Era una nublada mañana de reyes. En mi casa, encontré el juego, «Pokémon Perla» y una DSi de color verde esperanza al lado de la caja del juego. Metí el cartucho. Después de completar los datos de mi perfil, pasé de la nueva función de la cámara, y me dirigí al cartucho. Pero, en vez de salir la Poké Ball en un fondo magenta, salía la cara de un Pokémon que no recordaba. Yo era una fan de Pokémon, tanto que me resultaba raro ver uno que yo ni siquiera reconociera, en ese insante, encendí el juego, seguro que era la mascota del juego, y salía al empezar, cuando te dice: «PULSA START». Pero, ni si quiera me topé con el menú antes mencionado. Salió un fondo negro y apareció un cuadro de mensaje, hablaban dos personas. Esto fue lo que dijeron:
«???: … ¿Hola?»
«???: … Hola».
«???: Hola. ¿Que tal?»
«???: … Me persigue, no me deja ni dormir…»
«???: Socorro…»
Después de eso, una música tétrica empezó a sonar. Pasó de ser tétrica a ser relajante, un piano y un sonido acústico de fondo. De repente la música se paró. El piano, empezó a sonar como si alguien enfadado lo aporreara. Y el sonido acústico del fondo empezó a desafinar. La música paró, y apareció otro cuadro. Esta vez decía:
«???: ¡¡¡Socorro!!!»
«???: Te comprendo. A mí también me torturaron. Pero… ¡Te lo mereces!»
Ahí empezó el juego. Todo lo tétrico desapareció, o al menos, eso parecía. Salió un fondo de color blanco, y salió un cuadro de texto. Hablaba el Profesor Serbal:
«Prof. Serbal: Hola. Sentimos lo de antes.»
Empezó a hablar alguien más.
«???: …, …, …»
«Prof. Serbal: Ahora te toca a ti… ¡¡Te toca a ti!! ¡¡¡Sufrirás igual que yo!!!»
«???: …, …, … …, …, …»
Aparecieron tres Poké Balls. En vez de Turtwig, Chimchar y Piplup, simplemente había tres Pokémon iguales: el mismo Pokémon que en la foto del cartucho. Ahí lo pude reconocer. Un Duskull, pero este no era de el mismo color que un Duskull normal, este era variocolor. Al escoger al primer Duskull, salió un cuadro de texto:
«…: …, …, …, …, …, …, … … Eh… No… No puedo… No puedo más…»
De repente aparecí, con mi sprite masculino en una zona nevada, con una ventisca enorme, igual que en Ciudad Puntaneva. El menú se abrió solo. No lo podía quitar, la única opción que había era la de mi carnet de entrenador. Al abrirlo, vi, una cosa que aún hoy me aterra. Mi sprite, no era el típico de chico, este era de chica. Llevaba una camiseta de palabra de honor de flores, unos pantalones pitillos y unas «Converse», llevaba la misma ropa que llevaba yo en ese momento. El sprite, estaba de pie, de repente se tiró solo al suelo, y empezó a rodar. Tirada en el suelo, «yo» me empezaba a quemar poco a poco, de repente, el sprite se levantó. Casi era un cadáver, su piel estaba chamuscada, y su cuerpo se deformó por el fuego. El medallero se abrió. Todos los líderes de gimnasio estaban chamuscados. De rpente, empezó a llover en la calle (en la vida real, no en la videoconsola). Cayeron truenos enormes y yo estaba muy asustada, no sabía que hacer. Decidí apagar la videoconsola, y olvidar todo lo que pasaba, pero, no se apagaba, ni quitando el cartucho, y me picaba demasiado la curiosidad como para dejar ahí la DSi tirada en el sofá y pasar de ella hasta que se le acabara la batería. Apareció un fondo rosa, como la introducción en la que el Profesor Serbal te pregunta tu género y nombre. Pero apareció su sombra, y me dijo:
«Hola. Me han informado de que no tratas bien a los Pokémon».
El profesor tenía una bufanda, cogió los dos extremos, los estiró, y se estranguló a sí mismo. Su cabeza estaba tiraba en el suelo, chorreando sangre. De repenete, un pantallazo negro, y volví al profesor. Esta vez tenía su cabeza en su sitio. Me dijo:
«¿Has visto lo que puede pasar si no los tratas bien? ¿Nunca has jugado a otros juegos en Sinnoh? ¿Nunca te has preguntado el por qué Maya te dice: «Si no tratas bien a los Pokémon… Deja deja, no quiero ni pensarlo»? Esto es lo que te pasará. ¡¡Ahora muere, Huevo Malo 111111111111111111111111111111111111111111111111111111!!» No sé por qué me llamó «Huevo Malo 111111111111111111111111111111111111111111111111111111». Pero apagué la DSi, y fui corriendo a contárselo a mi madre, la que no entendía nada de lo que le contaba. Al final, quemamos el cartucho, que me habían comprado en un mercado negro. Actualmente, tengo «Pokémon Perla» verdadero, que me he pasado 100 000 000 de veces, y nunca me ha dado problemas. ¿Qué mente demoníaca habría creado ese hack? Aunque, me aterró y me creó una cicatriz emocional, hay que reconocer que me gustó la experiencia, nunca había vivido un creepypasta. Seguramente, el creador del hack, habrá querido comunicar, que a todo el mundo debe tratársele bien, por muy malo que sea.
Aunque, yo solo soy una niña que no comprende el sentido de la muerte hasta que lo experimente. Aún hoy, temo que el cartucho no se quemara del todo, y que actualmente, alguien lo tenga…
4 comentarios
Yo quiero un cartucho asi!!
para morir ? creeme mi hermano ha muerto por ese juego es maligno
tu hermano se murio en tu imaginacion
tu hermano se murio pero en tu imaginacion