ETERNO INFIERNO

Sigo aquí ya no me quedan esperanzas de volver, creo que me quedare por siempre. Aun así espero que escuchen mi historia.
Recuerdo ese día, fue el 6 de junio de 2006, era un día muy frío y oscuro, parecía que iba a llover, comencé a correr para evitar mojarme.
Pase, como de costumbre, por aquellos barrios, tan desolados, nunca había nadie, a veces vagos pero nada mas.
Seguí corriendo, me detuve frente a un edificio grande y viejo. La pintura se terminaba de caer con la lluvia, olía a ratas muertas y se localizaba el un barrio húmedo y lúgubre. Justo ahí vivía yo, en el quinto piso. Se que debe sonar horrible, pero valía la pena, el cobro de la renta era mínimo, incluso a veces al dueño se le olvidaba cobrar.
Me metí al edificio, como siempre, subí muchas escaleras, era cansado pero me esforcé para subirlas rápido. En un instante llegue a mi puerta, estaba ansiosa de hacerme un café caliente, sentarme en el sillón y ver un poco de televisión. Abrí la puerta, se oyó un terrible ruido a mis espaldas, me voltee, aquel sonido provino del departamento de enfrente. Esa puerta siempre había estado cerrada, ni siquiera el dueño la pudo abrir, pero ese día se encontraba abierta y alguien estaba adentro, no quise entrar a ver, tal vez era un ladrón o algo peor, no podía llamar a ningún vecino, el dueño nunca estaba y las únicas personas que vivían aparte de mi, trabajaban hasta la noche.
En lo que pensaba que hacer note que la puerta lentamente se movía, me paralice, no podía hacer nada, después se azoto, se cerro. Trate de reaccionar y lo logre, me metí a mi departamento, puse seguro y llave, corrí hacia el teléfono para llamar a Eva, mi amiga, la única en que puedo confiar. Le pedí que viniera lo mas rápido posible.
Paso aproximadamente una hora y tocaron, me apresure, quite el seguro y abrí. No había nadie. -Tal vez Eva me esta jugando otra de sus bromas- pensé. Salí hacia las escaleras y me asome, pero nada, no había nada ni nadie. Era extraño, aun así volví, antes de entrar me tope con una caja, estaba algo rota, también llena de polvo, me llamo la atención y la tome.
Ya adentro la limpie, la abrí con cuidado, contenía un tablero pero no era como cualquier otro, este se llenaba de todas las letras del alfabeto, en la parte trasera decía Guija y tenia escrito una serie de instrucciones. Parecía un juego de mesa, nunca lo había visto, lo conserve, pensé que podría ser una antigüedad. Poco después Eva llego, para entonces se me paso el miedo ya que el tablero distrajo mi mente.
Me pregunto que me había ocurrido, tuve que mentir porque si le contaba la verdad iba a pensar que estaba loca y que hubiese sido una perdida de tiempo venir.
La lluvia se convirtió en tormenta, incluso caía granizo, afuera estaba muy frío y oscuro. Eva se tuvo que quedar conmigo, por mi no había problema, vivía sola y tenia dos recamaras sin ocupar.
Entonces, aprovechando la ocasión, la mostré a Eva el juego que encontré, pregunto que era, le respondí que algún juego insignificante, era lo único que se me ocurría.
Para pasar el rato tratamos de jugarlo, acomodamos el tablero, seguimos las instrucciones. Era fácil, solo tenias que hacer una pregunta y según el juego te contestaba.
Sonaba tonto creer que un tablero nos iba hablar o comunicar algo, pero estábamos aburridas, así que lo intentamos. Eva hizo su pregunta, el tablero no se movió. Después yo pregunte, pero tampoco contestaba. Esperamos otro poco, era inútil, nos resignamos, tome la caja para guardarlo. Al instante el tablero comenzó a deslizarle hacia ciertas letras, fue sorprendente, me quede impactada al igual que Eva. No lo podíamos creer. No puse atención en lo que el tablero deletreaba, estaba tan asombrada que no reaccione, pero Eva si lo hizo, lo escribió en un papel, juntamos las palabras y decía: “Eterna será tu caída”. no entendí lo que trataba de decirnos.
Al poco rato se hizo noche, nos fuimos a dormir, ella no menciono ni una palabra, solo se metió al cuarto al lado del mío y cerro la puerta.
Eran las tres de la mañana cuando oí un fuerte golpe nuevamente, me levante de la cama y corrí al cuarto de Eva, toque varias veces, no respondía. Trate de forzarla, se abrió, no había nadie, se me ocurrió que ella tal vez estaba en el departamento de enfrente, así que sin pensarlo fui.
La puerta de aquel se encontraba abierta, adentro estaba oscuro, tuve que entrar. No podía ver nada ni nadie, trate de prender la luces pero estaban fundidas. No quería meterme mas, tenia miedo, desde mi lugar le grite a Eva. Como no contesto me preocupe y entre a buscarla. Mas al fondo note una luz, corrí hacia ella, cuando llegue descubrí que era una puerta, adentro se oían susurros, -Debe ser Eva- me dije. La abrí, las luces estaban prendidas, pude ver que era un cuarto, lo extraño era que se parecía mucho al mío pero no le tome importancia. Me fije y no había nadie, eso pensé hasta que debajo de la cama se podía percibir algo, lo vi como un bulto, no tenia forma.
Comencé a sentirme mareada, veía borroso. Precisamente en ese instante el bulto salio de la cama y corrió al baño del cuarto.
Al parpadeo me encontraba en el baño, en el mismo baño donde entro aquel ser, ¿Cómo paso eso?, ¿Cómo rayos entre? Yo seguía mareada, pero pude captar algo que me dejo impactada. Vi mis manos al momento de quitarme el sudor de la frente, ¡No eran las mías!, no sabia que me estaba ocurriendo, rápidamente fui al espejo, ¿Por qué?, ¿Por qué Eva se ve reflejada en el espejo imitándome?, Eva era mi reflejo, no sabia que hacer, no entendía nada.
La llave de la regadera se abrió, voltee pero no le di importancia, trataba de darme una explicación. Comenzó a oírse mas susurros detrás de la cortina donde se encontraba la regadera y una tina, asustada me acerque a ella, la tina se lleno y comenzó a caer el agua.
Grite, me aterre, no lo entendía. Lo que caía de la tina no era agua, era sangre, pero ¿De quien?, y ¿Por qué?, abrí la cortina, casi me desmayo, hubiera preferido eso pero no fue así, era horrible, me arrastre como pude a una esquina del baño, no podía parar de llorar.
Quería morirme pero ya estaba muerta. En aquella tina estaba yo, sumergida en la sangre y sin piernas. En la mano sostenía un cuchillo.
Cerré los ojos, no quería verme así, la sangre me comenzó a mojar los pies.
Poco después sentí que se acercaban a mi, abrí los ojos, mi cuerpo se arrastraba con los brazos, la cabeza comenzaba a despegarse, aun así lentamente te acercaba, trate de moverme pero no pude mas que mirar, era tan traumático y repulsivo que me desmaye.
Desperté en un hospital, ¿Acabo todo fue un sueño?, me pregunte. Estaba confundida, me senté en la camilla para tratar de levantarme, me solté de ella, ¿Por qué estoy cayendo?
Fue dolorosa la caída, hice puño mi mano y le di golpes a mis piernas para que reaccionaran, pero solo estaba golpeando el suelo. ¡No puede ser!, no tenia piernas, me asuste, me arrastre a la puerta para buscar a alguien. Abrí la puerta y caí.
No se como pero me caí, y hasta ahora sigo cayendo. Este lugar es eterno, oscuro y frío. No puedo morir, ni de hambre ni de sed, el hambre me hizo carnívora. Quiere decir que todo el tiempo que he pasado aquí me he estado comiendo a mi misma, ahora ya no tengo nada que comer, cuando trato de tocarme no siento nada, no hay nada. la sed hizo ver hacia mi sangre, pero ya no queda nada.
Es un sufrimiento que durara para siempre. Me siento en el infierno, estoy en el infierno.

La escribió una conocida llamada Celia Daniela Flores Torres.

Pescador Killer

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2 comentarios

Sinceramete me gusto muco, yo aveces me siento asi y me da la sensacion de que la caida sera etera, gracias por entretenerme un buen rato.

ATTE: yo

Sinceramente me gusto mucho, yo aveces me siento así y me da la sensación de que la caída sera eterna, gracias por entretenerme un buen rato.

ATTE: yo

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