Detente “sheya”…por favor

Descubrí el siguiente relato mientras preparaba una exposición de fotografía para un examen de mi universidad, una amiga me comento de una historia que suelen  contar los fotógrafos rusos que se aventuraban a tomar algunas capturas de pripyat en la actualidad.

 

 

“ No recuerdo bien que noche comenzó. Quizás fue de día, ella misma se encargo de borrar ese recuerdo de mi mente.

No se cual fue la grieta en mi cabeza que la dejo entrar…solo se que forma parte de mi, forma parte de mis decisiones

me dice cuando tener hambre y cuando despertar…me susurra al oído, mintiéndome, haciéndome creer que mi mundo Sin ella es apocalíptico…nadie va a entender nunca lo que estoy sintiendo…me llama…por mas que la sepulte Siempre me llama…ME ESTA LLAMANDO AHORA…simplemente no puedo…no…..

Bailamos juntos en los rincones mas oscuros…NO ENTIENDO QUE QUIERE DE MI ?…ya le di mi televisor…le entregue también varios de mis dientes…las uñas de una mano…una noche, tratando de hacer que se detenga, intente desgarrar el cemento…Pero solo vi como mis dedos le entregaban algunos pedazos de carne a la pared…

Sabe como jugar conmigo, sabe lo que mas odio, sabe lo que mas quiero…Ella me quito lo que mas quería…

Sonríe…ella sonríe mucho…sonríe a carcajadas en mi oído cuando trato de dormir…ella me mantiene despierto…solo se que mientras estoy con ella no puedo acercarme a una bañera, pues,

Mato a dos conocidos míos mientras se bañaban…y los dejo ahí…sumergidos…pálidos…blancos…

Casi tan blancos…si, muy blancos

Cuando logro matarme…en realidad cuando logro que mi corazón se detenga, porque muerto estoy desde el día…o la noche…en la que la deje entrar en mi..…pude verla…era una anciana con un manto blanco…blanco como el color de esos conocidos míos que sumergiste…una anciana que se reía a gritos…los mismos gritos que no me dejaban dormir por días…los mismos gritos que hacían sentir a mi cuerpo poseído por un tren a vapor…los mismos…los mismos gritos que me incitaban a matar a esas personas…te vi anciana…reías y saltabas a mi alrededor…clavabas tus dientes pestilentes y tus uñas largas en mi cuerpo cadavérico…como si yo fuera un trofeo…tu sonrisa ocultaba una maldad demoníaca…saltabas sobre mi…contenta y gritando…

Pero 14 golpes en mi pecho…los conté…claro que los conté…14 golpes secos, Como el sonido de un tambor tribal… Me alejaron de ti..Pude notar el odio en tus ojos mientras me arrastraban lejos…pude oír el grito desgarrador que emitiste…que se entrelazaba con alguien que me pedía que despierte.

Y aquí estoy…lejos de todo…lejos de ella…pero no puedo alejarme de su risa frenética

Mis dientes no van a volver a crecer, mi cuerpo no va a ser el mismo…mi aspecto esquelético  no puede cambiar tanto…BASTA  SUSURRAME AL OIDO…no me apresures…esta clínica de rehabilitación es muy segura sabes?…pero no tan segura como para que no consiga un pequeño pedazo de vidrio…NO ME APRESURES MAS…por favor…solo un minuto mas…no creo que quede mas sangre en mi cuerpo…al fin vamos a estar juntos de nuevo..y vas a poder clavarme tus uñas y morderme con tus dientes pestilentes de nuevo..Solo un minuto mas…..”

 

Nota suicida encontrada en la habitación  de un adicto a la “Sheya”, una droga ucraniana fabricada con varios compuestos químicos y  con una especie de enredadera que solamente crecía en pripyat, chernobyl.

Se registraron solo 20 casos en el mundo…cada uno de los adictos acababa con su vida, atribuyendo el suicidio al acoso interminable de una anciana.

sheyya

sheya...basta

resakaa

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