Empíria

¿Por qué en la noche siempre miramos con atención hacia lugares oscuros? Claro ejemplo: el pasillo.

Me habían dejado sola en casa por primera vez, mis padres se fueron a pescar al delta cercano a mi ciudad. Sentada en el computador a las 11 de la noche, si miro a mi izquierda mi vista da a un pasillo que lleva a otra habitación.

La primera vez que miré me pareció ver una figura, volví a observar con mas atención y me di cuenta que la cena cocinada por mi me estaba cayendo mal. En ese momento comencé a plantearme lo fabulosa que es nuestra mente: crea imágenes dependiendo las circunstancias y puede mandarnos más de un mensaje al mismo tiempo, trabaja noche y día.

Dicen que la curiosidad mató al gato.

No quise investigar porque sabía que estando sola en mi casa, si leía algo terrorífico no dormiría. Simplemente seguí con mis actividades, haciendo un trabajo de Filosofía.

Otra ves la figura en el pasillo, me causó riña el hecho de que era simplemente una imagen creada por mi mente, en ese instante dirigí mi mirada hacia el libro apoyado al lado del monitor, y la primera frase que leí fue «Un filósofo busca escapar de la ignorancia, para esto intenta conocer el mundo que lo rodea a través de cuestionamientos: ¿Cómo? ¿Por qué? ¿De donde vino? ¿Hacia donde va? ¿Qué es? ¿Producto de qué?; y estos luego respondidos con comprobaciones empíricas»; me sentí influenciada y decidí hacer el planteo empírico de mi situación: ir hacia el pasillo para comprobar que realmente lo que «veía» era producto de mi imaginación.

Me dirijo tranquilamente, casi riéndome de mi misma.

Volví un poco seria, aunque incrédula ante mi percepción.» Mejor dejo todo esto y me voy a dormir, no es sano hacer un trabajo hasta las 4 de la mañana» , me dije a mi misma en voz alta.

Un sueño en primera persona atrofió mi bienestar: Estoy en el pasillo con la luz apagada, voy hacia el baño, me lavo la cara, prendo la luz, voy hacia la cocina, tomo agua, prendo la luz, regreso al pasillo, voy al baño, mis ojos tienen sangre, apago la luz. Despierto.

5am. Agitada, voy a la cocina a tomar agua.

Mi percepción debía fallarme.

No podía ser, debía estar soñando aun. Me pellizco y no siento, me golpeo. Realmente esto me causaba gracia, estaba en un sueño conciente, asíque me dispuse a jugar con mi cuerpo, me clavaba cuchillos en los dedos y vertía mi sangre en vasos, pues me causaba curiosidad ver cuanta sangre podía derramar. Yo siempre fui muy higiénica, asíque decidí arrancarme las uñas haciendo palanca con una cuchara, una por una, limpiarlas con lavandina pintarlas y colocármelas. Lo mismo con los dedos de mis pies. También sentí atracción por poner las manos en el fuego, ¿Por qué no?, hacer una pila con mis propios dientes, ¿por qué no?, arrancármelos uno por uno con las pinzas pico loro, observar las raíces, contarlos, y ya que tenia los dientes desparejos, ¿por que no reacomodarlos?, con un martillo tuve la sonrisa que siempre quise, aunque con un poco de sangre.

Era increíble el realismo de mi sueño. Al ver que por alguna razón aun no había despertado decidí encender mi computador, puesto que en el éxtasis que me generaba la circunstancia, quise ver hasta donde llegaba mi mente y busqué los significados del sueño en el que estaba residiendo, pero en mi buscador solo figuro: No estas soñando, no deberías haberte preguntado…

Desperté en el pasillo, acurrucada.

Lo miré a los ojos, eran como los de un gato.

-¡NO MAS PREGUNTAS!

Me sobresalté, ¿que hacia otra vez en mi computador? Su existencia se encontraba allí. ¿Pero si yo…?

Imposible. ¿Cuanto tiempo ha pasado?

Esta secuencia transcurría por mi mente mientras seguía hipnotizada por esos ojos que si mal no recuerdo antes no podía ver, ¿en que momento comencé a verlo? Convoqué mi mirada hacia monitor, ya no recordaba que estaba leyendo… Miro mis manos, ¿por qué mis uñas están pintadas de negro? ¿Qué es ese olor a quemado? ¿Por que tengo sangre? ¡¿PERO QUÉ CARAJOS?!

En mi monitor, en una ventana de Word Pad : «¿Querías tu propio conocimiento empírico?»

Sobre mi hombro derecho un susurro me paralizó, me dejó helada:

-«La mente trabaja en base a lo conocido, ahora puedes imaginarme».

Simplemente no quise darme cuenta, no podía ser tan real. NO.

Mi mirada estaba concentrada pura y exclusivamente en el monitor, simplemente no me quería mirar mi cuerpo ni a mis espaldas. Creo que tengo dolor de muelas.

El reflejo de la pantalla de mi celular situado debajo de la pantalla, me hizo ver uno de sus ojos, al lado de mi cuello, por detrás.

Algo obstruía mi movimiento, y no era material. Cuando finalmente pude retomar el control de mi cuerpo, salí corriendo al baño pasando por aquel pasillo donde inició todo. Me mire al espejo y me vi destrozada… Por Dios, FUE REAL.

Otra vez esos ojos, no… No quería verlos mas detrás de mi. Rompí el espejo y coordinada al caer de los pedazos, me desplome. Miro a mi derecha a un pequeño trozo de espejo que quedo situado en diagonal, apoyado en la pared. ¿Por que no me asuste al verme con sus ojos? ¿Que causo esta naturalización?. Miro hacia la izquierda, automáticamente se apaga la luz y veo esos ojos mientras una voz dice –«La curiosidad mato al gato»-; sé que algo más dijo, pero no recuerdo mas que un baladro agudo.

Mis heridas aun duelen, y sus ojos los encuentro en cada rincón, pero ya no quiero preguntarme mas.

Ya lo conozco.