Guardia Nocturna

 

-Cuando has estado tanto tiempo como yo trabajando aquí te acostumbrás al silencio. Me imagino que para vos debe ser un poco complicado ahora, pero dale tiempo y vas a ver como después ni cuenta te das.

Le paso el mate a mi nuevo compañero. Amargo, fuerte. Bueno para mantenerse despierto.

-¿Hace mucho que esto está sin terminar?

-Ufff… Siempre dicen que lo terminan, que lo inauguran, se cambian los planes… al final siempre quedamos en lo mismo.

Chupa la bombilla con cuidado. El mate anterior le quemó la boca. Asiente mientras sorbe y mira la nada. ¿Qué estará pensando?

-Mete miedo este edificio. Está muy oscuro allá atrás. Y encima hace frío. Más frío adentro que afuera.

-A veces pasa. El fondo no tiene luz, pero no te hagas problema que no tenemos que ir para ese lado. Está todo cerrado. Nada más tenemos que cuidar que nadie entre por acá adelante.

Me devuelve el mate. No se lo ve atemorizado, pero si muy ensimismado. A lo mejor lo que lo inquieta de trabajar de noche es tener que separarse de alguien.

-¿Y vos tenés familia? ¿Estás casado, algo?

-Si estoy casado y tengo una bebé de un añito.

Hablamos un buen rato de nuestras vidas, de nuestras familias. De a poco el silencio se va llenando de anécdotas, de risas. Recién en esta tercera noche puedo decir que me cae bien.

Se acercan las seis, aunque todavía está oscuro afuera. Empezamos a guardar nuestras cosas, preparándonos para el cambio de guardia.

-Bueno, esta noche seguí contándome de ese laburo en Catamarca- le pido.

-Si, falta la mejor parte- me contesta.

-Pensé que había sido en Córdoba- dice la voz.

Hay noches que resultan demasiado solitarias para cualquiera.

Es una historia de mi propia creación, la primera que publico en mi blog
http://veamosunademiedo.blogspot.com.ar/2012/04/guardia-nocturna.html

dakonero

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9 comentarios

Si bien es un bajón explica el texto (porque implica que tal vez no me di a entender muy bien), pongámoslo así: en el texto hay dos personajes que conversan entre ellos, y un narrador. Justo al final, un personaje habla, el otro contesta, y aunque estaban solos, una voz que no pertenece a ninguno de ellos ni tampoco es el narrador, se mete en la conversación.

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