Siete campanadas

«Me encuentro cubierto en un gran pedazo de muro, de una construcción devastada por las bombas aéreas, con mi fusil  en mano y rezando todo lo que me sé, esperando que ese pequeño escuadrón enemigo se aleje de mi posición. ya todos mis compañeros habían muerto y yo iba de escondite en escondite hasta un punto de reunión con aliados, evadiendo varias balas y minas trato de llegar en una sola pieza…mientras tanto me oculto aquí y escribo esto que sucedió hace dos días…

Me encontraba con mi compañía en el el centro de Leningrado, aterrado y helado esperando lo peor…esperando recibir a la infantería blindada, los temibles panzers. Eramos jovenes e inexpertos en esto de la guerra, pero haciamos lo posible para no morir de miedo antes que de un balazo. En fin, lo que tanto habíamos rogado que no suceda, sucedió. Como lo habían predicho nuestros superiores los blindados aparecieron flanqueados por soldados de la Wehrmatch. dos de nuestros tiradores, del susto, abrieron fuego contra los alemanes, el panzer apunto donde ellos se encontraban y dispararo, solo podía ver como la nube de sangre se mimetizaba con el polvo de escombro. en ese momento no pude contener mis ganas de orinar de lo horroroso de la imagen. En el momento en el que empece a rezar. El viejo campanario de la iglesia empezó a sonar, eran siete las campanadas. Solo me asome a mirar hacia el campanario un poco y se vio delante del tanque la figura de un hombre vestido con una sotana todo de negro que veía retorcerse (literalmente) a los soldados alemanes en el suelo. Se exprimían como naranjas, echando sangre a media que se doblaban. de pronto sentí los ojos de ese hombre sobre. los soldados alemanes quedaron inmóviles. me volví a cubrir, me aferre a mi cruz y el hombre apareció frente mio. me vio de arriba a abajo y noto que mi mano sostenía mi cruz y largando un terrible silbido se colo por entre las rajaduras de la pared. salí de mi escondite y solo habían cuerpos deformados y sangre. en la posición de mis amigos tambien eche un vistazo, lamentablemente ellos también habían sufrido el mismo cruel destino. el campanario sonó por ultima vez con siete campanadas y ceso.

Al parecer otra dotación de artilleros alemanes se acercaba así que corrí a refugiarme en la iglesia corrí a lo largo de el atrio y de un salto caí del otro lado del altar sobre el cadáver de un sacerdote. Era el, su cuerpo no estaba completo. sus piernas estaban intactas y la parte superior de su cuerpo calcinada..pero aun así reconocí que era el mismo hombre que se posicionó en frente del tanque. Me arrastre alejándome del cuerpo sin descuidar de quedar al descubierto con los alemanes. Al momento en el que ellos se fueron yo corrí sin sentido, mareado, aturdido, no entendía nada. sigo sin entender, jamas quiero entender.»

NIKITA KOBLANOFF- LENINGRADO

 

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maestro pastero

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3 comentarios

«hay una parte que dice y de pronto senti sus ojos sobre»… es en realidad «senti sus ojos sobre mi» perdon por el error…espero que les guste mi primer creepy :trollface:

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