La Criatura del Bosque

Muy muy lejos, detrás de un oscuro bosque de árboles muertos donde siempre flota la más densa niebla y el viento susurra maldiciones y blasfemias, vive un ser.
Los habitantes del pueblo aledaño al lugar hablan en las tabernas, entre susurros y apretándose los labios, de lo que llaman   «La criatura del bosque».
Sus ojos son grandes y brillan en la oscuridad de la noche como los de un gato demoníaco.
De entre los blancos colmillos de su gran boca de finos labios chorrea sarro y su aliento huele a muerte.
Su cuerpo está cubierto de piel tan pálida como la luna y se mueve ágilmente entre los árboles tiesos y mudos.
Las renegridas garras de sus manos son como las sierras de un matadero y siempre sabes cuando está cerca pues el aire se inunda de una peste infernal a carne descompuesta.
La historia que acostumbran contar los habitantes más ancianos del pueblo dice que hace tiempo, un hombre vivía con su familia en una humilde cabaña en el medio del bosque.
Cuentan que el hombre estaba preocupado porque un extraño animal acechaba la casa de noche y tenía miedo de que pudiera ser un lobo.
Un día,  puso muchas trampas alrededor de la casa y esperó al anochecer abrazado a su fiel escopeta.
Entonces, esa larga y siniestra noche de un veintitrés de febrero, el viento se hacía eco de los gritos que se oían en la sombría lejanía del bosque.
La policía llegó horas más tarde cuando los gritos cesaron y el pueblo entero permanecía en un expectante silencio sepulcral.
Los restos del hombre y su mujer estaban esparcidos por toda la casa. Les habían arrancado los miembros y rasgado el estómago, sus entrañas adornaban el suelo y los muebles como enormes gusanos que regurgitaban sangre.
Una expresión de miedo, desesperación y dolor se dibujaba en sus caras sin vida.
La mujer miraba a su esposo y éste miraba sin ojos al cielo, con una sonrisa torcida en el rostro.
Quizás, lo más impresionante y horrible a la vez haya sido el estado de los pequeños niños de la familia.
Sus cuerpos estaban medio comidos y el más puro terror se observaba en sus angelicales rostros.
Uno de ellos, el menor, aún estaba vivo cuando llegaron las autoridades.
Mil lágrimas corrían por sus mejillas y se mezclaban con la sangre que brotaba de la cuenca vacía donde antes estaba su ojo izquierdo y caían sobre la cama ensuciando el colchón.
Al ver a los agentes, el niño apenas  alcanzó a mover débilmente sus pequeños dedos en señal de ayuda.
Al final murió. Su cuerpo estaba maquiavélicamente  mutilado para producirle un dolor insufrible pero asegurándole una muerte lenta.
Al cuerpo del otro niño le faltaban varios órganos y también estaba mutilado.
Le habían desgarrado el cuello e introducido un tenedor en la garganta.

«Lo degollé como a un cerdo»

Se leía en rojo en la pared y delgadas líneas de sangre se deslizaban hacia abajo de la escritura.
Más tarde los investigadores encontraron otra inscripción, tatuada  en los cuerpos de las víctimas que rezaba:  «Mato porque es bonito»
Como respondiendo  al interrogante de los pueblerinos de  ¿por qué alguien le haría algo tan horrible a esa pobre y humilde familia?… Porque es bonito.
A los pocos meses cuando los habitantes del pueblo creyeron haber olvidado esos horrores, los niños comenzaron a desaparecer.
No quedaba un solo rastro de ellos, excepto tal vez de algunos muy pequeños quienes eran estrangulados o medio devorados en sus cunas.
En cada cuerpo (Que estaba lo suficientemente entero como para encontrarlo) seguía apareciendo la inscripción «Mato porque es bonito»
Lejos de poder hacer algo, el Sheriff ordenó que todos permanecieran en sus casas, se armaran con lo que tuviesen y no perdieran de vista a sus hijos.
Así transcurrieron varias semanas horribles en las cuales todo el lugar se transformó en un pueblo fantasma, frecuentemente acechado por la bestia que teñía de rojo las inocentes calles del pueblo.
Finalmente, la gente comenzó a dejar de tener miedo. Era hora de hacer algo.
No podían permitirle a la criatura que siguiera alimentándose de sus niños.
Entonces, armados con escopetas, palas, machetes, antorchas y linternas salieron al bosque a buscar a la criatura.
En ese momento decidieron que lo mejor para asegurarse de que la criatura no huyera era incendiar todo el bosque. Y eso hicieron.
Las columnas de fuego se alzaban en el cielo nocturno tan altas como una torre y el calor abrasaba todo el pueblo.
Pero la gente ya conocía ese calor, era el ardor del infierno que les rugía en el rostro y que hervía a su alrededor.
Un infierno en el cual siempre habían vivido pero finalmente,  se estaba acabando y llevándose consigo a la horrible bestia que alguna vez salió de él.
Muchos años después, en ese mismo bosque se levantó una fábrica que quedó abandonada luego de un extraño accidente en el cuál ya nadie sabe bien qué pasó.
Eso fue hace ya sesenta años.
Tal vez la criatura que asesinaba y devoraba niños murió calcinada aquella noche entre las llamas que ardían con la furia, el miedo y la sed de venganza de la flagelada sociedad del pueblo.
Algunos dicen que la criatura no murió… Dicen que fue la responsable del misterioso accidente en la fábrica y que luego de abandonada la convirtió en su guarida y que aún vaga por sus salas y pasillos, esperando por quién sabe qué…
De cualquier forma, los pueblerinos prefieren pensar que la criatura, muerta o no, desapareció de sus vidas para siempre.
Pero es hasta el día de hoy que en las noches más tranquilas y silenciosas, donde no se oye ni el palpitar de un corazón, se pueden escuchar extraños y perturbadores ruidos en las cercanías de la fábrica y ningún hombre, ni grande ni pequeño, se atreve a entrar en ella.
Sea como fuere…
Ya falta poco para el veintitrés de febrero, fecha en la cual apareció la criatura por primera vez.
Te invito a ti, querido lector, si de verdad tienes el valor.
Siéntate un veintitrés de febrero de noche en algún solitario lugar donde haya árboles y pregúntale al viento  «¿Por qué matas?»  y tal vez, una suave brisa, o quizás algo más, te susurre al oído la respuesta…

«Mato porque es bonito.»

 

Creación Propia ( http://www.facebook.com/CreepypastasDeKuraca )

Kuraca

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