquellos que trataban de simbología y enigmas secretos. Yo me inclinaba más a la literatura de epica. Ya estaba anocheciendo y el dia se estaba tornando aburrido, asi que Trey me convenció de ir a dar un paseo al bosque; yo no quería ir porque ya era tarde, pero como ya dije nos gustaban los misterios, ademas no creo que se fuese a presentar mejor ocasión que la de esa noche.
Estaba equivocado
Salimos de la casa con una linterna cada uno, caminábamos a través de las calles empedradas de aquella pequeña ciudad de Street One, los niños jugaban pelota en las calles. Al llegar a la entrada del bosque un escalofríos corrió por nuestros cuerpos, estábamos petrificados por el miedo de lo que podríamos encontrar ahí dentro.
Empezamos a caminar por aquel bosque frío donde no había rastro de alguna persona o otra cosa lograra captar nuestra atención. Estábamos a punto de rendirnos cuando llegamos a una pequeña zona abierta, donde se encontraba un fogata prendida. Nos pareció extraño que no se encontrara nadie a los alrededores o eso pensábamos.
Trey se acercó a la fogata y tomó un gran libro que se encontraba tirado, aquel libro daba un aspecto escalofriante y oscuro que le ponía los pelos de punta a cualquiera que lo viera.
— Es un grimorio — dijo Trey asombrado.
— ¿Que es un grimorio? — pregunte.
— Un grimorio es un libro de brujería — respondió Trey —, que contiene lista de demonios, instrucciones para lanzar encantamientos y hechizos…
— Y también convocar entidades sobrenaturales — interrumpió una voz rasposa.
Asustados volteamos a ver y se encontraban ocho personas encapuchadas detrás de nosotros.
— Suelta el grimorio —gritó la voz rasposa un poco molesto.
Trey se inclinó y dejó el grimorio donde lo había encontrado. Antes de poderse levantar los encapuchados nos tomaron a Trey y a mi. El miedo que teníamos en ese momento era demasiados, ya que no nos podíamos escapar ni uno de los dos.
— Ya que están presentes — exclamó un voz ronca distinta de la anterior —, uno de ustedes nos pueden servir.
Uno de los encapuchados sacó un gran cuchillo y tomando el grimorio pronunció.
Corpus hominis corpus gero.
Hic nocte et sanguinem innoxium.
Adsit ad occursum.
Cuando terminó de recitar aquella frase. Acuchilló a Trey en el pecho, justo en el corazón. Los gritos de Trey fueron horribles. El encapuchado lanzó el cuchillo al fuego y este lanzó una gran llamarada. Después de lo ocurrido los encapuchados se inclinaron soltandome y fui a auxiliar a Trey quien todavía estaba dando gritos de dolor en el suelo.
— Toma el grimorio y salvate — susurro Trey diciendo sus últimas palabras.
El cuerpo de Trey sin vida yacía tirado en el suelo. Varios ruidos comenzaron a brotar de los alrededores de los árboles fríos y secos. El grimorio estaba en el suelo cerrado, la portada estaba hecha de pedazos de piel, recordando las últimas palabras de Trey lo tome y sali corriendo escondiéndome en un arbusto. Unas extrañas criaturas con piel blanca y garras enormes, salieron de los árboles.
— Es un gran honor — dijo uno de los encapuchados poniéndose de pie —, nosotros somos los responsables de que est…
Una de las criaturas se lanzó hacia el encapuchado que estaba hablando y comenzó a devorarlo. Los encapuchados se pusieron de pie rápidamente un poco asustados.
— Nosotros somos sus invocadores — dijo asustado el encapuchado que tenía la voz rasposa—, tu sacrificio se encuentra en el suelo tirado.
— No tienen idea de lo que han hecho — respondió una de las criaturas con una voz perturbadora
Todas aquellas criaturas se lanzaron hacia los encapuchados descuartizando cada parte de su cuerpo. Junto en ese momento reaccione, me levanté y corrí en dirección de la ciudad.
No olvidaré esa noche, esa maldita noche. Logre escapar de esa situación pero me están siguiendo, buscan el grimorio. He intentado quemarlo pero no funciona. No puedo dormir sufro de insomnio no se cuanto tiempo aguantare, lo único que sé es que no dejaré que me encuentren, enterré el grimorio en un lugar donde nadie lo encontrara.
4 comentarios
yo… el grimonio ¡ME PERTENECE!
No seas tonto, usar el grimorio. Ellos te condenaron, condenalos tu a ellos. Posees algo muy poderoso, aprende a usarlo y usarlo en contra de los que te atormentan
Tiene razón
Epico, 8 estrellas