El episodio perdido de…

Fred muere


Volvía a casa de una celebración con mi familia a altas horas de la noche. Ya que en mi camino me quedaba de paso el cementerio local, decidí visitar la tumba de un amigo mío que había fallecido recientemente. Venía ebrio de la fiesta y andar en el cementerio a la mitad de la noche le pareció una buena idea a mi mente.

Tras encontrar esa lápida de granito que anunciaba la partida de mi amigo, me sorprendió encontrar un disco echo a un lado, entre la grama. Este no tenía ninguna marca, era el tipo de disco que puedes comprar por montones, el tipo que se utiliza para grabar archivos. Venía en un estuche cuadrado transparente que no tenía nada escrito; las únicas palabras estaban garabateadas sobre una tira de cinta adhesiva. Alumbré el estuche con mi teléfono y leí dos palabras que habían sido escritas presurosamente con marcador negro.

Decía «Fred muere».

Lo que en realidad me extrañó fue la caligrafía, era claramente la de mi amigo. Él era dueño de una tienda de videos y tenía muchas cintas VHS antiguas que no se podían encontrar en ningún otro sitio. Después de su reciente suicidio, su nota fue encontrada, y contenía puras tonterías garabateadas con la misma escritura descuidada.

Intrigado, me preguntaba quién lo habría dejado ahí. No había visto a nadie en el funeral que lo tuviera.

Las lágrimas estaban comenzando a nublarme la vista. Extrañaba tanto a mi amigo, y ese disco debió de ser muy importante para él como para estar a un lado de su tumba. Pero si así fue, ¿por qué no me dijo nada sobre él? Nos contábamos todo. No estuvo bien que me guardara ese tipo de secretos, llevándoselos hasta su tumba.

¿Cómo se pudo atrever a no tomarme en cuenta?

Totalmente encolerizado, me sequé las lágrimas y salí del cementerio, con el disco en mi mano.

Solo después, hasta que llegué a casa y me había acomodado en mi escritorio, me di cuenta de lo que había hecho. Había robado algo de la tumba de mi mejor amigo, algo de lo que no sabía nada al respecto. No era correcto, era peor que el hecho de que me hubiera guardado secretos.

Quise retirar el disco antes de que el menú de entrada apareciese en pantalla, cuando, inexplicablemente, un archivo de video se abrió. Esto me sorprendió por dos razones: en primer lugar, porque había asumido que el disco contenía alguna grabación de audio, imágenes o archivos de texto, no un video; y en segundo lugar, porque no me había preguntado si quería abrir el archivo, solo comenzó a correr.

Era un episodio de Coraje, el perro cobarde, la caricatura favorita de mi amigo. Ese programa nunca me había llamado realmente la atención. Lo encontré un tanto perturbador y solo vi la primera temporada o por ahí. Así que cuando el título «Fred muere» apareció macabramente en pantalla, no sabía que algo andaba mal. Había visto el episodio «El espeluznante Fred» con mi amigo una vez, por lo que asumí que este solo era otro episodio que protagonizaba al demente peluquero poeta.

Molesto conmigo mismo por haber tomado el disco, me dispuse a retirarlo del ordenador, dándome cuenta de que mi ratón se había congelado. Las teclas se encontraban en el mismo estado, así que subí el volumen renuentemente y empecé a ver el video.

Comenzaba justo como «El espeluznante Fred», con Fred viajando en un autobús y Muriel extendiendo esa colcha púrpura sobre la cama. Sin embargo, Fred no estaba recitando su poema; de hecho, el video aparentemente no contaba con audio. Pensé que podría ser el mismo episodio con el título alterado, hasta que vi a Coraje. El pequeño perro estaba mirando por la ventana, viendo fijamente a Fred con una expresión de temor y a la vez de malicia en sus ojos.

Coraje se apartó de la ventana y miró enojado hacia la nada… luego comenzó a recordar. Toda la mierda que siempre tenía que soportar, todo el terror, todo el abuso… se le vino encima.

Coraje estaba llorando en su manera frenética y animada mientras corría hacia el sótano. Empezó a hurgar en un baúl, arrojando varios objetos (una máscara fea, una cabeza reducida y otros objetos acordes al estilo característico del programa) hasta que sacó una escopeta de caricatura de doble cañón, con las lágrimas aún corriendo por su rostro.

Cargando el arma hasta el primer piso, se detuvo a unos metros de la entrada apuntado hacia la puerta, con su pequeña pata sobre el enorme gatillo. El tema de acción comenzó a sonar, pero aparte de eso el video aún no tenía efectos de sonido.

Muriel bajó emocionada por las escaleras (supongo que el timbre había sonado) y abrió la puerta para saludar a su sobrino. Y ahí estaba Fred, con su amplia sonrisa y cabello alborotado, luciendo tan extraño como siempre. Abrió su boca para hablar, miró hacia abajo y vio a Coraje temblando apuntándole al pecho con la escopeta. Una mirada de sorpresa y terror se formó en el rostro de Fred, antes de que el sonido de un disparo inundara la casa.

Por «la casa» me refiero a MI casa. El disparo fue el único sonido además de la música, y di un brinco del susto. Esperaba que una banderita con un «bang» saltara por el cañón, pero no. Fred retrocedió en tanto sangre salpicaba de su pecho, manchando todo en la casa. Luego cayó al suelo, muerto. Muriel comenzó a llorar. Coraje miró horrorizado a lo que había hecho y corrió hacia el baño en la planta alta. Pronto se le vio encerrarse ahí, como sucede en el episodio normal.

Para este punto estaba un poco sorprendido. Eso era macabro, incluso para Coraje. En los minutos siguientes se mostró a Coraje sollozando en el suelo del baño. Luego comenzaron a oírse palabras por los altavoces, audibles y pausadamente.

«Hola nuevo amigo».

Coraje alzó su mirada, vio a su alrededor, y guardó silencio.

«Me llamo Fred».

Se puso de pie y dio una vuelta. Luego se acercó a la ventana, tratando de encontrar la fuente de aquella voz. Se podía ver a Muriel y Justo arrastrando el cadáver a la camioneta, dejando un rastro de sangre detrás de ellos. Muriel continuaba llorando.

«Las palabras que escuchas están en tu cabeza».

Se apartó de la ventana, ahora posando su mirada en la escopeta a su lado. Los recuerdos volvieron, todos los insultos, todas las veces que había arriesgado su vida sin recibir ninguna recompensa, todas las cosas terribles que había visto. Todas las cosas que Justo le había hecho, aun cuando se había esforzado tanto.

«Digo, dije que me llamo Fred».

Recogió al arma, balanceando el cañón en el alféizar, apuntando la mira en la cabeza de Justo.

«Y has sido muy…».

Apretó el gatillo. En una fracción de segundo, la cabeza de Justo estalló. Soltó el cuerpo de Fred y se dejó caer encima de él.

«Travieeeeso…».

Muriel gritó mudamente. No hubo sonido de disparo esta vez, tampoco; el audio seguía ausente, a excepción del espeluznante poema.

Cuando Coraje se apuntó con el arma, tiré del cable de poder del ordenador. Me puse de pie y di vueltas por la habitación, completamente perturbado. La nota de suicidio de mi amigo solo decía una palabra: «travieso», repetida una y otra vez.

«Hola nuevo amigo».

Me sobresalté. Debí dejar los parlantes encendidos y solamente desconecté la computadora. Aunque el video también tuvo que haberse cerrado, así que no tenía sentido.

Me dispuse a apagar los altavoces, dándome cuenta de que ya estaban apagados.

«Me llamo Fred».

Los había apagado desde el primer disparo… mucho antes de que comenzase a oír el poema.

«Las palabras que escuchas están en tu cabeza».

Estaban en mi cabeza. Y lo han estado desde que vi ese video.

Ya no puedo soportarlo. Me estoy volviendo loco… me he vuelto loco, supongo…

Es demasiado para mí. Me iré ahora. Tenía que contárselo a alguien, así que te lo cuento a ti…

Adiós, amigo, pues de ahora en adelante estaré muerto. Me meteré una bala en la cabeza. Me alegro de que hayas leído todo lo que he dicho. Pero, ahora, tengo que hacer algo… travieeeeso…

Please wait...

21 comentarios

Hubiera sido mejor que pusieras otra situación y no algo relacionado con la muerte, ya que los Simpsons mueren en casi todos los episodios de los especiales de noche de brujas, por lo cual la creepypasta deja de sorprender, pero buen intento.

Los episosios o capitulos perdidos que me
gustan son
Los simpson
El chavo
Tom y Jerry
Icarly
El suicidio de calarmardo
Y otras mas

No lo se me suena buena,pero parece igual a la del chavo del 8 en la cual muere atropellado,en el punto de que el creador quería hacer realista la serie y para eso involucro el punto de la muerte y luego por tal causa el episodio nunca se transmitió por ser muy fuerte,la causa final de todo,que el episodio queda en el olvido. Esa es mi opinión,pero aun hací es buena historia tiene puntos inquietantes en la supuesta trama de ese «episodio»,pero si como lo dije anteriormente en mi punto de vista le falto originalidad. Saludos,gracias por publicarla,tengan buen día(tarde o noche):-).

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