La historia de mi ciudad (saga)

 Yo vivo en una ciudad fascinada por las festividades, cada que pueden arman  fiesta, pero entre todas hay dos: su amada feria a San Marcos y… muy particularmente la feria de los muertos. Desde el preescolar se cuentas mitos de horror tradicionales a los niños, no hay mocoso que no ame disfrazarse e  incluso adultos siguen el juego; en las escuelas de todo grado o  curso  durante varias semanas  hasta que se alcanza el tan anhelado día de muertos  se colocan en los recesos narraciones de horror y los chicos buscan el mejor lugar para escucharles; en los salones los profesores y alumnos discuten sobre experiencias paranormales propias;  el panteón es recorrido durante las noches, es justamente en ese el antiguo panteón con sus viejos cuentos (las tumbas del mil y tantos, las estatuas que cambian de pose, aquel árbol donde descansa un vampiro polvoriento, las cruces tan altas que pierdes el cielo en un segundo y sientes la muerte pisándote los talones) donde la fiesta inicia, los jardincitos de arcaicas iglesias conocidos por sus horarios “prohibidos”, inclusive la otra amada feria tiene sus mitos al respecto, ¡y que trauma señores! Lo dice alguien a quien le toco vivirlo en carne propia.  Desde peque me han enseñado tanto, tanto que los niños no saben y hasta los mayores ignoran y es que según mi madre, que tiene varios talentos ocultos, las mujeres de nuestra familia son temibles, que nosotras con cara de santas, de santas no tenemos ni un pelo pues descendemos de viles brujas, pero eso para luego, total tiempo sobra para decir todas las verdades de mi amada ciudad…  además, lo que da miedo es lo actual, por eso me daré el lujo de cambiar las cosas y sacarlas de su tumba, y esta será la primera; existe una especie de leyenda, mito urbano, cuento de fanáticos, da igual como lo llames, es uno de los mas sonados en las escuelas, rara la persona que no lo conoce entre los jóvenes, pero como todo, tarde o temprano debía regresar… como un buen perro.

PERRO

Ya era tarde, me volví a desvelar leyendo no se que,  y es que pese a la temporada del año ya añoro es temporada oscura, donde todo es dulce y la muerte es alegría, extraño los cuentos, extraño que oscurezca temprano y amanezca tarde, extraño asustar a la profesora de mate, que aunque ha vivido aquí por varios años aun es muy cobarde para soportar un historia de fantasmas; y sin embargo, se que si sigo así el próximo mito de la ciudad será el de la chica zombi, apague el computador y llegue como pude a mi cama derritiéndome sobre esta, siempre dejo el espacio para mi perrita, “nena”  le digo así por enana y chiquita, no la sentí así que imagine que estaría con mi hermano.

Me quede dormida de buenas a primera, eso lo agradecía yo tengo un sueño tan pesado que ni una bomba atómica me despierta y lo conciliaba tan fácil que sospechaba que Morfeo se enamoro de mi, pero fue raro, escuche que rasgaban mi puerta entre sueños, en general no escucho ni pio… igual seguro seria solo el perro, tenia la costumbre de rasguñar dos veces la puerta esperar y volver a tocar, ante todo muy educada la canija, sin embargo sonaba distinto y no seguía el patrón simplemente no se detenía y se volvía violento,  a lo mejor la había aplastado Ramiro, mi hermano mayor, con eso de que es un torbellino en la cama, no esto no es en doble sentido, igual me pare y abrí  la puerta encontrándome un gratificante nada, ¿sabían que lo perros también bromean? No en serio y esta no era la primera vez, ya me lo había hecho antes, pero esas veces fueron de día y la muy ingrata se esperaba a que abriera la puerta para echarse a correr en sentido opuesto; no le di mas vueltas y solo deje la puerta abierta por si se le ocurría repetirlo o si quería entrar, que entrara bueno ni que ocupara tanto espacio.

Entre delirios sentí un peso a mi lado y un ardor en la pierna pero sentía tal felicidad en los brazos de un adonis de ensueño (y claro de ensueño puesto que eso era, un sueño ) que me valió una soberana fritura de que se trataba, al despertar tenia el mismo ardor en la pierna, aun estaba algo oscuro por lo que no vi claramente de que se trataba, mi puerta estaba cerrada, seguro por mi mamá y ni rastro de la nena, me levante medio ida y prendí la luz buscando mi uniforme escolar, encontré todo y comencé por la camisa, falda, corbata,… y al final las medias me senté en la cama y subí la pierna izquierda y casi hecho un grito, tremendos rasguños, es decir como yo una persona pasiva que prefería pasar el día leyendo libros de terror o pegarse a la computadora como sanguijuela para nutrir aun mas su ya perversa mente con películas y  leyendas de horror se había podido hacer semejante daño, entonces me di cuenta nena, habrá entrado, mama cerro la puerta, se le antojo salirse y trato de despertarme, evidentemente no obtuvo resultado alguno, para mi desgracia si no estaba en el cuarto significa que despertó a Ramiro, ósea que por mi culpa su sueño embellecedor fue interrumpido, mas claramente en cuanto ponga un pie fuera de mi habitación me iban a gritar mas que al arbitro de cualquier deporte que contase con tal cargo, claro conmigo usarían hasta el triple de insultos.

Para mi sorpresa el día fue bien, desayune, cabe mencionar al lado de mi hermanito, salimos a tiempo para las clases, hasta me llevo a la prepa y el se fue derechito para la licenciatura, y yo como calladita me veo mas bonita ni le recordé, y queriendo evitarme mas preocupaciones que me robaban la juventud decidí llamar al perro antes de dormir, nena se acerco a la puerta pero cuando le indique que entrara para cerrar la puerta se negó, cuando la cargue intento morderme e incluso se puso a chillar, que por cierto es raro debido a que si fuera por ella en vez de caminar la cargarían todo el santo día, y para colmo cuando toco el piso Salió corriendo para el cuarto de Ramiro, a pero esto no se queda así, a ver quien le vuelve a abrir la puerta, cerré y me eche el cobertor encima quedándome dormida al instante, por cierto yo también te amo Morfeo casemos y seamos felices juntos.

En la noche sentí un ahogo había un peso sobre mi cuerpo, na, el perro, el peso se extendía desde mi pecho hasta mis pies aplastando mis dedos y doblándolos, y que me cae el veinte, ¡¡el perro no llega ni a al medio metro extendido y el azúcar en la repisa pesa mas!! Sentí otro rasguño  cerca del pecho y otro y otro, no tenia el valor para abrir los ojos, dios temí que alguien hubiese entrado a la casa y estuvieran a punto de violarme, entre abrí los ojos juntando tanto valor como pude y juro que pude morir en ese momento, sobre mi  había una especie de perro con cuerpo semejante a una cucaracha dos colas gigantescas que me parecían apropiadas de un reptil y las cuales se retorcían de manera asquerosa, sus patas antes que patas eran garras, la parte superior del cuerpo parecía desfigurada con los huesos saliendo con apenas y tiras de piel medio pegada y una baba asquerosa que le recorría desde el cuello, escuche pasos fuera de la habitación y esa cosa salto desapareciendo por el suelo casi reptando, estaba congela de miedo, la puerta se abrió y eche un grito que bien pudo despertar a toda la nación, mi madre me reprendió y dijo que todo era por desvelarme con cuentos de miedo, claro nunca le mostré las heridas vaya a ser peor y termine por decir que me la he hecho yo solita y me crea emo o yo que se, no eso no, pero yo aquí no me quedo y eso seguro, salte de la cama con rapidez abrí la puerta volando y corrí a la sala prendiendo cual interruptor se atravesara en mi camino, total, tendría una noche en vela para meditar el asunto…

Pensé y pensé y cuando creí tener el perdón de mi amado Morfeo me llego como un rayo de lucidez en la penumbra, el perro ese, “perro” era mi clave, es decir ¿por que le vi como un perro cuando bien este poseía mas características de insectos e incluso reptiles? hay un mito muy conocido que habla de un chico cuyos padres salían bastante y para no dejarle solo le compraron un perro, el niño y el perro tenían una clave, para saber que todo andaba bien el niño bajaba la mano y el perro  lamía sus dedos “Clave: toca rasguñando la puerta cuando quiere entrar”  una noche el chico escucho ruidos extraños y se asusto bajo su mano y el perro la lambio como de costumbre así que fue a dormir, pero al día siguiente encontraron al perro muerto, mas bien asesinado en el baño y un letrero que decía “quien crees que te lambio la mano”  el chico se volvió loco según recuerdo y fin, o eso espero, no es posible que esa cosa sea lo que enloqueció a ese chico ¿verdad?, debe ser una alucinación provocada por ver algún maratón de terror, quien quite y horita mismo estoy en el psiquiátrico y pronto me curo.

 Cuando me di cuenta ya era de día, le insistí a mama que me sentía mal y me dejase faltar a clase, a pero no me quede en mi cuarto, no señor, ni que fuera así de estúpida, me quede todo el día metida en las colchas de mi madre, hecha un ovillo en una cama matrimonial, semejante desperdicio, pero esa seguridad valió la pena y el dolor de espalda, al anochecer mi mama me mando al la panza de lobo, sin embargo yo corrí a la habitación de mi adorado hermano el cual con suma gentileza me arrojo de su cama y me hablo con la mas pura dulzura y apoyo moral que cualquiera desearía escuchar y cito “No seas pendeja y vete a tu cama, ni que el monstro te fuera a salir, que, ¿enserio te lo crees? Mira que las babosas no deberían leer cuento de miedo si no se aguantan y se terminan por mearse en las bragas” así que sin mas opción me fui a la sala, eso hasta que oí un ruido y corrí a mi cuarto, estaba tan tranquilo, a lo mejor y ni existió esa cosa y solo era autosugestión, me fui a dormir.

Sentía una pesadez en mi cuerpo y una sensación asquerosa se apodero de mi abrí los ojos y esa cosa estaba enfrente de mi, mirándome con esos ojos oscuros y perversos, era una mirada felina, mejer dicho una mirada demoniaca, eso se inclino sobre mi y me chupo el rostro apretó sus garras contra mis hombros sin  causarme daño o enterrarlas, mas que como un demonio salido del infierno se comporto como una mascota, sin embargo había algo en sus ojos y la mueca de su boca con blancos y brillantes colmillos que me decía que era yo la mascota y como mi amo el decidiría todo desde la libertad que me daría hasta cuando moriría, o en todo caso cuando se aburra de mi me matara y buscaría  una nueva mascota, de la nada simplemente no aguante el sueño y caí como tronco.

Al despertar, mi hermano me dijo que no encontraba al perro, nunca hemos vuelto a ver a nena y cuando comprábamos cualquier animal y siendo yo la que más se encariñaba y mas rápido morían al poco tiempo, al final entendí el mensaje “el perro no tiene mascota”   de vez en cuando despierto con heridas, tengo horribles pesadillas, mi salud anda rara y ahora me accidento seguido, pero si algo se es que no fui la primera ni seré la ultima que “eso” trate como su perro.

leyendas de la ciudad de aguascalientes

luce nera

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