Reficul(piso 6 y medio puerta 333)

Esta es una historia que me ocurrio un dia que visite a mis tios:

Estaba subiendo las escaleras del sexto piso ya que el ascensor estaba estropeado,cuando llege a una extrana puerta en la mitad de las escaleras en la que ponia:»piso nº6 y medio»

Aquello me resulto raro ya que no existian pisos con esos nombres.Quizas nunca debi dejar que mi curiosidad me dejarara entrar,pero como no pude evitarlo entre.

En aquel misterioso piso no habia otra cosa que una puerta solitaria:»la 333″.

Me dije a mismo:»ummm…que raro un piso inexistente una puerta solitaria…»

Como un idiota llame al timbre(y ese fue el mayor error de mi vida) y espere hasta que salio un viejo mas arrugado que una pasa,que,con aire de una gran alegria,me invito a pasar.

Dentro de su piso me pregunto:

_Dime niño¿que haces aqui?

_Pasaba por aqui y…me ha extañado el piso y la puerta.

_Bueno me alegro que me visites,deben haber pasado 20 años de la ultima visita de mi hijos

_¿Sus hijos llevan sin verle tanto tiempo?¿Ni siquiera le visitan en vacaciones señor…?

_Reficul

_Que nombre mas raro¿de donde es usted?

_De Israel

_¿Y sus hijos no le visitan?

_Llevan muertos 20 años

¿Son esos?

_Si,Se llamaban Demian y Veronica.

Antes de volver a preguntarle oi un grito procedente de la otro habitacion.

_¿Que es eso?

_Si quieres te lo enseño.

_Oh,claro.

Pero esa respuesta me marcaria de por vida.Al entrar en la sala habia un hombre crucificado boca abajo,llorando sangre y sobreviviendo a una espada atravesandole el estomago.

Senti un fuerte golpe y me desperte en mi cama,empapado en sudor frio,pensando que lo que vi habia sido una terrible pesadilla.

Le pregunte a todos los vecinos del edificio,pero ninguno sabia sobre ese hombre y menos de tal piso,el cual desaparecio,aunque me di cuenta de una cosa:

333×2=666

6 y medio x2=13

cruz boca abajo,hijos:Demian y Veronica

reficul=lucifer                                                                                                                                                                                                     

                                                                 

Aun oigo esas voces al pasar por la escalera del sexto piso…