Despues de que nuestros amigos se marchasen, decidimos comer algo, eran ya las 3 de la tarde, habian pasado 5 horas sin que apenas nos diesemos cuenta.
Le comenté a Elianor su cambio de actitud, al principio no quiso venir al viaje, una vez alli se sentia incomoda y no queria quedarse sola, y cuando se supone que mas miedo debia tener, se envalentona y se queda aqui conmigo, las dos solas.
– La verdad, tenia motivos para no querer venir. Yo no soy de Barcelona como vosotros, mi familia, abuelos en concreto, eran de este pueblo. Luego despues de lo que pasó se trasladaron al nuevo Belchite y alli nací yo. Me crie con la imagen de este pueblo en las retinas de todos los habitantes.
Me sorprendio un tanto, nunca nos contó que era de otra ciudad, y tampoco eso explicaba su nuevo comportamiento.
– Me encantaria escuchar la historia de alguien tan cercano a los acontecimientos, seguro que te explicaron muchos detalles, y quizá recordarlos nos pueda ayudar a entender que pasa aqui.
No parecía muy dispuesta, volvio a su temple conocido, temerosa.. pero aun asi empezo a relatarme la historia que ella conocia.
– En el verano de 1937, los republicanos arrasaron en el pueblo, el ejercito de Franco habia colocado sus ametralladoras y sacos formando barricadas, dispuestos a defender ese territorio como suyo y no se lo podian permitir. Los habitantes de Belchite, entre los que se encontraba mi familia paterna, se vieron envueltos en la batalla por el control de ese punto estrategico y politico en Aragón. No podian caminar por las calles, les mataban. Asi que entre las paredes de las casas contiguas se hicieron aberturas improvisadas para poder ir de un lado a otro. Como ya sabes el ejercito franquista ganó la guerra. Y mientras iban adquiriendo poder en este punto, mas fusilamientos y mas muestras de su poder acontecian. Esta es la Iglesia de Santa María. Los sacerdotes y monjas se esforzaron en tratar aqui a los heridos, era una de las pocas zonas que se intentaban respetar en la batalla. Habia muchisimos niños afectados por la barbarie. Las camas que vimos antes no deberian estar ahi. Despues de la batalla el ejercito retiro todo lo que podia servirles y los hierros de los camastros fue de lo primero que se llevaron.
Estuve escuchando la historia atentamente mientras comia mi bocadillo, era mas o menos lo que todos sabiamos, ningun detalle, excepto aquello.. » las camas que vimos antes no deberian estar ahi», estaba claro que ahi estaban, sin ninguna duda, y una de ellas en perfecto estado, «los hierros de los camastros fue de lo primero que se llevaron»
Despues de oir esto mis tremendas ganas de seguir investigando se acrecentaron aun mas si cabe, Elianor propuso primero echar un vistazo al resto del pueblo antes de que oscureciera, y luego ya dariamos otra vuelta por la Iglesia, me parecio bien.
Mientras caminabamos me iba dando detalles de cada rincon, «aqui fusilaron a los generales del ejercito republicano» decia, «debajo de esta casa nos escondiamos de los bombardeos», y «aqui habia un pozo, era arriesgado acercarse». Dimos una vuelta por todo el pueblo, las calles destrozadas, habia marcas de balazos en todas las paredes, me entretuve buscando casquetes pero supongo que ya ha llovido mucho desde entonces. Me quedé con ganas de visitar el sotano donde se escondian de los bombardeos, quiza quedaba algo material que fotografiar.
Decidimos volver a la Iglesia, estaba oscureciendo y queriamos aprovechar un poco los ultimos rayos de sol para investigar alli dentro. Mientras caminabamos escuchamos el motor del 4×4, Gabriel habia vuelto.
– No podia dejaros solas, Aleen ya está bien y Carlos el llorica tambien.- nos reimos todos de aquel comentario y el ambiente triste del pueblo parecio esfumarse unos segundos.- Aleen me contó algo que vio, dijo que mientras sonaba aquel zumbido ella pudo ver el momento exacto en el que estaba pasando aquello. Que la iglesia estaba llena de gente, muchisimos niños, y fuera se escuchaba ese ruido infernal de bombas y zumbidos de avionetas, que habia una niña preciosa. Me parecio interesante asi que he vuelto.
– La cara de Aleen me parecio verla antes, me refiero, antes de conoceros a todos. Me resultaba familiar.- dijo Elianor.
Al final se nos hizo de noche. Gabriel quiso acabar la experiencia con nosotras, asi que preparamos los sacos de dormir y nos acostamos, mañana acabariamos de investigar, las puertas y el sotano. Y nos hiriamos a casa al atardecer, cenariamos en casa tranquilos y el lunes de vuelta a la rutina. O eso pensabamos nosotros.
Nos despertamos pronto, eran las 7 de la mañana. Unos batidos y algunos bollos nos reanimaron, tomamos un poco el fresco. El paisaje era desolador, no se escuchaba ni un solo ruido, ningún pajaro cantaba en aquellas ruinas, ni siquiera el movimiento de algun ratoncillo solitario. Todo lo que abarcaba nuestra vista estaba destrozado y pulverizado, el ambiente triste que conseguimos aparcar la noche anterior volvio a nosotros implacable, casi parecia que me iba a echar a llorar. Comencé a recordar todo lo del día anterior, repasando cada momento. Estabamos fumandonos un cigarro, Gabriel empezó a parlotear emocionadisimo con todo lo que ibamos a hacer hoy, y nosotras le escuchabamos entretenidas y con nuestras ganas de investigar superando ya la morriña de la mañana.
Campanas.
1.. 2.. 3.. … 8 campanadas.
El ruido casi nos hace vomitar del susto, no eran de Belchite nuevo, el pueblo al que en los años 60 se trasladaron los habitantes de Belchite, estaba a unos cuantos quilometros y aquellas campanadas fueron justo encima nuestro. Nos lleno el pelo de polvo, como si el retumbar fuese a derrumbar la torre de la Iglesia.
8 campanadas y de nuevo silencio sepulcral.
– Vamos, iremos a las puertas, la Iglesia se merece toda nuestra atención despues de esto.- les dije asustada.
– Yo quiero ir al sotano, lo grabare todo, haced vosotras lo mismo, en casa tengo todo el material que conseguimos ayer antes de irnos y con esto podremos hacer un buen reportaje.- Gabriel, siempre pensando en hacer dinero con cualquier cosa.
Nos volvimos a separar, Gabriel era un chico fuerte, sin miedos, y aunque tuviera miedo a algo creo que podria plantarle cara facilmente, era alto, 1’82 mas o menos, su espalda era enorme y tenia unas piernas y brazos fuertisimos. Estaria bien. En cambio nosotras no estaba tan segura, aparte de todo lo que estaba pasando alli, tenia miedo de que pudiese haber algun derrumbe.
Por fin llegamos, estabamos delante de las 3 puertas, expectantes, decidiendo por cual entrariamos cada una. Elianor se decidio rapidamente, se desipidio y entró por la puerta central sin hacer mucha mas comedia.
Deje de escuchar sus pasos a los pocos segundos, y me centré en mi. Derecha.. Izquierda..
Izquierda.
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