El asesino de el latigo

Era  una noche como todas yo estaba en el computador hablando con mis amigos a las 8 de la noche, mis padres me dijeron que los habían invitado a una fiesta y yo me debía que quedar solo en casa salieron a las 9 y yo seguía en el  computador me dio hambre y fui a la cocina a revisar que había para cenar encontré un pollo frito que quedaba y me senté a comer de repente se apago la luz yo con creyendo que no era nada agarre mi linterna y fui a la caja de los fusibles uno lo habían quitados lo coloque y volvió la luz regrese a comer tranquilo de repente escuche en la casa de mis vecinos unos gritos y unos azotes  después de eso volvió a cortarse la luz por el mismo problema pero esta vez ya me estaba dando miedo salí de casa a ver que le pasaba a mis vecinos encontré la puerta abierta y pase , al pasar sentí una presencia extraña que me miraba no le di importancia y seguí de donde venían los gritos encontré unas lineas hechas con sangre que llevaban a su cuarto al las seguí y al entrar al cuarto los encontré acostados en la cama me aterrorice ya que los dos estaban totalmente mutilados uno junto al otros salí corriendo, al entrar a mi casa cerré con candado estaba pálido fui un rato al computador a ver si me calmaba era la 1 A.M cuando de repente empece a sentir unos pasos detrás de mi mientras sonaban azotes muy fuertes yo me pare y allí estaba un hombre empapado de sangre con un látigo trate de gritar pero no me salio voz el hombre me tiro su látigo y me rompió el brazo estaba votando sangre y el tenia una sonrisa en su rostro le tire la silla donde estaba sentado y empece a correr pero ya era muy tarde para mi no encontraba las llaves de la casa y no podía salir empece a llorar el asesino se me acerco lentamente y dijo estas buscando esto tenia las llaves en sus manos no me dio tiempo de reaccionar empezó a pagarme con su látigo causándome graves heridas hasta que me caí inconsciente al piso el empezó a reír con una voz muy macabra después de terminar su risa me do el golpe final me golpeo en el corazón y luego me empezó a mutilar ferozmente con su látigo.

creación propia

Gabriel