CASO T.D.

 

Soy Hanzel Dutello un miembro de una agencia policial de Honduras llamada DGIC que trabaja en el área de investigación, ingrese a este departamento hace unos 8 meses, recuerdo que estaba muy emocionado por mi primer día de trabajo, lo primero que hice fue conocer a mi Jefe Kilvert Domínguez, es un hombre de carácter fuerte y decidido todo el mundo parecía tenerle miedo por su actitud pero conmigo era muy diferente porque según él, le recuerdo a cuando aún era joven, cuando ingrese a la Agencia de Policías mi jefe tenía la costumbre de llevar a los nuevos al área de expedientes, en este lugar estaban todos los casos a los que alguna vez se les tuvo que investigar pero él no comento mucho sobre ello sino que rápidamente me llevo hacia cierto lugar, note por el cartel que estaba, que eran los casos que nunca fueron resueltos, el me motivo a que siempre me esforzara para evitar que llegaran a este lugar porque cualquier que se guardaba ahí jamás volvería a ser mencionado y se perdería en el olvido, realmente sus palabras me motivaron mucho porque me mentalizaba a dar lo mejor de mi así que con una sonrisa le di mi entera respuesta en que lo haría así, cuando le dije esto note una caja diferente al resto era de color negro y se notaba su singularidad ya que era diferente a las de color cartón común como solemos llamarlas en el departamento a aquellas cajas, le pregunte sobre ella a lo que mi jefe respondió rápidamente que la olvidara, que era algo sin sentido y que simplemente ni siquiera debería de estar en ese lugar, así que como nuevo no insiste mas en ello y simplemente olvide eso, pasaron varios meses desde que comencé a trabajar participe en muchos casos y tuve muchos éxitos hasta que llego cierto día fallido donde tuve la mala fortuna de cometer un gran error que le costó la vida a un civil, mi jefe obviamente se decepciono de mí y me envió luego de aquel percance a que fuese a limpiar los archivos del área de expedientes, aquel lugar solo se visitaba cuando eras nuevo o eras castigado, obviamente mi estadía se debía a la segunda, realmente no era un castigo que enmendara mi error pero acepte ir ahí sin reproches. Cuando estaba en aquel lugar supe que se le enviaba ahí a los agentes para que meditaran, que un error terminaría en un expediente que solo sería un pedazo de papel más olvidado en aquel lugar, mientras limpiaba me quite la camisa porque el calor era insoportable y solo me quede en la camiseta sin mangas que usaba bajo mi uniforme, mientras levantaba aquellas cajas y las limpiaba del polvo que las cubría e inspeccionaba que las evidencias no estuvieran dañándose, note aquella caja que me había llamado la atención el primer día que estuve ahí, sabía que estaría todo el día en aquel lugar así que me acerque a ella a ver de qué se trataba, cuando la abrí realmente me sorprendí porque solo tenía la típica hoja que describía el caso y unas cuantas hojas escritas a mano que se encontraban algo ensangrentadas pero de hacia ya mucho tiempo, realmente aquella carta me motivo a leerla antes que el mismo expediente del caso, así que sin pensarlo tome aquellas hojas y empecé a leerlas, cuando lo hice quede sorprendido tanto que en vez de describir la carta, pondré lo que en ella estaba escrito a temor de que salte algo que haga dudar de su veracidad:

Lo que estoy escribiendo en este momento comenzó hace 4 meses, después de un largo tiempo regrese al lugar donde viví la mayoría de mis años de infancia en aquel momento encontré a los amigos de mi niñez que me ayudan a mudarme, mientras adentrábamos los muebles a aquella casa en la que una vez fue mi hogar, bromeábamos como solíamos hacerlo tiempo atrás, pasaron algunas horas hasta que completamos la mudanza, mis padres regresaban para terminar un asunto pendiente así que me quede solo con mis viejos amigos recordando viejos tiempos, platicamos bastante tanto que no notamos que se hizo tarde, cuando ellos se dieron cuenta decidieron marcharse, los acompañe a la salida pero al punto de llegar escuchamos el grito de uno de mis amigos, era Byron que había visto un peluche sucio y viejo que estaba puesto entre un árbol que se dividía en dos, mis otros amigos Christopher y Bryan se burlaron inmediatamente de él, diciéndole cobarde e incluso marica. Christopher tomo el peluche y dijo que lavaría aquel muñeco porque sabía que esa porquería le conseguiría alguna chica así que se lo llevo, realmente nos pareció bajo aquel acto pero él era así, así que no podía evitarse.

Pasaron dos meses desde que me había mudado y visitaba regularmente a los demás, un día decidimos reunirnos los cuatro en casa de Christopher cuando entramos en su habitación lo primero que note era aquel peluche viejo, aun lo tenía pero para mi sorpresa tenía un rosario alrededor de su cuello de una manera que parecía que intentaba ahorcarlo con él, Bryan inmediatamente se río de aquello, comentándole que estaba loco y porque hacia esa clase de estupidez, el inmediatamente dio traba a aquella burla diciendo que había ahorcado al peluche para que no volviera a asustar a Byron, lo que provoco que nuevamente lo molestaran con eso. Después de reírnos y comentar muchas cosas, Bryan tomo al peluche aunque ya todos habíamos olvidado el tema, pero él lo tomo desenrollando el rosario y comentando que era un objeto con estilo ya que era de esos que brillaban en la oscuridad, todos continuamos sus palabras de igual manera alagando aquella pieza, cuando terminamos el tema Bryan dejo el rosario en el mueble donde estaba el peluche pero no lo dejo como estaba sino que separados. Ya el rosario no amarraba aquel oso de peluche, se hizo tarde así que todos nos despedimos y volvimos a nuestras casas sin ni siquiera imaginarnos lo que pasaría al día siguiente.

En la mañana siguiente se escuchaba desde mi casa como lloraban varias personas, realmente me intrigo bastante así que salí para ver que sucedía, para mi sorpresa la familia de Christopher eran las personas que hacían aquel escándalo me acerque donde ellos y aunque temía preguntar qué sucedía no podía quedarme solo viendo que pasaba. Bryan y Byron estaban ahí, así que se me hizo más fácil averiguar qué sucedía, ellos me dijeron que me sentara que aquella noticia podría ser demasiado impactante, pensé que bromeaban y cuando pensaba decirles que no molestaran con ese tipo de malos chistes, era bruscamente interrumpido con las siguientes palabras “Christopher fue asesinado” realmente aquello me impacto increíblemente, como podía ser que alguien tan cercano a mi estuviese muerto, no  podía creerlo. Entonces los agentes de policías que se encontraban en aquel lugar nos agarraron fuertemente y uno de ellos me tomo de la camisa como si fuese a golpearme diciéndome que me llevaría adentro donde se encontraba el cuerpo y que mas me valía que le diera pistas, solo pude notar en su placa que era de apellido Domínguez y su carácter era tedioso al grado que jamás permitió que le hiciese alguna pregunta, bruscamente me llevo hasta el cuarto donde se encontraba la escena del crimen, conforme me acercaba me invadía cierto temor, fui fuertemente lanzado hacia el suelo junto con mis otros amigos, el policía empezó a gritarnos que quien de nosotros lo había matado, realmente no podía comprender porque nos acusaba, nuevamente este me levanto con brusquedad y me hizo ver aquella escena, no podía creer lo que miraba en verdad era Christopher tendido en su cama su cuello estaba gravemente atravesado por múltiples puñaladas y para mi sorpresa aquel rosario que habíamos visto la noche anterior estaba amarrado y enterrado en la carne de su cuello como si este hubiera sido usado para asfixiarlo, aquella escena era demasiado para mí porque lo no pude contenerme y me solté del policía solo para poder vomitar porque no pude soportar aquel cuadro. Fuimos llevados por la policía esa noche y nos interrogaron por separado preguntándome que porque lo había matado sin duda aquello era estúpido para mí, no había ninguna razón para que lo hiciera y más que escuchar preguntas estúpidas, quería respuestas. Así que sin pensarlo logre interrumpir a aquel policía y le pregunte ¿Porque nadie había hecho algo, acaso no lo escucharon gritar? el me menciono que aquel corte de cuchillo en la garganta había sido hecho con tal precisión que la victima perdía la voz y era asesinado en gritos de silencio, pero según el yo ya lo sabía después de todo para él no había nadie más culpable que yo.

Al día siguiente luego de aquel molesto interrogatorio pude hablar con el resto de mis amigos les comente que el policía me había puesto como principal sospechoso, ellos me comentaron que lo mismo les habían hecho, así que aquellas acusaciones solo se hacían a nosotros para ver si el culpable se resquebrajaba y admitía la culpa, realmente no le tome importancia a eso aun no lograba asimilar aquello. En ese mismo día fuimos a su entierro estaban muchas personas de las cuales muchos no conocía pero cuando todo termino nos quedamos solo nosotros tres, estuvimos sentados en su lapida un tiempo sin decir nada, Bryan interrumpió diciendo “Ya me meo” era normal en el hablar de una forma muy mal educada después de todo el era el rebelde del grupo así que se marcho y empezó a orinar cerca de otras tumbas, Byron se acerco a él diciéndole que buscara otro lugar para hacer eso que tuviera un poco respeto a los muertos y yo los seguí por simple inercia. Cuando terminamos aquella discusión sin sentido regresamos a la lapida de nuestro amigo, Byron llego primero y yo me golpee con él, cuando le iba a decir porque rayos se detenía, vi la razón. En la lapida estaba escrito con algo que parecía ser sangre y tenía el siguiente mensaje: “El mujeriego ya murió, solo falta el rebelde, el programador y el escritor, la burla hacia el peluche les costara su vida” Realmente ninguno podía creer aquello, esos eran los apodos con los que nos tratábamos nosotros así que inmediatamente supimos que aquellas palabras fueron dirigidas para nosotros. Nadie hizo comentario alguno sobre aquello, después de todo la segunda parte de la oración no tenía sentido.

No puedo negarlo aunque aquellas palabras carecían de sentido no pude cerrar un ojo esa noche ni por varios días más, mi cansancio era notable pero mi miedo injustificado era irreemplazable, así que no pude lograr mejorar esa situación. Después de esos días de insomnio nos reunimos los tres porque Byron nos lo había pedido, para nuestra sorpresa el nos dijo que sabia a que se refería el mensaje en la tumba, le apresure a que nos dijera que era y el nos menciono que se refería al peluche aquel que nos habíamos encontrado en mi casa meses atrás, nos pareció estúpido su comentario porque simplemente carecía de sentido, el menciono que si un peluche era el asesino el mismo le enterraría un cuchillo en la frente sacando la navaja que siempre caminaba, realmente no sé si era su espíritu de rebelde que le decía decir tal cosa sin sentido o las dijo sin pensar pero fuese cual fuera ¿Porque haría una amenaza hacia un juguete? Cuando pensé eso inmediatamente fui a la casa de Christopher dejando a mis amigos en el lugar donde nos habíamos reunido, al llegar a aquella casa le pedí a su familia que si me permitían entrar a su habitación, no tuvieron ningún problema al entrar aquel lugar, una vez en su habitación busque el oso de peluche por más que busque en aquel cuarto no pude encontrarlo, las palabras de Byron me parecieron sin sentido, pero no encontrar aquel muñeco solo me hacia volverme más paranoico.

Después de aquel día habían pasado dos noches más en las que no pude conciliar el sueño, realmente cumplía casi una semana sin dormir sentía que me estaba volviendo loco, en aquel día Bryan nos dijo que iría a hacer algunas carreras callejeras en su motocicleta ninguno le dio mucha importancia a aquello, después de todo el frecuentaba ese tipo de retos nos despedimos esa noche y nos dijimos que nos reuniríamos mañana, pero eso jamás sucedió.

En la mañana siguiente mientras yo daba vueltas en mi cama tratando de poder dormir tocaron fuertemente la puerta de mi casa, atendí y era de nuevo aquel policía, esta vez me lanzaba fuertemente contra la pared golpeándome con esta, dirigiéndose a mí como el asesino que seguía haciendo de las suyas, preguntándome ¿Que acaso no me bastaba matar a una persona sino que continuaba haciéndolo? Realmente no sabía de que hablaba, me llevo en contra de mi voluntad y me subió a la patrulla en la que había venido llevándome hacia la morgue saco un cuerpo de los congeladores de aquel lugar, estaba cubierto totalmente con una manta blanca la cual levanto sin delicadeza mostrándome el cuerpo frio de Bryan, era imposible otro de mis amigos asesinados y aun peor de la misma con las mismas características de la muerte con las que Christopher había sido asesinado, su cuello presentaba múltiples puñaladas y según el detective fue asesinado mientras participaba en una carrera clandestina, yo realmente no sabía que decir lo único que se me vino a la mente fue lo que había mencionado de atravesar en la cabeza con un cuchillo al peluche, lo cual había sido así pero con él ya que tenia aquella navaja que tanto presumía enterrada en su frente.

Luego me encontré con Byron en el entierro de Bryan, era un cementerio diferente dentro de este había una capilla, había muchas personas que igual que la ultima vez no reconocía, pero que importaba no estaba ahí para socializar, no podía creerlo las muertes continuaban y eso solo significaba que faltábamos nosotros dos, nos alejamos de aquel lugar y fuimos hacia la capilla al entrar a esta para nuestra sorpresa en uno de los cristales de las ventanas de la iglesia se encontraban una letras también escritas en sangre como la última vez que decían “Van dos y aun faltan dos, no hay donde esconderse” sin duda mi temor creció más, pero debido a que habían personas en aquel lugar lo primero que se me ocurrió fue mostrarle lo que habíamos visto, para cuando me dispuse a buscar personas que vieran aquello con la esperanza de que nos pudieran ayudar, una lluvia repentina apareció borrando aquello y solo dejando apenas un manchón rojo, las personas entraban a aquel lugar donde nos encontrábamos para refugiarse de la lluvia y como era de esperarse nadie noto algo anormal en las ventanas.

Los días seguían pasando y mis noches de insomnio aumentaban en espera del momento de mi muerte, pensé que sería el próximo. Pero para mi sorpresa habían pasado cinco días desde la muerte de Bryan, fui a la casa de Byron el tenia varios perros que como siempre llegaban a saludarme como la hacían desde viejos tiempos,  pude platicar con Byron aquel asunto que se había vuelto solo nuestro, le comente que habían pasado varios días y no sucedía nada ¿Si tenía alguna idea del porque era? Byron se rio sarcásticamente diciendo que el asesino seguramente se había acobardado de nosotros, cuando dijo esto note que estaba perdiendo algo de cordura y como culparlo estábamos a punto de ser asesinados, así que realmente no me podría ayudar mucho así que decidí marcharme y dejarlo descansar para tal vez volver de nuevo y encontrarlo algo mas cuerdo. Cuando me marche antes de que me fuera él me grito algo, “Les daré de comer a mis perros, ese maldito oso”.

Han pasado exactamente dos semanas desde que dos de mis amigos fueron asesinados, también han pasado dos semanas en que no he podido conciliar el sueño estoy seguro que me estoy volviendo loco pero aun tengo algo de cordura ¿O quien sabe porque estoy consciente? Ya que estoy esperando a ser asesinado, llegue donde Byron para ver si lo encontraba mejor y poder planear algo contra el asesino. Para cuando llegue a su casa estaba lleno de policías sabia que significaba eso, pero no quería aceptarlo hasta verlo con mis propios ojos entre rápidamente a su casa y vi tendido en el patio su cuerpo, de la misma manera que mis otros amigos, múltiples puñaladas que destrozaron su cuello y los perros que estaban cerca del cuerpo lamiendo la sangre que había derramado incluso cuando los policías los corrían para que no lo hicieran ellos volvían, incluso al punto de comerse los pequeños pedazos de carne que se desprendían de su cuello, aquella escena era brutal pero ya se había hecho normal para mi, así que di media vuelta y regrese  a casa, nuevamente aquel policía trato de detenerme pero esta vez ya no tenía nada que perder así que simplemente lo evite ignorando sus amenazas.

Cuando entre a mi casa decidí encerrarme en mi cuarto, pero una vez más en una de las paredes estaba aquel mensaje que anunciaba la muerte del próximo. Estaba vez había un mensaje diferente que decía lo siguiente “Asesinare al escritor luego que escriba como fueron asesinados” realmente no sé si tenía la opción que mientras no escribiera nada seguiría viviendo pero realmente estoy ya sin cordura y quería que todo esto acabara, simplemente empecé a escribir esta carta, es lo único que puedo decir como mis amigos fueron asesinados y posiblemente yo muera de igual manera, no puedo decir quién los mato, tal vez aquel oso que no había hecho nada mientras tuviera aquel rosario encadenándolo, incluso para mi suena ilógico pero no tengo más pruebas de quien más pudo ser.  

La nota terminaba así, con unas ultimas letras hechas con sangre que decían final, tome el expediente del caso y al verlo me sorprendí, el caso estaba nombrado como “Mas Muertes del T.D.” donde describían a los 4 jóvenes asesinados, en sus datos estaban sus nombres Christopher, Bryan, Byron Y Alvin, este ultimo al que supongo es el autor de la nota, en el expediente describían la forma en que habían sido asesinados, todos de la misma manera que la nota que recién había leído, el expediente solo tenía de diferente la forma en que encontraron el cuerpo de Alvin ya que también había sido asesinado de la misma manera, fue encontrado en su cuarto con múltiples puñaladas en el cuello y este estaba clavado en su escritorio con un cuchillo enterrado en su cuello hasta tocar el mueble en el que escribía y una pared manchada en sangre. Nunca se encontraron pistas de quien fue el culpable y no hubo más muertes similares, el caso fue olvidado debido que el único sospechoso fue un oso de peluche que jamás nadie vio y seguirá en el olvido porque no hay manera de poder resolverlo hasta el momento.