Escaleras, viejas enemigas

Se que jugar en las escaleras a veces es divertido, pero otras veces puede ser fatal y probablemente la mejor manera de buscarse una horrible muerte, esta es la historia de mi mejor amiga, ¿Como me la se?, yo estuve allí con ella:

Siempre nos la pasamos bromeando y divirtiéndonos, salíamos mucho a divertirnos al centro comercial, al parque, etc…

Aunque ella siempre se comportaba de manera extraña al momento de subir o bajar escaleras, siempre buscaba un pretexto para ir por otro camino, o se juntaba junto a mi para subirlas. De hecho, siempre me comentaba que era un tormento llegar a su casa, ya que vive en un apartamento y obvio, necesita subir escaleras.

Un día la acompañé a la entrada de su edificio, y ella recordó que tenía mi libro de matemáticas prestado y insistió en dármelo en ese justo momento y yo le dije: Bueno, no hay problema, te espero aquí. Pero su respuesta me pareció extraña, ella me dijo: Por favor, acompáñame, no quiero subir las escaleras sola, te lo ruego, no me dejes sola. Sonaba asustada y disgustada de tener que subir sola, y como no quería decepcionarla, accedí a acompañarla.

Mientras subíamos las escaleras sentía algo extraño, a pesar de que ella se agarraba de mi brazo con una fuerza increíble, sentía que algo trataba de quitarla de mi lado, por momentos ella se tropezaba con los escalones o se resbalaba, yo le pregunté: ¿Estás bien?. De repente me miró a la cara y empezaron a caer lágrimas de sus ojos y respondió: Yo no, pero tu sí. En ese momento, miró al piso de arriba y me dijo: ¡Por favor!, eres el único que puede ganarle, ¡No me sueltes!.

Antes de yo poder preguntarle de que hablaba, una extraña fuerza trató de empujarla escaleras abajo, gritaba aterrada y se agarró fuerte mente a mi y yo me agarré fuertemente contra las defensas de la escalera y con mi otra mano tomé la suya lo mas fuerte que pude. Algo la empujó de nuevo, llevándonos a los 2 hacia abajo, dimos vueltas por las escaleras y caímos en el descanso entre el piso de su apartamento y el piso de abajo. Ella comenzó a gritar: ¡Me quiere a mi, no a ti!, ¡Por favor sálvame!. No se que estaba pasando, pero algo comenzó a jalar de ella hacia los pisos de abajo y ella se agarro de mi camisa y yo también fui arrastrado junto a ella, traté de agarrarme de algo pero «eso» seguía tirando de nosotros, ella dijo «Me quiere a mi», por lo cual a mi no me haría daño supuse, rápidamente me agarré de ella y la abrasé frente a mi, caímos por los escalones hasta descender por 3 pisos y yo traté de llevar todos los golpes que fueran posibles hasta que ella logró sostenerse de una defensa, la solté, me levanté y la tomé de su mano y le dije: Me debes una explicación, pero si «eso» te quiere a ti, primero tendrá que pasar por mí.

La extraña fuerza trató de tirarnos escaleras abajo de nuevo, pero mi amiga y yo nos sujetamos con todas nuestras fuerzas mientras subíamos, cuando íbamos llegando a su piso nuevamente, «eso» dejó de tirarnos hacia abajo, ella exclamó: ¡Se terminó!. Justo en ese momento, me llegó a la mente abrasarla con fuerza y ponerme de espaldas al piso de arriba, y así fue, «eso» trató de llevársela al piso de arriba, nos levantó del suelo y nos pegó contra la pared, el impacto fue realmente doloroso, sentía que no podía moverme y no sentía nada de las piernas para abajo, mi cabeza me dolía y mi espalda estaba adolorida, ella se levantó y gritó: ¡Suficiente!, ¿Es a mi a quien quieres no?, ¿Porqué debías llevártelo a el?. Pude verla gritando a una extraña sombra frente a ella, pero no pude ver muy bien, mi visión se volvió totalmente blanca…

Desperté en su apartamento y ella estaba frente a mi, cuando me vio despertar me dijo: ¡Al fin!, ¡Que bueno que estas vivo!. Lamento todo lo que hiciste por mi, no volverá a pasar, lo prometo… Le corté la frase: No tienes porque disculparte, quién debe disculparse soy yo conmigo mismo por hacerle esto a mi cuerpo, ahora no puedo caminar, ¿Como quieres que convenza a mi madre de que quedé invalido ayudándote a subir las escaleras?. Ella respondió: Ella decidió apiadarse de nosotros, dijo que no valgo la pena ya que te hice sufrir tanto, también dijo que quién merecía no volver a subir y bajar escaleras mas nunca en su vida debería ser yo, ¡Perdóname!. Le dije: No puedo odiarte, y no quiero saber nada, olvidemos esto y sigamos como si nada de esto pasó, ¿Entendido?.

Y así pasó, aunque fue difícil olvidarse de esa experiencia, nunca volvimos a tocar el tema, han pasado 2 años desde ese entonces y lo único que se de ese día, es que la muerte la perseguía, ¿Porqué?, No me interesa saberlo.

Mi hermana siempre tiene problemas con las escaleras, así que ella me dio la idea de crear la historia.

Ray

El miedo nunca ha podido capturarme...... y no planeo que lo haga.

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