¿Qué es esto? Está oscuro. Acababa de despertar y no sabía dónde estaba. Miré a mí alrededor para intentar saber dónde estaba. Para mi sorpresa vi que era un pequeño sótano. ¡OH DIOS! Todo cubierto de sangre. Vi manchas de sangre por todos lados, intestinos, trozos de carne…no parecía carne de animal.
Seguí viendo y encontré varios cráneos y cadáveres. La atmósfera era terrible, todo oscuro, con insectos, telas de arañas y un matadero ahí adentro….creo que iba a vomitar. Lo intenté pero no salió nada, estaba vacío por dentro.
Miré mi cuerpo y me di cuenta de que estaba desnudo, mi piel al descubierto…por alguna extraña razón me avergoncé de ello…esa situación no lo ameritaba.
Me di cuenta de que estaba parado en un círculo…era un….pentagrama…echo de sangre…! OH DIOS! ¿Qué hago parado aquí? ¿Quién me trajo aquí?-Dije-No recordaba quién era, ni mi propio nombre. Tenía tantas preguntas que en ese macabro lugar no iba a poder responder, así que me decidí por salir. Subí lentamente las escaleras del sótano que eran alumbradas por un pequeño foco colgante que se movía débilmente de un lado a otro. Pisé sangre de las escaleras manchando la planta de mis pies. Vi también restos de sangre seca y carne podrida….me pregunté cuanto tiempo llevarán ahí.
Seguí subiendo lentamente las escaleras que rechinaban con cada paso, echas de una madera tan podrida que sentía que en cualquier momento se caerían. Finalmente terminé de subir las escaleras, y con mucho cuidado abrí la puerta frente a mí. No quería que alguien me escuchase salir de ahí.
Necesitaba escapar de donde sea que esté, de donde sea que me trajeran. Necesitaba escapar de aquí, como sea.
Vi un largo pasillo con varias puertas y al final del lado izquierdo una sala con un sofá muy sucio. Del lado derecho del pasillo una escalera que llevaba a un lugar aún más profundo y oscuro. Me pregunté hacia dónde llevaban, pero no me arriesgaría a ver qué hay, mejor intenté salir de ese lugar, ni siquiera me molesté en saber qué pasaba ni en ver todas las puertas, solo pensé en salir de ahí e irme a algún lugar donde poder estar seguro.
Me dirigí hacia la sala que tenía la puerta principal. Caminé por el pasillo que tiene una alfombra de color rojo, unos pequeños muebles con plantas muertas y cuadros colgados en la pared sobre satanismo, todo estaba muy deteriorado, los muebles muy podridos y sin color, llenos de polvo y telas de arañas al igual que las paredes, las plantas y los cuadros…los cuadros….me daba un escalofrío verlos…sentía como si todas las caras pintadas me observaban. Esa virgen llorando sangre, el otro cuadro con un demonio comiendo pobres almas en pena en el averno, un Jesús en una cruz invertida, sangrando por sus poros y un cielo color sangre con una luna escarlata.
Por fin terminé el pasillo y llegué a la sala con un mueble que tenía un televisor muy antiguo y con la pantalla rota, ventanas tan empolvadas que ni la luz de la noche entraba por ellas, había más cuadros satánicos por las paredes al igual que en el pasillo, el sofá empolvado era para tres personas y tenía una camisa con un pantalón…como si alguien lo hubiese dejado para mi…eso me perturbaba un poco, pero de igual forma me los puse. La ropa olía muy mal, literalmente olía a cadáver…me pregunté si sería de alguna persona que tal vez murió ahí…pensar en eso me aterró.
Esquivé el sofá y caminé lentamente a la puerta de entrada, puse mi mano en el pomo de la puerta -al fin saldré de esta locura- pensé, pero al intentar girar el pomo, nada ocurrió, la puerta estaba cerrada y al parecer necesitaba una llave…supuse que esta medida era para que la gente como yo no escape. Supuse también que debería encontrar la maldita llave si quería salir.
Maldición-Dije-, tendré que buscar la llave por este lugar, no me agrada la idea, me provoca pavor, pero debo hacerlo.
Revisé cada puerta del pasillo y solo encontré salas vacías.
Comencé a desesperarme, mi respiración, pulso y latidos se aceleraron.
Miré hacia el segundo piso al que se puede subir por la sala al final del pasillo.
Ya revisé cada puerta del pasillo y solo encontré mugre, insectos, telarañas y polvo, nada que me sirva y cuando me dispuse a subir al segundo piso, escuché…oh por dios…un gruñido que venía de las escaleras del otro extremo del pasillo…oh dios, como esperaba no estaba solo en ese lugar, pero su gruñido era muy particular, no era como el típico gruñido, esto era como un lamento, muchas voces lamentándose, como si sufrieran. Cada vez entendía menos qué pasaba, pero me escondí rápidamente dentro de una de las habitaciones vacías del pasillo al sentir pasos de ese lugar…sea lo que sea que haya ahí, no quería que me encontrara…
Sentí cómo ese “algo” subía las escaleras lentamente, así que me puse a espiar por la hendidura en donde se pone la llave. Se tomó su tiempo…al fin subió…lo que vi era abominable, Era un ser compuesto de dos cabezas con ojos cerrados y cocidos, sus dos cabezas provocaban esos lamentos de dolor, de su hombro derecho vi salir un brazo muy delgado, putrefacto, en los huesos y en su hombro izquierdo salía una protuberancia que tenía la silueta de un rostro melancólico que gritaba en agonía, como si quisiera atravesar la piel de esa cosa y huir de aquel cuerpo. Sus brazos eran muy grandes y largos, llegando a más debajo de la rodilla del monstruo, sus venas se marcaban en la piel. Su brazo izquierdo era una deformidad, justo en donde estaba el codo su brazo se dividía en dos, que se movían independientemente y los dedos de sus dos manos izquierdas eran largos y sin uñas. Su pecho y abdomen parecían hechos artificialmente, como si hubieran tomado piel de humanos y los hubiesen unido con un clavo, toda la piel estirada pero al nivel de que se arrugaba, En su pectoral derecho vi un ojo muy grande que miraba nervioso a todos lados y en su pectoral izquierdo entre toda su piel viscosa y arrugada vi otra silueta de un rostro adolorido y melancólico. Era el cuarto rostro que veía en ese ser. Al final de sus piernas musculosas y grandes donde debería haber un par de pies había en realidad cuatro grandes dedos, pero al fijarme bien no eran dedos, sino que eran cuatro pies unidos en cada pierna. Al centro de su pecho se veía expuesto su corazón, las válvulas y venas también, latiendo a un ritmo lento pero estable.
La monstruosidad se paró justo frente al cuarto donde me escondía, empecé a temblar de miedo, y me recorrió por el cuerpo un sudor helado que me ponía de los nervios. Contuve mi respiración para que no pudiera oírme, aunque no le veía ningún oído u oreja.
Estaba tan cerca de mí, pude oler su putrefacción, me revolvió el estómago, temía que me hubiera descubierto, no sabía si huir o quedarme quieto ¿me habrá descubierto o no? Preferí quedarme quieto y esperar a ver qué pasaba.
Al cabo de unos minutos el monstruo siguió caminando lentamente, lo logré sentir subiendo al segundo piso lentamente, sentí un peso liberarse en mí, todo el nerviosismo se fue cuando el monstruo también lo hizo.
Decidí bajar por las escaleras que estaban en ese pasillo, si esa cosa se fue no creo que hubiera algo más ahí abajo, abrí la puerta del cuarto y volví a entrar a ese pasillo, comencé a bajar esas escaleras muy lentamente intentando evitar que emitieran ruido alguno. Al terminar de bajar las escaleras me encontré con un lugar bastante pequeño, solo eran cuatro paredes iluminadas por un foco al centro del lugar y justo bajo la fuente de luz una silla de madera bastante vieja. En esa escalera encontré un trozo de papel, me acerqué a él y lo comencé a leer, decía:
“Es 30 de noviembre, cada punta del círculo está completo, yo y mis 4 compañeros estamos listos, tenemos nuestras antorchas y los sacrificios están listos para el ritual, hoy a la media noche pondremos a los sacrificios vivos en el círculo, espero todo salga bien cuando el ritual se lleve a cabo.”
Era todo tan extraño ¿Quién escribió eso? ¿De qué hablaba, a qué se refería con eso de sacrificio? ¿Habré…sido yo uno de esos sacrificios? De todas formas en ese lugar solo encontré eso, me esconderé nuevamente y cuando esa cosa baje subiré al segundo piso a buscar la llave para salir de aquí-Pensé-. Ya no pensaba quedarme más en ese lugar, me iré y olvidaré todo lo que pasó-Dije con convicción-. También intentaré recordar qué es lo que pasó conmigo, por qué no recuerdo nada de mí.
Me escondí nuevamente en otra habitación del pasillo y esperé paciente a que el monstruo bajara del segundo piso. Pasaron 20 minutos, 2 horas y nada, no sentía nada y cuando creí que nunca bajaría sentí esos mismos pasos de sus ocho pies por cada escalón del segundo piso, al fin estaba bajando. Lo sentí caminar por el pasillo y bajar a esa sala sola, solo esperé que no se enterara de que estuve ahí.
Cuando al fin bajó las escaleras me dispuse a salir de ahí, fui rápida y silenciosamente al segundo piso.
Había varias habitaciones también en el segundo piso, eran habitaciones comunes y corrientes, que contenían una cama, con un armario, plantas muertas, mucho polvo y telas de arañas. También encontré un baño, muy sucio y mal cuidado.
Cómo esperar que solo me quedara una habitación y aun sin encontrar la llave ¿Qué me espera si en ese lugar no está la llave? ¿Qué haré? ¿Tendré que huir por la ventana? Tal vez si, esa será mi única opción, de algún modo salir por ella sin que no me escuche esa cosa-Pensé-.
Bueno, no pensé mucho en aquello, no sacaba nada preocupándome. Así que decidí entrar a la última polvorienta habitación. Abrí la puerta lentamente para no provocar ruido y cuando entré a esa habitación me di cuenta de lo muy distinta que era, tanto que casi liberé un alarido de mi interior que hubiese sido capaz de alarmar a esa cosa, Logré cubrir mi boca con mis temblorosas manos.
Vi una habitación echa de láminas de metal oxidado y ensangrentado, Por toda la habitación vi expuesto un innecesario sistema de cañerías y un montón de cables que no conducían ningún tipo de electricidad. Algunas cañerías estaban oxidadas y rotas, lo que provocaba varias goteras que mantenían el alfombrado piso verde con charcos de agua, también de sangre por supuesto. Había un mueble pequeño con un cajón y no existía una cama, solo un conjunto de fierros oxidados que servían para sostener un colchón.
Instintivamente revisé dentro del cajón y encontré un gran manojo de llaves…todas eran exactamente iguales, así que decidí separarlas y ponerlas en un bolsillo del pantalón para que al usarlas, las ya usadas se guarden en el otro bolsillo y así no confundirme…solo esperaba que no hicieran mucho ruido.
Comencé a bajar las escaleras para llegar a la sala con la puerta principal. Observé las escaleras que conducían hacia esa cosa para asegurarme de que no viniera. Observar ese lugar hacía que mi corazón se acelerara y me pusiera a sudar y temblar.
El pavor y la adrenalina se apoderaron de mí al estar frente a la puerta, y en mi desesperación un nuevo pensamiento surgió en mi mente ¿Qué me depara afuera? ¿Qué habrá allá? ¿De verdad es más seguro afuera que aquí adentro? Si existe un monstruo como ese aquí ¿Qué me asegura que no hallan más como él o peores aún? No logré pensar más en mi situación cuando sentí que el monstruo de pesadilla se comenzaba a mover de nuevo. Empezó a subir las escaleras con su respectivo alarido de dolor y rápidamente probé una por una las llaves…ninguna funcionaba, esto es malo. Mis manos temblaban demasiado, me costaba introducir la llave en la ranura y el sudor recorría mi frente cayendo al piso. Miré hacia atrás y logré visualizar las protuberancias del monstruo, lo que en mi desesperación provocó que las llaves cayeran al piso. Me arriesgué con las tres llaves que me quedaban. Puse la primera y no funcionó, el monstruo cada vez más cerca, puse la segunda y logré abrir la puerta.
Mis ojos lagrimeaban por la adrenalina, pero logré abrir la puerta.
Comencé a correr y a alejarme de esa casa de tortura y me encontré con una planicie rodeada de árboles. Solo corrí en línea recta, por fin logré escapar de ese lugar. Vi una silueta frente a mí, una silueta negra ¿Será amigo o enemigo?-Pensé-.
Seguí corriendo y me desvié a la derecha para esquivar la silueta pero algo ocurrió. La silueta se puso frente a mí de la nada, como si desapareciera de donde estaba y apareciera mágicamente frente a mí. Me golpeo con la silueta, la veo, es muy alta, de unos 2 metros creo yo. Vi su rostro, estaba cubierto con una capucha pero divisé una nariz muy larga y arrugada, le faltaban dos dientes y tenía unas pestañas muy largas, sus ojos eran caídos y profundos, su cara era muy arrugada y su cabeza tenía solo unos contados mechones de cabello blanco, era una anciana muy aterradora. Me tomó de los brazos, muy fuerte, dolía mucho y la anciana me dijo:
“oh, has despertado hijo mío ¿Qué haces aquí afuera? Volvamos adentro”
¿De qué estaba hablando esta anciana? La saqué a un lado y seguí corriendo, pero sus palabras resonaron en mi cabeza, no salían de ahí, pero seguí corriendo y me alejé, y me alejé, y me alejé, y no paré de correr y alejarme hasta no estar nunca más cerca de ese lugar.
…….
…..
…
Sigo escribiendo esta historia de mi vida, han pasado varios meses desde que escapé y por fin, pensando en lo que me dijo esa anciana ya recordé todo, recuerdo quien soy, recuerdo por qué estaba ahí, por fin me di cuenta de quién soy y quién era ella, qué es ese lugar.
Ahora recuerdo, los experimentos, cómo esa anciana y su grupo de compañeros experimentaban con gente, cómo es que crearon a esa bestia que tanto me atemorizó, el cómo…me crearon a mí, cómo usaron a unas personas para crearme a mí…no…más que nada para liberarme de donde estaba, pude despertar en el pentagrama y fui liberado. Ahora estoy empezando a tener hambre, no eh comido desde que me dieron esos sacrificios y ahora comenzaré a comer, comeré de nuevo, hasta saciar mi apetito, hasta que este lugar ya no tenga más comida que ofrecerme, estaré aquí mucho tiempo, de verdad mucho tiempo. Al fin recordé mi nombre, pero no te lo puedo decir, no quiero que mi comida se atemorice, la carne tensa nunca es deliciosa.