La Risa

Ya no vivía con mis padres, ya me escape de sus garras y me fui a vivir al campo o algo así. Encontré una buena oferta de una casa que se situaba en el medio de la nada. Me parecía bien, porque era bastante ruidoso con mi música metal, me gustaba tener siempre el volumen perfecto.

Fui en mi moto a la casa. Al llegar estaba alguien que decía que me podía presentar la casa. Le creí y le seguí por todo el recorrido. Me dijo casi todo lo obvio, que había 2 baños, 2 habitaciones, un comedor, etc… Tenia un patio o bueno, terreno gigantesco.  Le pregunte que les había pasado a los que anteriores ocupantes al ver que aun había cosas de los anteriores dueños. Ella me miro incomoda y asustada y solo dijo con voz susurrante:

-Puedes quedarte con todo esto, si quieres, ellos no vendrán a buscarlo ni a reclamarlo, créeme. –me dedico una pequeña y poco real sonrisa. Solo asenti.

Luego de que ella se fuera, mire la hora, eran como las 5:26 y aun había sol. Pensé en todo lo que podría hacer ahora en esta casa. Fui en busca de mi estereo y puse una canción de “Mudvayne” que resonó en toda la casa.

Camine y observe todo lo que había. Muchas fotos antiguas, en la cual parecía una simple familia de 5 personas, los padres y los tres hermanos. Todos mantenían una cara de funeral. Entre a una de las habitaciones. Esta casa no debió haber sido ocupada por más de 50 años, estaba llena de polvo. Había 3 camas. En la cual una había unos juguetes, una caja de música y una muñeca, todo con polvo y telarañas. Lo limpie un poco y vi un poco de sangre derramada en ambos objetos. Los solté y los tire lejos. Rodaron y cayeron.  Deje de pensar en eso y Salí de esa habitación espeluznante. Mire otra vez el cuadro y la expresión de la niña era de enojada. Me limpie un poco los ojos y mire otra vez. Seguía igual. Le preste poca atención y seguí caminando. En la otra habitación había una cama matrimonial y había unos cuadros más. Un payaso sin sonrisa y una mujer mutilada. Parece que tenían poco estilo estos dueños.

Desempaque las pocas cosas que llevaba y tome una caja para desechar todo lo que no quería. Tome los cuadros de la habitación de los padres y los puse en la caja. Después intente buscar los juguetes con sangre y no estaban ni debajo de la cama ni sobre ella. Los olvide y los deje. Saque casi todos los cuadros de las paredes excepto uno, que aun me daba miedo sacar, el de la familia.

Deje todo en la acera y fui a mi patio trasero. Me senté en una pequeña silla y cerré los ojos. Escuche unas alegres risas de niños. Abrí los ojos y vi a los lejos unos niños que venían en mi dirección, corriendo. Cuando estaban lo bastante cerca para distinguirlos, vi que no tenían una cara, sino unos círculos simulando los ojos y una línea que llegaba literalmente de oreja a oreja.

Intente correr, tropecé de mi silla y vi a mi propia casa en llamas, sentí una presión en mi pecho y me desmaye.

Escuche a alguien leyendo algo.

-…Y por lo cual, es culpable de apropiación de morada, de prenderle fuego y de asesinar a la pequeña Jessica, de solo 11 años. –dijo y cerro una carpeta. Era un señor de terno. Yo estaba con una camisa de fuerza y atrapado en una gran habitación acolchada.

El señor me miro y estaba en camino a retirarse hasta que llame su atención.

-Disculpe, ¿Qué paso?

-¿Acaso no estuvo escuchando? ¿Se lo tengo que repetir todo?

-No, solo lo más importante. –se hincó.

-Usted se apropio de una casa que ni era suya, le prendió fuego y mato a una niña inocente ¿Satisfecho?

No comprendí nada. Nada tenia sentido, hace pocos minutos estaba solo recostado en mi silla, mirando un atardecer memorable… ¿La niña? ¿Qué niña? Solo recuerdo a los niños…

-¿Cuáles son las pruebas para inculparme?

-Solo quedaba el testamento de la pobre familia que fue testigo y participante de aquel atroz crimen. Decían que usted llego de la nada y de repente empezó a quitar unos cuadros de la pared y llevárselos, además de romper los únicos juguetes que tenia la niña. Y, como si no fuera suficiente, degolló a una niña y después de tal locura, quemo todo. Entonces, me retiro. –se paro y cuando iba a abrir la puerta, dijo- Esa casa daba miedo. ¿Recuerda usted una foto familiar que estaba clavada a la pared?

-Pues, claro.

-Bueno, eso fue lo único que quedo intacto, la foto de los cuatro familiares, dos niños y los padres y ¿Sabe? Tenia escrito con sangre “Non omnis moriar” en latín.

-¿Y eso que significa?

-“No he muerto del todo” – me miro, abrió la puerta y se retiro.

Creacion Propia.

Lacrymosa et Mori

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4 comentarios

Mmm, me parece que le falta pulirse un poco. El estilo narrativo es apresurado y quizás si fuera un poco más lento, se disfrutaría más. No quedó muy claro el final, aunque creo tener una idea de lo que quisiste hacer. 2/5

A mí me gusto la idea, es decir, hay momentos en que si dices que paso le quita veracidad, como decir lo que no paso, este es el 2ºdo caso. Aunque, aquel sujeto del final que le leía lo que había hecho no me convencio de todo, lo trataba como una basura de la sociedad y después conversa con el protagonista tranquilamente… eso es todo menos creible y veraz.

Tal vez sea spoiler-

En lo personal, me parece que las niñas malditas estan muy usadas, es decir, siempre veo mujeres o niñas fantasmas que quieren hacer daño ¿Por que no son hombres y/o niños? :cerealguy:

Bueno la historia me aburrió un tanto ya que se hacia notar que era algo muy tradicional en creepypastas, casas malditas y cosas así, pero los últimos párrafos le dan un poco mas de revelación al texto ya que hace entender un poco mas de la historia y el final detestable por parte del protagonista, deja un hueco terrible sobre la niña, tuviste que especificar un poco mas sobre ello, me hubiera encantado que fuera así; dejando eso de lado te doy 3/5. (Y)

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