Los ruidos del Ático,

Marcos y Andrea eran un matrimonio con una pequeña hija llamada Elisa, de tan solo 4 años de edad. El matrimonio estaba buscando un lugar nuevo para vivir, algo un poco elegante pero no presumido, y fue asi como llegaron a un vecindario en que solo una casa estaba en venta, y raramente nadie quiso comprarla jamas, a excepción de ellos, claramente. Cuando llegaron, sintieron las miradas de los vecinos sobre ellos mientras sacaban su equipaje del camion de mudanzas. Marcos se encargo de sacar todo lo que fuese living y cocina, Andrea de las cosas de las habitaciones y la pequeña saco una pequeña caja con algunos de sus juguetes en ella. Marcos y Andrea seguian sacando, desempacando, y ordenando con su pequeña hija, cuando tocaron a la puerta.

El padre fue a abrir.

-Bienvenidos. -les saludo una mujer- me llamo Alejandra, mucho gusto

La mujer hablaba rapido, tenia una expresion facial que demostraba que estaba un poco  nerviosa.

-Mucho gusto, soy Marcos, ella es Andrea y la pequeña es nuestra hija Elisa- saludo el hombre

Andrea estaba de pie junto a su marido, sonriendo. Alejandra les dio un regalo de bienvenida; era un postre. Ellos, muy agradecidos, le dieron las gracias por la bienvenida y el regalo. Despues, la mujer se retiro, y los esposos volvieron a terminar de desempacar.

Elisa, la pequeña, fue a ver su nuevo cuarto. Pintado blanco entero, el suelo cubierto de alfombra morada oscura, y tenia 2 ventanas en una pared. Se notaba que habia sido remodelada hacia tiempo. La cama de la niña estaba ya lista pero sin la ropa ni las sabanas, asi que ella se sento y comprobo que fuera un colchon de su agrado, ya que a pesar de ser pequeña ella sabia lo que queria, ademas de ser madura e inteligente. Tomo la pequeña caja de juguetes y la abrio con cuidado. Ahi estaban sus muñecas, un mini peluche de oso, y uno de esos celulares de juguete con motivo de «Barbie». Puso las muñecas en una repisa que estaba previamente ahi, el osito, el celular en otra y fue a buscar mas de sus juguetes.

El living ya estaba todo desempacado, y sus papas estaban en la cocina terminando los ultimos detalles.

-Mami, ¿donde estan mis demas juguetes?

-Ay, Elisa, los olvide en el camion. Ya voy por ellos.

Su mama fue a buscar las 3 cajas que eran de ella y se las llevo para que en su habitacion las desempacara.

Una vez que todo estuvo listo, la familia fue de compras, compraron lo suficiente para terminar el mes y llegar a mediados del siguiente. Contentos, volvieron a casa. Grande fue la sorpresa al encontrar las ventanas abiertas, con las cortinas suavemente danzando con la brisa de la tarde. Aunque la casa tenia alarma de seguridad, esta no dio señales de haber sonado, o de siquiera haber sido desactivada. Por lo menos, todo estaba en su lugar, a excepcion del cajon de cocina en que se hallaban los cubiertos. Marcos fue a cerrarlo, al igual que las ventanas.

Andrea fue a dejar su chaleco a la habitacion matrimonial, cuando escucho un debil ruido de azotea. Penso que era solo el ambiente porque la temperatura bajaba y eso hacia ruidos en los objetos. Miro por la ventana y vio que en la casa del lado, Alejandra, miraba por la ventana hacia su casa, haciendo muecas de pena, o de mas bien desesperanza. Andrea la ignoro y salio de la habitacion. Fue a preparar la cena.

Marcos y su hija estaban en el living viendo un programa infantil mientras Andrea cocinaba, ya el olor de comida se hacia presente. Marcos consulto el reloj, eran las 7 de la tarde.

-Andrea, llevare a Elisa a que se de un baño- le hablo el hombre

-Vale, les avisare cuando este lista la cena.

Marcos tomo a su hija en brazos y la llevo al cuarto de baño, le preparo la bañera, le puso un poco de burbujas, que a su hija le encantaban, y la dejo para que entrase.

Fue al cuarto de la pequeña, a buscarle algo de ropa, cuando vio que la ventana estaba abierta, con las cortinas ondeando. La cerro, y le alisto la ropa a su hija. En eso, escucho algo similar a pasos arriba, decicio ir a ver. Subio hasta el atico e inspecciono. Nada.

Como nada habia, nada habia que preocuparse. Fue a ver a su hija al cuarto de baño, y ahi la encontro, bañandose muy contenta y jugando con figuras de hule en la bañera.

-Estas feliz, ¿eh?.

-Mucho, el señor pato al fin va a tener una cita con la señora pulpi -dijo como si fuera algo muy real.

-Que bien. -le respondio el padre.

Andrea habia subido a verlos, y les comunico que ya estaba servida la cena. En eso, los 3 escucharon un portazo. Marcos fue a ver, nuevamente nada.

Volvio y vio a Andrea sacar a Elisa de la bañera, y envolverla en una toalla. La llevo a su habitacion y la vistio. Luego los tres bajaron a cenar. Curioso, habia menos comida de la que Andrea sirvio en los platos, y faltaba un pan de la panera. En fin, Andrea se tranquilizo y disfruto la cena junto a su familia.

Llegaba la hora de ir a dormir, y Andrea fue a acostar a Elisa. Marcos fue a echar una ultima mirada al atico, no vio nada. Se tranquilizo y fue a la habitacion que compartia con su esposa. Andrea ya estaba acostada. Marcos se cambio la ropa y se acosto junto a ella, no sin antes decirle: «Pase lo que pase, no vayas al atico». Ella no dijo nada, solo asintio y se quedaron dormidos.

Era un poco pasado de las 1 de la madrugada, cuando Andrea sintio una extraña sensacion de no estar solo con su marido y su hija en la casa. Eso la inquietaba, y mucho, Se puso unas pantuflas, una bata, prendio una vela para ver mejor, ya que no prendio las luces para no alarmar a su marido ni inquietar a su hija y bajo las escaleras, sin hacer ruido. Todo en orden. Recorrio la cocina, el living, y el baño. Y nada, todo estaba normal…hasta que escucho el abrir de una ventana, y la piel se le puso de gallina, ¿era un ladron?. El ruido fue arriba, Curioso, ahi arriba solo estaban la habitacion matrimonial, la de su hija. el cuarto de lavado…y lo que conducia al atico, Atico…atico. Luego sintio como si algo o alguien cuidadosamente abria una puerta. Subio rapidamente con la vela (y procurando no quemarse) y vio que una puerta estaba semiabierta. Era la del cuarto de lavado. Se armo de valor, y entro. Y ahi estaba la causa de la bulla, era un gato que habia entrado por la pequeña ventana del cuarto. Suspiro aliviada, tomo al gato y lo dejo en una fuerte rama de arbol que daba a la ventana, para luego cerrarla y volver a dormir. Se acosto sin que nadie se diera cuenta.

Mas tarde, como a las 2 am, Marcos y Andrea se despertaron por igual, sintieron unos ruidos muy fuertes arriba, ¡Justo en el pasillo! Marcos saco una navaja de un cajon de la mesita de noche, y Andrea prendio una lampara y uso la otra navaja que su marido le paso. Salieron valientemente al pasillo. Nada. Todo oscuro y nada fuera de su lugar.

-Pero, si estoy seguro que oi algo-dijo el

-Yo tambien…-le respondio su mujer- mejor revisemos toda la casa.

-Con esos ruidos…me es muy dificil dormir. -comento Marcos

-Tienes razon, yo tampoco he podido conciliar muy bien el sueño. –

Con pasos sigilosos revisaron toda la casa, cuarto por cuarto. Andrea se habia ido al cuarto de Elisa a vigilar que no despertara ni que nada le pasara.

Marcos llego a la puerta de la cocina, encendio la luz, y ahogo un grito al ver a semejante criatura. Un adolescente, vestido con pantalon negro, una sudadera blanca, y con cabello negro, como si hubiese sido quemado, piel tan blanca como la nieve, sus ojos rodeados de negro, y al parecer, sin parpados, y su boca, con unos cortes que la expandian hasta las mejillas, y con una sonrisa macabra, estaba sentado en un meson, como si lo hubiese estado esperando, tenia unas manchas no muy claras en las manos, algo…¿anaranjadas? ¿rojizas?…Era al parecer sangre seca. Marcos boto la navaja del susto y se quedo paralizado frente a ese sujeto. ¿Que hacia ahi? ¿Como aparecio? y lo mas importante…¿Quien era?

El adolescente se bajo de meson, y lentamente camino hacia Marcos. Una vez frente a el, susurro «Hola, soy Jeff…»

Marcos retrocedio atemorizado y salio corriendo. Jeff, conto hasta cinco, dandole tiempo para correr, ya que estaba de «buen humor» y despues tomo el cuchillo que dejo sobre la mesa y salio corriendo tras el.

Marcos fue rapidamente a avisarle a su esposa que tomara a Elisa y se fuera de aqui. Ella atemorizada, se resistio.

-¡Vete! -le ordenaba su marido a traves de la puerta.

-¡No! que sucede…-

Andrea abrio la puerta y la cerro con pestillo para proteger a su hija de lo que fuera. Marcos la tomo y  corrio con ella a esconderse tras un mueble.

-Lo que veas, lo que sea, no hagas ningun ruido. -le advirtio su marido.- Dame la navaja que te pase.

Andrea se la paso y trato de entender la situacion. Tuvo que llevarse una mano a la boca para no gritar al ver como Jeff subia las escaleras, mirando a todos lados, con el cuchillo en la mano. Entro a la habitacion que compartian, inspeccionando, situacion que aprovecharon para correr, encerrarlo en la habitacion, y llamar a la policia. Mala suerte, al parecer Jeff desconecto todos los telefonos de la casa. Marcos vio que no habia mas opcion que matar al tal Jeff, el que por su parte ya habia salido de la habitacion, forcejeando la puerta. Al encontrarlo, Marcos le hizo un corte profundo con la navaja, y Jeff grito, luego, tomo firmemente el cuchillo, y se lo clavo a Marcos en el estomago. Este, cayo al suelo desangrandose, Jeff, para asegurarse que estuviera totalmente (o casi) muerto, le recorrio el cuchillo por los brazos, haciendole grandes heridas. Luego de haber «acabado con el», fue por Andrea, pero esta fue mas rapida, y le rompio un macetero en la cabeza, dejando a Jeff en el suelo, atontado, y al parecer, inconciente. Fue a buscar a su hijita y la llevo la jardin, donde le pidio que fuera por ayuda. Andrea volvio a entrar, y Jeff le clavo el cuchillo en la espalda, sorprendiendola desprevenida. Cayo al suelo. Jeff, tomo los cuerpos y los llevo a la habitacion, y los acosto en la cama, y los arropo.

-Ahora pueden dormir en paz- les dijo a los cadaveres.

Elisa, la pequeña, corrio por ayuda, aunque no sabia para que, volvio a casa, para pregunarle a su mama que sucedia. Cuando entro, vio a Jeff, en el sillon, con una mano detras de su espalda.

-Pequeña, ¿no ves que es tarde? mejor, ve a dormir.- le dijo, antes de lanzar el cuchillo a la inocente niña, el cual se clavo en su pecho, matandola instantaneamente.

Jeff, llevo al cuerpo de la niña, la arropo, y con una sonrisa malevola, tipica de el, le hablo.

-Te dije que fueras a dormir.

Luego, Jeff limpio un poco la sangre que estaba esparcida por la casa. tomo otro poco mas de comida del refrigerador, y se volvio a ir al Atico, donde estaba viviendo. Rio. Y se dispuso a esperar al siguiente desprevenido que llegara a vivir a esa casa.

Creación Propia, Leyenda Urbana

Ryunosuke

Please wait...

2 comentarios

Muchas faltas de ortografía, además de ser un personaje de otro Creepypasta, tan típico y de moda, no me gusta.

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