El amor es para todos

Un día mas en la escuela, y desde la cafetería la veo sentarse con sus amigas. Ella es Tatiana, una de las chicas mas hermosas de la escuela y yo como tantos otros chicos en la escuela estoy enamorado de ella. Tiene un hermoso pelo negro, ojos color verde aceituna y una cintura que volvería loco a cualquiera, unos labios besables y una voz de ángel. Es lindísima y lo peor es que lo sabe, podría pasar horas hablando sobre su belleza y sobre lo que me hace sentir.

La sigo con la mirada desde que entra hasta que sale junto con sus amigas, luego llama mi atención un anuncio en la cafetería de la escuela «gran baile universitario en bienvenida a los chicos de nuevo ingreso, sera el próximo sábado en el gran salón blanco». El salón blanco donde siempre son las mejores fiestas del campus, una vieja hacienda con un lago verde turquesa a la entrada. La oportunidad perfecta para llevar a Tatiana y pedirle que sea mi novia. Quizá lo haga hoy, ahora… No mejor no, me esperare a mañana, que tal si me dice que no, no lo podría soportar.

Es un día normal, bajo del camión con tranquilidad, escuchando cradle of filth. Mientras camino por la entrada veo llegar ese llamativo beatle rosa convertible, es Tatiana, la dueña de mi corazón, la esperare en el estacionamiento para invitarla al baile.

Mientras espero, mi sangre se hiela, mi rostro se vuelve pálido y mi mayor temor es olvidar mi propio nombre, quedaría como un idiota, pero tengo que decirle mi nombre para invitarla si no como me atreveré, la veo caminando por la explanada, trae un coqueto vestido rayado, colorido y fresco, un poco hippie pero nada que afecte ese limpio aire primaveral que la envuelve. Mis piernas se doblan de nerviosismo, el cual aumenta en función del contonear sus caderas.

Es ahora o nunca, tengo que acercarme. «Vamos Leonel, se un maldito hombre y deja tu cobardía de bebe a un lado solo por esta vez en tu vida» me dije a mi mismo. Tome aire, vocalice un poco para asegurarme de no tartamudear frente a ella y me acerque, total que podría perder. El amor es para todos o ¿no?.

Me armo de valor y me acerco, camino despacio y con la mirada baja, de repente choco con alguien, «fíjate imbécil, no quieres que te patee el trasero» levanto la mirada y me encuentro con una gigante y musculosa espalda, es Ricardo el capitán del equipo de baloncesto, y frente a el esta Tatiana. «Perdón» contesto y me alejo rápidamente.

Ricardo es el patán perfecto, alto, apuesto, con un cuerpo como de modelo de hilffiger y con la dosis perfecta de pataneria, lo suficiente para enamorar a la mujer que se le antoje, aunque era conocido por ser un príncipe con las chicas mientras se las llevaba a la cama, luego las dejaba como si fueran un juguete usado. Y como era de esperarse, Tatiana era su próximo objetivo, Eso no me molestaba, lo que me molestaba y me entristecía es que ella se veía loca por el, pero yo tenia que salvarla, tenia que alejarla de el y la única forma de hacerlo era logrando que ella se enamorara de mi. Al fin entendí que era mi misión, la salvaría de ese zángano asqueroso que era Ricardo.

Pero para conquistarla puedo esperar hasta mañana, nunca es tarde para decirle a alguien lo que sientes, y como dije antes. El amor es para todos, de eso estoy seguro.

Hoy la veo al amanecer en el campus, el sol sale sobre el puente y su silueta se refleja en mis ojos marrones, desde que decidí que la salvare de Ricardo la he seguido a todos lados, ya se sus horarios, a que hora entra a laboratorios y a que hora almuerza, incluso detecte a que hora va al gimnasio del campus y note que come 3 veces al día, siempre come de los mismos grupos alimentarios pero nunca lo mismo, quizá para no aburrirse. Es una chica muy atlética, es por eso que goza de ese cuerpo de portada de revista.

El coupe deportivo de Ricardo no esta en el estacionamiento lo que significa que no esta en la escuela es mi oportunidad, hoy me acercare y le diré que soy su héroe, que soy su príncipe poeta, a diario le escribiré versos y le cantare al oído canciones besare sus manos y viendo directamente sus ojos color verde aceituna le diré cuanto la amo. Le diré que soy a quien siempre ha esperado y ella caerá en mis brazos profundamente enamorada, un amor eterno e inquebrantable.

«Hola Tatiana soy Leonel» no, que idiota eso suena tan novato, le diré, «Oye Tatiana he observado que te encanta la ensalada de atún, tengo una podemos comerla juntos que dices?» que patético soy, tengo que pensar en algo mejor, «Tati, puedo decirte así?» para nada eso es muy atrevido «Tatiana, soy tu héroe, déjame conquistarte, me llamo Leonel» Perfecto eso le diré.

Me acerco con cautela, no quiero chocar otra vez con el musculoso trapecio de Ricardo, no por miedo, sino por comodidad. Esta sentada sola comiendo su tradicional ensalada de atún de los miércoles en la mañana, siempre la come al salir del gimnasio. Tomo una silla y sin decirle nada me siento junto a ella.

«Tatiana, soy tu héroe, déjame conquistarte, me llamo Leonel» le digo emocionado y con una gran sonrisa, «quien carajos eres?» me contesta confundida, «Leonel, ya te lo dije, y vengo a invitarte al baile este sábado. Luego te llevare a comer a un restaurante italiano sobre una terraza y no se, si te lo ganas quizá te cante una canción, soy muy bueno tocando guitarra» le dije algo confundido pero aun sonriente, y sintiéndome triunfante por el ingenioso comentario, «estas loco o eres idiota? Claro que no iré contigo nunca, que seria de mi reputación, aparte tengo pareja y no es un ñoño imbécil así que ciao» me dijo fríamente sin importar lo que yo sintiera.

Tomo su ensalada y se fue a sentar con sus amigas, y yo me quede solo en la mesa, sin levantar la mirada tome mi mochila y me fui a mi salón, estaba solo, aun no había nadie y me senté en una banca bajo el aire acondicionado, llore por 10 minutos y me fui a casa. Ahí fue donde comencé a pensar que el amor es para todos, menos para mi.

Jueves y viernes no fui a la escuela, preferí quedarme a ver mi película favorita, la naranja mecánica, y jugar videojuegos todo el día.

El día del baile llego, estos dos días de soledad me sirvieron para comprender algo, Tatiana necesita ayuda, como un drogadicto ella es adicta a una relación destructiva, y tengo que salvarla antes de que sea demasiado tarde, al principio sera difícil pues se enojara y me odiara, es solo síntoma del síndrome de abstinencia, pero después me lo agradecerá, esta decidido, hoy es el baile y ella estará ahí. Tengo que ir a protegerla de Ricardo.

Me pongo mi mejor traje, un moño negro en el cuello y un clavel rojo en el bolso delantero del saco, zapatos de charol muy bien lustrados, lo suficiente para verme reflejado en ellos. Me aseo meticulosamente y me pongo la mejor loción de mi padre, corto mis uñas, lavo mis dientes, peino y perfumo mi pelo, me rasuro y arreglo mi piel a la perfección, no es malo que un hombre use maquillaje de vez en cuando, aparte voy a la guerra a salvar a mi princesa, y cuando un hombre va a ver a su amada debe de verse hermoso, no importa que la valla a ver al mismo campo de batalla.

Tomo un viejo cuchillo de batalla que me dio mi abuelo de cuando estaba en la guerra, es plateado con mango negro, elegante y mortífero a la vez. Lo llevo solo por precaución, es probable que Ricardo al verse derrotado quiera robarse a Tatiana, entonces tendré que actuar, con violencia si es necesario.

Soy el primero en llegar al viejo salón blanco, me siento bajo un sauce a lado de el lago. Ahí espero 5 minutos, 10, 15, una hora, 2, 3 horas y veo y veo entrar gente a lo largo del tiempo. No soy muy popular por lo que solo saludo a uno que otro chico de mi grupo. Al fin veo llegar una limusina negra, baja Ricardo con un traje de diseñador que quedaba a la perfección en sus 1.98 de estatura. Se veía asquerosamente bien, en eso toma la puerta y la abre para ayudar a alguien a bajar. Era Tatiana con unos tacones plateados y un vestido rojo hermoso. El contraste con sus ojos verdes y su piel morena cautivaba a metros de distancia, el vestido se ajustaba tanto a su figura que era fácil pensar que estaba desnuda si solo se veía su silueta.

La sigo, esta en las manos del enemigo y tengo que rescatarla, la veo desde lejos bailando toda la noche con Ricardo, bailaron un romántico vals, y canciones electrónicas muy movidas, a lo largo de todo el baile yo solo estaba sentado en una mesa arrinconada sin perderle de vista. Me moría del coraje al verlos bailar lambada y casi disfrute cuando bailaron rock and roll de tan bien que lo hacían. Mientras bailaban una balada se acerco una chica que no conozco y le dijo algo a Ricardo, Tatiana le reclamo a la chica y luego ambas le gritaron a ricardo, Tatiana tomo su bolso y salio del salón caminando sola. Ricardo se quedo con la otra chica discutiendo y luego se fue con sus amigos.

Corrí tras Tatiana era mi oportunidad. Apreciando ese hermoso vestido la acompañaría a casa, «hola» le dije al alcanzarla, «ese imbécil te trato como un juguete, solo quería acostarse contigo» «si lo se Leo gracias por preocuparte, me acompañas a mi casa?» sorprendido por que se acordó de mi nombre le dije que si sin reparo.

Era increíble como había esperado este momento tanto tiempo, tanto tiempo ensayando que decir y como comportarme justo ahora, pero no podía decir nada. Aun así parecía que ella no estaba interesada en hablar. Llego el momento, es hora de actuar, ahora o nunca. Tome su mano y le trate de robar un beso, siempre creí que era mejor actuar que pensar, y los besos siempre son mas ricos robados. Ella forcejeo pero era normal, era el síndrome de abstinencia yo solo la estaba salvando, lo hacia por su bien, ella necesitaba amor de verdad, y el amor es para todos, y que amor mas sincero que el mio.

La conduje hacia un callejón, era muy fuerte pero podía aguantar, ella seguía forcejeando, comencé a besarla, acariciarla y decirle que la amaba. Sentí el puñal en mi saco, lo tome y lo enterré justo en su abdomen. Sus zapatillas plateadas hacían un hermoso contraste con su sangre negra, por que la sangre se ve negra bajo la luz de la luna. Ella respiraba en mi cuello y el puñal le hablaba directo a las entrañas, la abrace y le dije cuanto la amaba. Ella solo me vio directamente a los ojos y a juzgar por su mirada, estaba agradecida de que la hubiese salvado.

Su vestido callo y a pesar de tener el puñal enterrado ella aun luchaba mucho, comencé a hacerle el amor, pero su síndrome de abstinencia no dejaba que la curara y la salvara, tome el puñal y lo enterré en un muslo, lo hacia por su bien y por que la amaba. Sus ojos se cerraron y trato de gritar, enseguida tape su boca y corte su garganta.

Sus senos manchados de sangre negra y perfume fino eran exquisitos, su piel suave y bronceada se veía dorada bajo la luz de la luna, su sexo era delicioso mucho mas de lo que nunca imagine en mis mas bajas fantasías  Sentí sus fuertes y musculosas piernas dar algunas patadas mientras el pulso en su brazo desaparecía, cuando ya no se movió supe que estaba al fin curada. Hicimos el amor toda la noche,

No recuerdo el momento pero me sentí obligado a ver que tenia ese cuerpo, tome el puñal y arranque un seno, ese seria para mi como recompensa por haberla salvado de Ricardo, abrí su abdomen plano y saque sus órganos, estaba el hígado, el riñón, todo lo que en algún momento había visto en la escuela. Tome sus intestinos y los mordí, el olor era muy fuerte pero delicioso.

Vi sus ojos entre abiertos y su mirada hermosa me enamoro nuevamente.

Hoy amanezco aquí en mi cuarto, aun tengo algo de su muslo en el refrigerador, pues la mejor forma de demostrarle mi amor es comiendo su cuerpo, y estoy feliz, muy muy feliz por que cada que veo esos hermosos ojos verdes a lado de mi cama dentro de ese frasco, siento que me dice «te amo» con su mirada a través del cristal, yo los beso y le digo que también la amo.

Ahora es cuando al fin entendí que el amor es para todos… Incluso para mi.

Creación propia

Luis Gerardo Perez Arpero

Please wait...

9 comentarios

Lo que deberías hacer en tus próximas historias, es que el relato apenas empezando no le des oportunidad al lector de suponer cual es el final. Al principio supe 2 cosas, o matara a Tatiana (que en efecto fue) o que matará a quien sea su novio

En verdad, muy buena creepy, desde el comienzo crei que iba a matar a Tatiana, por no dejarle conquistarla, o a Ricardo, por quedarse con ella. Aunque es como muchas otras de Locura y Amor entremezclados juro que el suspenso y la mente desquiciada de Leonel Me atrapo dentro de la historia.

¿Quieres dejar un comentario?

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.