Blue Rose…

Siempre había sentido que en las noches me observaban, pero todo mundo suele sentirlo, ¿cierto?

 

Pero la noche del 15 de junio del 2003 fue diferente, pero no lo sentía así en ese entonces, ni siquiera sentía que me estaban vigilando, tal vez porque estaba con Joshua, mi mejor amigo, estábamos de vuelta de un baile que tuvimos en la secundaria, obviamente yo usaba converse porque odiaba los zapatos altos, pero aun así llevaba un vestido blanco y él, Joshua se miraba tan atractivo; realmente salimos temprano, era la 1:00 a.m pero probablemente mi madre me asesinaría cuando llegara a casa en especial por que no había llevado el móvil.

 

Joshua iba a acompañarme a casa, pero de pronto se enfermó, así que le pedí que se quedara en la suya ya que estaba más cerca que la mía y lo cierto es que él no se negó.

Vivíamos en un pueblo algo grande, pero mi casa justo se encontraba muy al fondo, por donde había más naturaleza que casas, pero no tenía de que desconfiar, aquí no hay grandes índices de violencia, homicidios, ni siquiera robos… Entonces deseaba escuchar música, me sentía tristemente miserable, Joshua mi mejor amigo, el chico que me había gustado toda la vida, había logrado conseguir novia, así que literalmente en la fiesta lo vi con ella, besándola y sí que parecía feliz, solo empecé a maldecir mi jodida vida, en especial por que probablemente mi madre no me dejaría volver a salir.

 

Cuando iba a medio camino el viento empezó a soplar más fuerte y escuche los chillidos de un cerdo, alguien lo perseguía, de pronto salió de la nada y se cayó en medio de la carretera como siete metros más adelante, me asusté mucho, el pobre cerdo chillaba y a su alrededor había un resto de sangre, así que no dude en correr a verlo, le habían cortado un pata y no lo habían apuñalado para matarlo si no para que se desangrara, no sabía que hacer ya que alrededor no hay casas, literalmente la primera era la mía y aún estaba a unos 10 minutos.

 

Trate de levantar al cerdito que al parecer era cachorro, pero no pude y el chillo más fuerte cuando vio que alguien salía del arbusto, parecía una chica, el lugar estaba un poco iluminado por los postes de luz, ella era bastante escuálida, llevaba unos Chuck Taylor negros, con unas medias hasta las rodillas a rayas negras con azul, vestía de negro y su cabello estaba enredado con destellos plateados, no podía definir su rostro, pero su piel se veía cortada y con grietas; en sus manos tenía unas largas tijeras.

 

Ella se acercó, empezó a apuñalar más al cerdo y yo solo caí sentada en la carretera, mi cuerpo estaba totalmente inmóvil, después de matar al cerdo, tomo su sangre y la unto por todo su cuerpo con excitación, incluso en su cabello, se acercó a mí y unto sangre en mi cuello y me entrego una tarjeta que decía

– CORRE!

Así que instintivamente lo hice… Corrí y voltee a ver atrás, ella no me perseguía, todo era un total silencio, éramos solo el camino y yo, corrí tan rápido como pude y llegue a casa a salvo.

¿Que debía hacer? Si llamo a mamá se enojara por la hora. Tal vez solo deba subir. Estaba a salvo con la seguridad que tenía la casa, mi madre se había esforzado en eso.

 

– ¿Porque llegaste tarde? – Pregunto mi madre.

– ¡No vas a creer lo que me paso!

– Isabella, no más historias por favor, mira la hora que es, te pudo haber pasado algo.

– Madre… de hecho… alguien me perseguía, mira la sangre que tengo en el cuello.

– Pero estas limpia, no tienes nada… ¿estuviste bebiendo?

– Madre… eso no es lo que importa ahora.

– ¡Te vas al cuarto, señorita!

– Pero una chica me seguía…

– Te vas al cuarto, ¡YA!

 

Así que me fui, quizá solo lo imaginaba, nunca había bebido y si solo lo imagine? Era todo tan real, pero la sangre no estaba, quizá fue el alcohol, así que fui a mi cuarto, mi hermana ya estaba dormida, me desvestí y me tire a la cama, todo me daba vueltas y tenía mucho sueño.

 

– Isa… Isa- susurro mi hermana.

– ¿Qué quieres?

– Hay alguien sentado en el piso.

Sus palabras aceleraron mi corazón.

– No digas nada. – le susurre y decidí levantarme, solo veía una sombra, pero creía saber quién era.

Me fui acercando lentamente.

– Que quieres.- Dije.

Nunca obtuve una respuesta, así que corrí a prender la luz y la vi, realmente era asquerosa.

Su cabello chorreaba sangre, su rostro estaba a la vista y podía ver tanta maldad en sus ojos oscuros, rodeados por unas ojeras increíblemente negras las cuales terminaban en una fina línea de cocido, su boca estaba cocida desde las mejillas, su piel era tan blanca, pero se veía algo quebradiza.

Me vio y giro su cabeza a un lado, me analizo por mucho tiempo, no sé cuánto tiempo tarde en volver a la realidad, se levantó y llevaba una soga gruesa la cual movía con cierta fascinación aterradora.

 

Así que esa cosa salió a correr y yo debía salir en busca de mi madre y un teléfono.

 

– Quédate aquí, no tardo, métete debajo de la cama. – le dije a Sam, mi hermana.

Ella lloró, pero yo debía ser fuerte, debía ir en busca de ayuda.

Así que camine por el largo pasillo y empecé a bajar las gradas, sabía que alguien estaba detrás de mí, pero estúpidamente no voltee a ver, solo fingí no sentirlo y en todos los casos, eso es lo peor que puedes hacer. Siempre debes mirar atrás.

 

Escuche que colocaron ‘Silent Night’ desde la cocina, el villancico favorito de mi madre, debí mencionar que estábamos en épocas de navidad, como sea, tenía algo de miedo averiguar quien se encontraba ahí.

 

La luz de la cocina estaba apagada, la encendí con temor, pero afortunadamente mi madre estaba sentada ahí, en frente de la grabadora.

 

– Madre, madre… – le susurre.

 

El volumen de la música aumento, me acerque a ella y vi que mi hermana estaba en el fregadero, lavando sus manos supongo, ya que sonaba como caía el agua.

 

– ¿Sam? ¿Qué haces aquí?

 

No respondió… ¿En qué momento bajo?

 

Toque el hombro de mi madre y ella se giró, botaba sangre por su boca y vi un papel que decía ‘Sleep in heavenly peace’ como lo dice la canción.

 

Se levantó y su cuerpo callo desmembrado, jamás grito o dijo algo.

 

– Sam…- dije

 

Tampoco respondía, así que corrí a abrazarla, pero ya era tarde, estaba muerta, la habían ahorcado y por su estómago salían algunos órganos.

 

No pude evitar llorar, no lloraba desesperadamente, en cambio era silencioso, estaba en shock, pero recién me calme, corrí a llamar a la policía.

 

– La casa azul, si, esa misma- dije a la señora que estaba al otro lado del teléfono.

– ¡Cálmate! En seguida mando patrullas.

– Gracias- Dije y colgué.

 

La música seguía sonando, se repetía y se repetía, no estoy segura de cuánto tiempo paso en el que me quede escondida detrás de la puerta. No escuchaba ningún ruido, solo el de mis sollozos.

 

Escuche que alguien toco la puerta, tal vez eran los policías. Fui a ver y no había nadie, cuando voltee estaba ella con una soga, esa maldita cosa, tomo un cuchillo y empezó a cortarse, tomo la sangre en sus manos y me acerco su mano, la cual parecía como la de un muerto.

 

– ¿Qué quieres?- le grite

Ella de nuevo giro su cabeza hacia a un lado.

 

Yo corrí y esta vez me siguió, me alcanzo y tomo mi cabello, lo acaricio y empezó a cortarlo, yo simplemente gritaba y al parecer ella lo disfrutaba.

 

Me apuñalo en el estómago, corto mi cara y luego tomo mi lengua con su mano y la paso por su cara una y otra vez, incluso la paso por su boca y yo sentía el hilo con el cual ella estaba cocida, luego empezó a cortarla con una tijera de jardinero mientras ella lloraba lentamente, sentía sus lágrimas en mi rostro y yo solo gritaba, estaba totalmente sola, pero escuche las sirenas y al parecer ella también, porque soltó las tijeras y desapareció.

 

No sé qué paso luego, solo recuerdo que los policías hicieron todo el chequeo, afortunadamente solo me cortó una parte de la lengua, así que no perdí el habla; han pasado 2 años en los que tenido que correr, lo he perdido todo, mi familia, las ganas de vivir y mi libertad, jamás la encontraron, creyeron que estaba loca, pero locos están ustedes por no escucharme y ella ama a los locos. Aún guardo sus tarjetas, son lo que me mantiene en la realidad, sé que existe y debo dejar de escapar, debería luchar, enfrentarme, pero estoy sola, fría y cansada.

 

Espero alguien encuentre esto y la enfrente, pero recuerda que nunca hay una mejor salida que esta, como ella lo decía. “Nunca dejo un trabajo mal hecho, siempre te encontrare, así sea mentalmente” simplemente siempre mira atrás, no lo olvides quizá la historia sea diferente, solo espero que esto no quede como otra maldita carta de suicidio. Sé que ella está observando como escribo esto, quizá por fin pueda dormir en paz.

De mis pesadillas.

A_WEIRDO_MORE

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