Estaba descansando en el respaldar de su silla cuando su compañero entro en su oficina y le dejo el siguiente trabajo en la mesa. Tenia que buscar a dos turistas suizos en una montaña, pero no cualquier montaña, una montaña que traía muy malos recuerdos.
Era un verano caluroso no había una nube en el cielo y los pájaros cantaban. Un viaje a la montaña es lo que estuvo esperando todo el mes, contaba los días para que ese fin de semana llegara, cuando a un niño le emociona algo, no hay quien lo pare. Se despertaron temprano y partieron hacia allá, todo iba bien hasta que decidieron explorar. Caminaban, felices, charlaban, y se reían. Caminando, caminando, hasta que ambos cayeron en un agujero, no llego a preguntarles que pasaba porque un destello salio de el seguido de los gritos de ellos. se quedo petrificado viendo hacia el agujero, cuando detrás de el aparecieron sus padres. Pero el sabia que no eran ellos, salio corriendo por el bosque. Llego a la carretera para ver como a sus «padres» los atropellaba un camión.
Todo volvió a su memoria en cuanto llego a ese campamento, dejo sus recuerdos de lado y salio en busca de los turistas. le informaron que habían desaparecido en el bosque, entonces ¿donde mas buscarlos? El tiempo pasaba y no aparecían, estaba por terminar la búsqueda.
Decidió entrar a una cueva, tal vez ahí podría encontrar algo, nada, bajo la montaña para terminar de buscar, cuando se encontró en un terreno muy familiar, y calló por el agujero, hasta quedar de pie en el suelo lleno de césped habían varias figuras humanas, trato de diferenciar alguna y pudo diferenciar a los dos hombres uno al lado del otro, eran los turistas, estaban hechos piedra.
Tomó su celular y agradeció a dios la señal, marco el numero de su compañero y le contó lo sucedido, el le respondió:
-entonces eres mi compañero,
-SI!-Contesto impaciente, pero cuando volvieron a contestar, se congelo.
-¿quien se hace el gracioso?- era su voz, era el, pero el estaba ahí.
Después le informaron que los turistas habían sido encontrados en la ciudad, que se habían ido del campamento sin pagar, y ademas que su compañero nunca le había dicho que fuera a tal montaña. Se acercaba una luz por adentro de la cueva y los rostros de las estatuas se veían con claridad, ninguna familiar, salvo la de su compañero, que tenia una expresión de horror en el rostro.
Se paro en un lugar y soltó el teléfono dejando que cayera al piso el sonido de su voz sonaba en el teléfono, con tristeza miro hacia la luz a esperar a convertirse en una estatua mas.
Después de la luz, pudo ver un ser como salido de otro planeta, eran extraterrestres, tal vez tenían un procedimiento para poder estudiarlos, tal vez era para repoblar la tierra. No lo podría decir con exactitud, todos los años que estuvo ahí, tuvo tiempo de meditarlo, sin dormir, sin sentir hambre, sed, o cualquier cosa. Al pasar de los años se iba agrietando, a veces se le caían partes, hasta que se convirtió en polvo, como todos los que estaban ahí.
de una historia que leí de pequeño pero un poco cambiada
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