Stranger: Que tengas un buen día…

Seguramente todos habréis oído acerca de Omegle: Talk to Strangers. Esa página en donde te conectan aleatoriamente con alguien del mundo y, sin saber nada de él o ella, comienzas una conversación.

El caso es que llevo mucho tiempo en dicha página, encontrándome con lo típico: el que viene y pone “asl” (Age, Sex, Location, la página es en inglés). Como ya estoy harto de contestar a eso, simplemente los trolleo un poco y me desconecto.

Hasta que un día pasó algo distinto. MUY distinto.

Se conectó un Strange y yo ya estaba esperando el asl, cuando coge y pone (la conversación estaba en inglés, pero os la traduzco al español):

Stranger: Hola (3)

Yo pensé, “¿Un 3? ¿Por qué un 3?”, pero el tío o tía no había soltado el infame asl, así que le respondí. Luego la cosa fue más o menos así:

You (éste soy yo): Hola

Stranger: Cómo estás? (3)

You: Por qué pones el (3)?

Stranger: Cómo estás? (2)

You: No vas a responderme?

Stranger: Cómo estás? (1)

Ahí ya entendí que era una cuenta regresiva, así que para seguirle el juego, le contesté. La pregunta no volvió a repetirse, simplemente me preguntó por el clima, con el “(3)” detrás de la pregunta, como siempre.

La conversación fue avanzando y al final parecía algo más normal. Seguía poniendo “(3)” detrás de las preguntas y bajaba a “(2)” si no contestaba a la primera, pero al final no me importó.

Tras un buen rato conversando, le dije que me tenía que ir, y que había sido un placer hablar con él o ella (sí, para un@ que encuentro sin el asl, se agradece).

Su respuesta fue lo que me pareció raro:

Stranger: Que tengas un buen día. Puedes mirar detrás de ti.

Y se desconectó.

Al día siguiente se lo conté a un amigo, al cual le fascinan estas cosas raras, y se puso todo emocionado por querer probar lo que pasaría si se quedaba sin números en la cuenta regresiva. Yo sabía que las probabilidades de volver a ver a esa persona serían muy pocas, pero aun así mi amigo insistió en venir a mi casa e intentarlo.

Una vez frente al ordenador, mi amigo se puso al mando del teclado. Entramos en Omegle y comenzó a ir comprobando a la gente, estilo “si preguntan asl, fuera, si dicen hola y nada más, fuera”.

Pasaron muchos conectarse y desconectarse, y al final comencé a aburrirme, hasta que finalmente, y para mi sorpresa, apareció.

Stranger: Hola (3)

Mi amigo, eufórico, comenzó a hablar con él. No dejaba que el número decayera, por alguna razón lo ponía a prueba, hasta que se cansó, y en una pregunta no respondió.

Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (3)

Mi amigo no contestó, esperó pacientemente.

Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (2)

Nada. Comenzaba a ponerme nervioso. Yo no había dejado que la cuenta regresiva llegara a cero y había recibido aquel mensaje final. A saber qué recibiría mi amigo.

Stranger: Y qué haces para pasar el rato? (1)

Estuve a punto de escribirle para responderle, pero mi amigo me cogió de las manos y, medio arrastrándome, me dejó sobre la cama, diciendo que me quedase quieto, que sólo era una chorrada de internet y que me estaba afectando demasiado.

Me quedé en el sitio en donde él me dejó, sin saber por qué sentía tanta ansiedad. Aunque estaba en mi cama, aún podía ver perfectamente la conversación. El extraño habló de nuevo, su última frase:

Stranger: …que tengas…un buen…día…No mires…detrás de ti…

Y acto seguido se desconectó. Mi amigo se rió ahí mismo, y me miró. Me puso cara de “¿Y por esta tontería estás asustado?”. Iba a replicarle, cuando algo tocó mi cabeza, algo como una mano fría y grande. No miré hacia atrás, más que nada porque la mano sujetaba firmemente mi cabeza; pero pude ver en la expresión de mi amigo una pista de lo que sucedía.

Mi amigo había volteado hacia atrás para verme, y fuera lo que fuese que estaba viendo, no me dejaba mirarle.

Lo siguiente que sentí fue como si me adormilara, y caí dormido.

Lo siguiente que vi fue el techo blanco de mi habitación en el hospital. Al parecer mi madre nos estuvo llamando tras aquello, y como no respondíamos, fue a vernos y nos encontró a ambos inconscientes… bueno, al menos yo estaba inconsciente.

No quieren decirme qué le ha pasado a mi amigo, simplemente me dicen que no puedo ir a verle. Pero por alguna extraña razón, no me importa.

Como me toca quedarme un par de días por si acaso, le he pedido a mi madre mi portátil. Me la ha traído hoy mismo, y en el hospital hay internet inalámbrico.

Entro en Omegle y me encuentro con un extraño. No sé por qué, hacer esto está muy bien. En realidad, noto que hay algo distinto en mí.

Stranger: Asl?

Sonrío. Mis dedos escriben solos.

You: Hola (3)

Asegúrate de responderme a tiempo…

Que tengas un buen día…

Creación propia

Zilkenian Dagger

Please wait...

105 comentarios

el autor dela historia le dio la cogida de su vida asu amigo y le mamo la verga asta desmayarlo por eso no lo dejan k lo viste al pervertido hijo de puta y sigue buscaverga en omegle

Pero me imagino al fantasma (o cosa rara) , atras de los tipos , escrbiendo los mensajes con un celular osea Watafac , era chuck norris

La historia estuvo muy interesante, pero debio de ser mas especifico con lo que le paso al amigo, o sino el haber hecho lo mismo en el hospital y no contestar, para que asi explicara que le pasaba a el y entender completamente la historia.

La verdad no era necesario que dijese que le pasó al amigo, era más que obvio (o al menos para mi) que él murio en el acto, hay que ver que fue su amigo quien miró hacia atrás (Cosa que el anónimo decía que no se hiciese) y vio lo que sea que estaba ahí mientras que el narrador no vio nada, probablemente esa cosa lo mató o al menos le hizo algo.

Tienes razón:
1- En las creepypasta normalmente (si no es siempre muere alguien), y no podia ser otra persona sino el amigo.
2- Se veía venir que iba a morir el amigo, porque dice que no mire atrás y mira atrás…
3- Cuando el prota pregunta por el amigo le dicen que no puede ir a verle, es obio que está muerto, porque sino le dejarían verle

En realidad hice este creepypasta porque fue una cosa que hice como experimento en Omegle, en el cual me había hartado de la gente poniendo asl todo el rato.
En vez de responderles el asl, comencé a hacer preguntas con los números al final. En cierto momento, la gente comenzó a ponerse nerviosa y preguntarme por qué lo hacía, y al final les puse eso de «Que tengas un buen día. Puedes mirar detrás».
Así que si, está basado en «hechos reales», o mas bien, en un experimento real.

Una de las mejores creepypastas que he leído, pero ya se esperaba que el amigo del prota muriese cuando se gira para verle… 5/5

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