ahí les dejo mi segunda creepypasta haber que les parece n_n.
Un joven se encontraba en su casa sin nada que hacer, aburrido de estar encerrado y ni ganas de salir tenia porque estaba chocado sabiendo que al salir vería a sus amigos y harían lo mismo de siempre, aventar piedras a un río. Entre las cosas que pensaba para hacer, le paso en la mente algo que le pareció buena idea. Ir al cine, ¡claro!, estaría fuera de su casa por un tiempo, no estaría aburrido y talvez le diría a sus amigos para que lo acompañaran.
Eran alrededor de las 07:00 PM, tomo un poco del dinero que tenia guardado, le aviso a sus padres, se puso su chaqueta y salio de su casa con rumbo al cine. Por mas que buscaba, no vio a ninguno de sus amigos en la calle, no fue nada extraño para el y solo pensaba en que ellos se lo perderían. De camino hacia el cine mientras pasaba por un pequeño parquecito de por ahí, vio a una señora sentada en una de las banquitas verdes de aquel parque, su cabello blanquizco volaba hacia el mismo sentido que el viento, su piel clara y limpia, se veía de un buen nivel económico por la ropa tan ostentosa que llevaba y por las esclavas y cadenas de oro que portaba.
Al pasar junto de ella, la señora alzo la vista y con una voz misteriosa le dijo al chico – ¡esta tarde es muy linda, pero con malas intencione! – El joven vio a la señora de forma extraña al escucharla, al terminar de decir eso, la señora le sonrío y con una voz mas calmada dijo – ¡cuídate mucho! – el muchacho volteo su mirada y siguió su camino, preguntándose quien era esa señora y porque le había dicho eso.
Al voltear hacia el frente vio a lo lejos la entrada del cine, y todo lo que había pasado con aquella extraña señora se le olvido. Llego al cine y miro la cartelera para elegir que película quería ver, mientras veía la cartelera una de las chicas que las taquillas le dijo que había una película que se había estrenado hace una semana y que empezaría en 10 minutos. El chico sin pensarlo, se acerco a la chica y compro una entrada para esa película.
En el transcurso de los 10 minutos, decidió comprar sus palomitas y su gaseosa para que no tener que salir al empezar la película, hicieron la llamada y entro a la sala, se sentó en el medio de las butacas para poder tener al frente toda la pantalla, mientras pasaban los cortos, la sala se empezó a llenar, muchísima gente empezó a entrar y uno a uno elegían su asiento dejando solo uno vacío a su lado derecho.
Al final del ultimo corto, las luces se apagaron y empezó la película, mientras el se acomodaba para disfrutar de la película y se preguntaba de que se trataría la película, se acerco un sujeto de entre unos 40 o 45 años y se sentó al lado del chico.
El chico lo vio y solo le hizo un gesto de saludo con sus cejas. Empieza la película, todas las personas en silencio dirigen su atención a la pantalla.
La película empieza a narrar la historia de un señor que vivía de forma humilde, sin dinero y con la responsabilidad de mantener a su esposa y a sus dos hijos, por mas que el busca trabajo nunca encuentra uno estable y en la mayoría de los lugares a los que va no o aceptan por su aspecto sucio y mal vestido que tiene. Sin otra cosa que hacer y con las esperanzas en el suelo decide vender su alma al Diablo para obtener dinero para el y su familia y vivir feliz. Después de eso el tipo empieza a tener dinero y cada vez obtiene mas, su vida cambia por completo, nueva casa, ropa para el y su familia, sus hijos empiezan a estudiar, vaya, una nueva vida.
Mientras la película pasa, el joven ve de forma sorprendida el cambio que tuvo el protagonista al vender su alma. En eso, el señor sentado junto al chico voltea a ver al joven que se encuentra sorprendido.
–¿Increíble lo que le paso verdad?
–Si, obtuvo todo lo que quiso, incluso más.
–¿Pero no crees que daría miedo el venderle tu alma al Diablo?
–Pues si, un poco, pero valdría la pena al saber que obtendrías todo eso y mas.
–En eso tienes razón.
El joven y el señor se quedaron callados y siguieron disfrutando de la película, ya al final de aquella excelente historia, el señor de nuevo voltea a ver al muchacho y le pregunta.
–¿Le venderías tu alma al diablo para obtener todo lo que quisieras?
–¡Claro!, no lo pensaría dos veces, tendría todo el dinero del mundo y haría lo que quisiera con el.
El señor solo sonríe y de nuevo pone su atención a la película, al cabo de un rato termina, se vuelven a prender las luces y todos lo que disfrutaban de aquella película se levantan y comienzan a abandonar la sala, el chico se levanta y por instinto voltea a ver hacia su lado derecho para platicar con aquel señor referente a la función, pero al voltear se sorprende de que el señor ya no estaba, el chico se sorprende un poco pero no le da importancia, el piensa que posiblemente el señor fue uno de los primeros en abandonar la sala.
El chico sale del cine y ve con ojos de sorpresa que la noche ha caído, se para al borde de la calle, llama a un taxi y se sube para dirigirse a su casa, al llegar a su casa abre la puerta, saluda a sus padres y empieza a platicarles todo lo que había pasado en esa excelente película, después de eso el chico les comenta lo que había platicaron con el señor que estaba sentado junto de el en la sala. Mientras el chico platicaba eso, los padres lo veían de forma sorprendida y asustada, pero no le dijeron nada.
El chico se despidió de sus padres diciéndoles que se iría a acostar ya que estaba agotado, los padres le dan las buenas noches y el joven sube a su cuarto.
Los padres, al escuchar que su hijo ya esta en su cuarto y ya ha cerrado la puerta, se paran de la sala, la madre toman una botella con agua bendita que tenían en uno de los muebles de la sala y comienzan a dibujar cruces con el agua en todas las ventanas de la casa, el padre sale y con ayuda de una escalera dibuja con la misma agua una cruz en la ventana del cuarto de su hijo, mientras que la madre moja toda la puerta del chico con mas agua bendita.
Mientras el padre del muchacho baja de la escalera y ya estando abajo, guarda la escalera y al dirigirse a su puerta observa que la señora que el chico vio en el parque esta de frente a la casa, el padre la ve y le pregunta que si se le ofrecía algo, la señora lo mira y solo habla para decir – le dije al muchacho que el día tenia malas intenciones –.
El padre, asustado por lo que escucho de la señora, sin decir ni una sola palabra se acerca a la entrada de su casa y antes de entrar cuelga una cruz de madera en la parte de afuera de la puerta.
4 comentarios
Pacto con el diablo,Juan José Arreola .
¿Te suena? 😉
jeje… no bro, pero lo buscare y checare jeje… gracias
Por autor de la entrada
deberias sarle segunda parte you
si segunda parte, asi queda a medias xD, aunque igual es lo que la hace interesante.