La cosa

Hola, para las personas que vayan a leer esto, tienen que creer lo que van a leer; les juro que esto pasó, me pasó hace aproximadamente 3 meses dentro de mi propia casa. En fin, la historia sucedió así:
Eran vacaciones de Diciembre. Mis padres estaban trabajando y yo me quedaba dormido con mi hermana de 18 años hasta que el Sol o la hora nos despertaban. Era una rutina, todos los años pasa lo mismo y la verdad no es nada molesto. Mi hermana y yo dormimos en una misma habitación y tenemos una cama canguro (no la confundan con una litera); hay una gran ventana que deja entrar mucha luz y la puerta deja entrar aún más, así que la noche anterior optamos por cerrar la puerta. Como de costumbre mis padres se fueron a trabajar a las 7:00 A.M. y nosotros nos quedamos dormidos.
-!Oye, despierta¡ Tengo mucho miedo, hay alguien en la casa- murmuró mi hermana en mi oído aproximadamente a las 9:00 A.M.
-¡No molestes! Es el viento,¿qué se yo? ¡ Duérmete!-contesté furioso.
-¡Es en serio!, solo escucha-
Estuve unos dos minutos esperando oír golpes o pasos, pero solo escuchaba el silencio de la mañana. Estuve a punto de reír acerca de la acusaciones de mi hermana cuando escuche un fuerte ruido similar al que hace una puerta al cerrarse bruscamente.
-Es la puerta del frente, ¡te lo dije- dijo mi hermana
-No puede ser, nuestros papás no se habrán ido todavía- le respondí
Mi hermana se veía muy nerviosa, por mi parte, no soy muy valiente pero todavía no tenía miedo.
En ese momento se escucharon pasos. Para ese momento empecé a asustarme un poco, pero seguía atento al ruido que lograba escuchar. Eran pasos lentos y pesados, como si una persona agotada subiera unas escaleras.
-Van a entrar aquí y nos van a matar-susurró mi hermana
-¡ Cállate!-le respondí y me acerqué a ella.
Esperamos 5 segundos y salté de mi cama y me agaché para ver por la rendija que esta debajo de la puerta. Logré ver 2 pies justo donde las escaleras terminaba, y empezaron a avanzar hacía el cuarto de mis padres. Cerraron la puerta lentamente y el silenció envolvió mi casa de nuevo.
Mi hermana estaba muy alterada. Yo tenía demasiado miedo pero estaba tranquilo, nunca es bueno perder el control.
La puerta del cuarto de mis padres (que esta en frente de la de mi cuarto que es el mismo que el de mi hermana) se abría lentamente cada 8 minutos aproximadamente, como si alguien dentro del cuarto la abriera para revisar que nadie llegará y luego la volvía a cerrar, pero no completamente.
Después de aproximadamente 1 hora pasó esto:
-Seguro son ladrones- sugirió mi hermana.
-No son, no escucho cajones cayendo ni vidrios rotos- le respondí
-¿Un fantasma? ¿Duendes?- preguntó ella.
-Es lo más seguro- respondí sin desearlo.
Ahora, realmente lo que me alteró fue que lo que estaba en mi casa fuese un ente sobrenatural, no me preocupaban mucho los ladrones pues siempre he creído que se puede negociar con ellos, pero ¿cómo haces eso con un muerto?. Además mientras estuvimos encerrados, el teléfono sonó una vez, ¿quién era?: En la pantalla solo aparecía un «0».
Otra hora pasó nosotros inmóviles literalmente por el miedo. Tenemos un perro, y es una costumbre del animal ladrar a cualquier cosa que se acerque a la casa. Pero este especial día el perro no había ladrado una sola vez. Pesamos que probablemente estaba muerto, algo que realmente nos entristecía.
Durante esos días, mi abuelo acostumbraba a ir por nosotros pero no lo hacía todos los días. Para ese momento creíamos que el era la única esperanza, pero no llegó hasta las 11 A.M.
Cuando llegó e hizo sonar el claxon pasó esto:
-¡Tenemos que salir ya!- le dije a mi hermana.
-¡NO! ¡NO! ¡NO por favor! Nos van a matar- dijo mi hermana.
-¡Deja de pensar así!- le dije
No le di tiempo de pensar y la jale hacía la puerta.
-A las tres, ¡Vas a correr!-le ordene
Conté hasta tres y rápidamente gire la perilla, mi hermana salió disparada y yo detrás de ella. Bajamos rápido las escaleras y salimos al porche. Vi a mi perro en el patio y me alegre muchísimo. Mi abuelo ya se estaba preparando para arrancar pero se detuvo al ver que estábamos muy alterados. Le contamos la situación y dijo:
-Vamos para arriba, trae al perro- dijo mi abuelo.
Mi perro iba adelante, después mi abuelo y al final yo. Entramos al cuarto de mis papás y todo estaba en orden. No había ventanas ni barrotes forzados ni nada fuera de orden… todo normal.
Ahora, unos días antes de este suceso, encontrábamos limones podridos en mi casa y un día hasta una salamandra negra con la espalda azul. Probablemente pienses que no tienen nada que ver una cosa con la otra, pero tal vez si… eso tu lo decides.

Experiencia propia

AlexPB

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