La mirada

La fiebre me hace ver algunas cosas del tipo «desagradable» para la demás gente, cosas que no quiero ver, no estoy de humor, que no comprenden.
La fiebre..
Después de leer a Lovecraft, me decido a dormir, también por causa de la gripe, fiebre y dolores musculares.

Tengo hambre..
Estoy en la cama, las luces están apagadas, supongo que padre ya se fue a la cama
Me levantaré por un poco de agua, eso si tengo las fuerzas suficientes..
Hay un hedor muy fuerte en la recamara, demasiado fuerte.
Con las pocas fuerzas que me quedan apoyo mis brazos en la cama, buscando el origen que emana ese olor.
Lo que vi a continuación, mas bien, lo que sentí, fue indescriptible, la tristeza y mas que nada la extrañeza y curiosidad que tuve por aquella criatura. Pero nunca temor.
En un pequeño muro que apenas sobresale de su lugar, ubicado al lado de mi armario, en el suelo.
Ahí estaba, en toda su gloria
Tenia la mitad e la cara literalmente destrozada, mas bien, como la cuarta parte de su lado derecho, temblaba y con el ojo colgando, su cabello largo tocando las heridas, nunca antes, había visto una dentadura completa con un solo vistazo
Sus dientes relucían, (con la poca luz reflejada de la ventana) irónicamente sin imperfecciones, pero con restos de piel colgando sobre sus dientes
Tenia la camisa rota, con su única mano, temblorosa, se desabotonaba  para revisar sus heridas.
Me acerque solo por unos segundos, manteniendo mis distancia.
Entonces ocurrió; me miró.
Dejo de temblar y me miro fijamente, levantando mas su ceja, sin nada mas que concentrarse en un solo lugar de mi ser.
Salí del cuarto buscando a mi padre, dormía.
Regresé a mi recamara, ¿Por que molestarlo por tan insignificante problema?
La pobre criatura yacía en mi cama. La deje en paz y me acosté al lado suyo.
Volví a abrir los ojos
La pobre criatura se había dado vuelta y de nuevo me miraba fijamente
Para mal destino mio, los últimos sentimientos que faltaban se hicieron presentes; el miedo; el horror; el sentido común.
La cosa salto sobre mi, sujetándome de la nuca, con una respiración fuerte y agitada me apretaba mas y mas, entonces, empezó, lo que creí, su obligación, su deber, su necesidad y deseos.
Me empezó a morder los labios y la barbilla, cada lugar que tocaba con su dientes, lo arrancaba, sin concentrarse en un solo punto
Yo no hacia otra cosa mas que suplicarle piedad.
A lo que respondía con una mirada mas profunda y un apretón mas fuerte
Comprendí entonces, mi obligación, mi deber, mi necesidad y deseo
La comencé a morder, a arrancarle, a comerme los restos de piel que a ella le quedaban
Sentía una desesperación
No por zafarme de esa cosa, por salvarme, por vivir, no.
Si no de arrancarle la piel, completarla, deshacerla, daba igual.
Para entonces, mi dentadura relucía, incluso mas que la de ella
Desperté. Con una fuerte agitación respiratoria.
Me levanté, tome mi vaso con agua
Mi padre me pregunto si tenia hambre
-No gracias, estoy lleno.
-Hermosa sonrisa
-¿Que?
Desperté, la criatura seguía comiendo lo que quedaba de mi rostro, ahora cada vez mas desesperada escuche los gritos de mi padre al abrir la puerta de la recamara
Me habia despertado del desmayo, por esa agonía, el dolor y desesperación
-¿Cuanto te falta?
Me dejo de morder y me miro fijamente, ojala hubiera seguido comiendo
La fiebre..
El hambre..
La mirada.

Propia, no sean tan duros, es lo primero que escribo, digan los errores y prometo hacerlo mejor

Mario Trejo

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