Dicen que un circo es un lugar agradable en el cual te diviertes y ríes con tu familia, pero, este era diferente, empezare desde el principio mi nombre es Nicolás tengo 19 años y ustedes pensaran “ya eres muy grande para ir a un circo ¿no?” y tienen razón pero no fui porque yo quisiera si no porque me obligaron a llevar a mi hermano Sebastián a que viera la función, el es el menor de la familia, tiene 6 años apenas.
Continuando con lo que les decía ese día lo lleve al circo que se estableció en el lote baldío a 6 cuadras de mi casa, escuchamos de él ya que pasaban los autos promocionando el circo pero había algo raro, normalmente usan un auto colorido y con un letrero que menciona el nombre del circo y sus funciones estelares, pero este era diferente, era un carro viejo, sin algún color vistoso más que el del oxido que tenia, tenía en letras negras el nombre del circo “circo mágico de la risa” a mi hermano le hizo gracia el nombre pero a mí me dio indiferencia, mi hermanito le pidió a mi papa que lo llevara pero él estaba muy ocupado, y mi mama ni se diga ella desde hace mucho que nos abandono así que solo quedaba yo, era obvia mi respuesta, “NO, detesto esos lugares para niño retrasado” en ese momento Sebastián empezó a llorar, yo sabía que era un llanto falso pero mi papa al escucharlo me obligo a llevarlo, gran error al pedirme eso, al llegar al circo, esperaba ver un circo reluciente, con muchas luces y todas esas porquerías que usan para atraer niños, pero no, en lugar de eso la carpa estaba llena de agujeros, el maestro de ceremonias era un señor muy alto pero había algo en el que me daba miedo, ja es algo raro no, yo a mis 19 teniendo miedo de algo tan simple, pero al parecer mi hermano no compartía ese mismo sentimiento ya que a él le gustaba, entramos a la carpa no era muy diferente de cómo estaba afuera, toda roída, llena de agujeros, los postes estaban oxidados y las gradas estaban en muy mal estado, pero mi hermano se veía feliz, cosa que me extraño mucho, pero no solo él se veía feliz si no también los otros niños que curiosamente estaban solos, no había ningún padre a la vista, “genial ahora estaré rodeado de puro mocoso idiota” –pensé. La función empezó era el típico acto del hombre bala, pero algo diferente al habitual, en vez de un hombre con casco y protecciones era un tipo obeso con la piel llena de ampolla, al verlo me dio asco y lo peor no fue eso si no que al realizar su acto algo salió mal y en vez de salir volando exploto el tipo, esparciendo órganos y litros de sangre a la audiencia, es sin dudar me asusto pero lo que más me asusto fue que los niños incluyendo a mi hermano se estaban riendo y aplaudían como si hubieran visto otro acto al que yo presencie, el segundo acto era el de la típica mujer que era partida a la mitad por el mago, otro acto espeluznante, la caja llena de oxido, la tipa llena de cicatrices y el mago era el único que se veía aceptable sin mencionar su atuendo, un sombrero gastado y un traje con hoyos así como la carpa, el momento llego, el mago saco la sierra, era una gran sierra oxidada, empezó serruchando la caja con la mujer adentro pero algo ocurría, la mujer se quejaba de dolor, pero no era un dolor fingido para engañar a la audiencia, no, eran gemidos de dolor reales, termino de serruchar y separo las mitades de la caja y cuál fue mi sorpresa que al abrirla salió un chorro de sangre proveniente de su vientre, y lo único que unía las mitades era el intestino, esa escena me provoco mareo, pero una vez más los niños estaban felices como si hubieran disfrutado eso cosa que me empezó a asustar. Le dije a Sebastián que ya nos fuéramos pero él me suplico que nos quedáramos que solo faltaba un acto, tuve que aguantar otro acto, el peor de todos, en este acto el maestro de ceremonias estaba en el escenario junto a una jaula cubierta por una cortina, al destaparla cual fue mi sorpresa, que mi padre estaba adentro!!!, pero no solo mi padre si no que varios adultos, algunos los reconocía como padres de los niños que presenciaban el acto.
En ese momento el tipo hablo “Niños y Niñas para nuestro acto final domare a estas bestias y me las comeré” en ese momento los niños empezaron a reírse y a sonreír, una vez más hablo mientras sacaba a un señor gordo, era el carnicero de la esquina de mi calle, “el ha sido una bestia mala y tiene que ser reprendía por haberle robado una sonrisa a un niño” en eso me recordó que ese tipo era muy odioso y golpeaba mucho a su hijo, en ese momento el tipo se transformo en una bestia gigante con grandes dientes y de un solo bocado devoro la mitad del hombre, mientras los niños gritaban de alegría, el siguiente fue el cartero, siguió la secretaria, y así fueron pasando varios adultos, yo no podía creer lo que veía, estaba a punto de llorar, el siguiente fue mi padre, antes de que le hiciera algo le grite “Que carajos te pasa por que haces esto!!!” a lo que él me respondió” porque él le quito la sonrisa a su cría el ha sido un adulto malo y tiene que ser reprendido” cuando dijo eso mi hermano soltó una risa, en ese momento le dije” que no ves que mi papa está en peligro” a lo que me respondió “ de que me hablas ese es un tigre, el no es mi papa jaja tonto” en ese momento no pude mas y baje al escenario.
El tipo me vio y se empezó a reír, ”¿Que le hiciste a estos niños? ¿por qué no reaccionan ante estas atrocidades?” el solamente soltó una pequeña sonrisa y me golpeo, me lanzo al suelo para solamente decirme, “este circo es especial, castiga a los que han robado una sonrisa, solamente las personas puras pueden ver nuestro acto de otra manera, mientras que los demás verán las verdaderas atrocidades que ocurren aquí” en ese momento ataco a mi padre dejando solamente sus piernas, llore en ese momento y sabia que ya todo estaba perdido, pero algo inesperado ocurrió, mi hermanito grito “MALVADA BESTIA DEJA A MI HERMANO!!!” en eso vi como le aventó una bolsa de palomitas, que al caerle parecía como si le hubiera caído acido ya que empezaba a derretirse, al darme cuenta de eso le avente palomitas pero no ocurrió nada, luego mi hermano bajo y empezó a darle golpes cosa que lo estaban hiriendo mucho, el monstruo no duro mucho y cayo rendido ante nuestros pies, lo último que menciono fue, “un hombre no puede hacerme daño pero el amor de un niño puede hacerme daño, es por eso que me alimente de la fuente de odio más cercano, sus familiares,” y en efecto todos esos padres habían sido malos con sus hijos, antes de desaparecer dijo algo aterrador “descuiden chicos cuando un adulto o cualquier persona les robe su hermosa sonrisa el circo regresara a la ciudad para presentar sus actos” en ese momento desapareció,
Hoy en día mi hermano vive conmigo le tuve que contar la verdad, al principio se puso a llorar pero ahora ya parece estar más tranquilo, los policías que revisan el caso dicen que un animal del zoológico se escapo y ataco a todos esos padres, pero solamente mi hermanito y yo sabemos la verdad, una moraleja que me dejo esta anécdota fue
“Sonríe nunca sabrás cuando podrá salvarte la vida una sonrisa”
2 comentarios
Está buenísimo. Aplausos para usted -clap clap clap-.
muy buena, toda una obra y con un gran mensaje, es cierto que los niños ven un mundo totalmente diferente al que nosotros, por eso nunca debemos perder esa chispa infantil que hay en alguna parte de nuestro cuerpo