Amor Coagulante

A veces la veo en mis sueños, en esos que los hombres de blanco llaman «demencia» La verdad aun no se que significa esa palabra, ni tampoco entiendo porque si camino tanto por los bosques que están fuera de mi habitación  no llego a la cabaña donde solía pasar las noches a su lado, teníamos un castillo muy lindo y acogedor, y no nos importaba el frío porque teníamos nuestro amor. Ahhh, aquellas noches. Solía dibujar nubes en su cabello para que así tuviera un sueño placentero. La llevaba a un cuento de hadas y dragones, donde ella era la princesa y yo el caballero que sin importar cuanto luchara, llegaba siempre a rescatarla… Ellos dicen que todo eso no es cierto, que solamente lo estoy inventando y que jamás ocurrió. Pero de ser así  ¿por que tengo todos esos recuerdos en mi mente? Se burlan de mi. No entendían como podía tener noticias suyas, si nadie venia a visitarme a este castillo. Les confesé que eran las aves las que me traían noticias de ella. Se rieron de mi. Desde ese día les he pedido a las aves que me hablen mas bajito, para que nadie sospeche de mis poderes.

Hoy la he visto. La vi en mi pared. La he dibujado yo. No me fue fácil  pues he caído en manos enemigas y me han atado las manos. Sin embargo mis uñas son largas y he logrado rasgar su rostros en las paredes. Es realmente hermosa, aunque no recuerdo que su cabello fueran tan espeso, tan rojo, tan coagulante .. No importa, con ella viéndome mi soledad se ha hecho un poco mas placentera. Puedo conversar toda la noche con ella y se que ella me escuchará. A veces me cuenta que se ha ido muy lejos. Que verme así le ha afectado mucho y que no podía resistirlo mas. No entiendo porque me dice eso, si la estoy viendo frente a mi, con su linda sonrisa… No, ella no se ha ido… tal vez solo este bromeando.

Aun tengo en mis pensamientos su sonrisa, su roja sonrisa. Ese recuerdo me sirve de consuelo en las noches frías en esta blanca habitación. No me dejan tener fotos suyas, dicen que alteraría mis emociones. Pero, ¿Cuán mas alterado puedo estar sin ella? Seguramente debe estar ahí, afuera, desorientada y quizás buscándome… Sí, debe estar buscándome, y yo .. aquí  encerrado, atado de manos … sin nada mas que la luz ese foco gastado de 60 watts, casi en la oscuridad… sus ojos eran la única luz que conocía  y ahora su luz se ha apagado… Dicen que le hice daño y que por eso debo estar prisionero aquí  no entiendo que tipo de daño pudiera haberle causado si la amaba, si mi único propósito era estar juntos para siempre, trascender el tiempo y el espacio, liberarnos del claustro de nuestros cuerpos y escapar de la muerte… No! yo sería incapaz de lastimarla…

De cuando en cuando viene una mujer mayor. No la dejan entrar, pero oigo que grita mi nombre entre sus llantos. Dice que no debería estar aquí, que debería pagar por lo que hice… ¿que más castigo que este? Paso los días con las manos atadas con estos paños blancos, el único alimento que tengo son esas piedrecillas de colores y cuando pienso demasiado en ella, me atacan con sus armas filosas, me las hincan en el cuerpo hasta que caigo rendido y despierto nuevamente en esta celda… solo y aturdido, con mis pensamientos confusos, con mis sentimientos saliendo por mi nariz, derramándose por todo el piso… Los odio tanto, tanto como la amo a ella… Aunque mi plan inicial ha fallado, algún día saldré de aquí  y pagaran por no haberme dejado ir con ella…

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REGISTRO DE INGRESO

Nombre                :   Robert H. G.

Edad                     :   26 años

Motivo de ingreso :  Robert fue encontrado hace seis meses en una habitación de hotel. Había llamado la atención al dueño del local, el hecho de que una joven pareja no salia desde hace seis días. Algunos huéspedes se habían quejado de un extraño olor. Se llamó a la policía quienes al abrir la puerta, encontraron el cuerpo inerte y en estado de descomposición de una joven de aproximadamente 23 años. Tenía el pecho abierto. Le habían extirpado el corazón con un cuchillo de mesa. A su lado, un joven de cuclillas, casi deshidratado, aferraba en una mano el corazón y en la otra la mano de la joven. No respondía a ningún estimulo del exterior, solo repetía constantemente «Es tu turno, vamos, es tu turno»…

Diagnóstico            : Delirio erotomaníaco, Esquizofrenia paranoide.

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