El Hospital

Sentía que me destruía poco a poco debido a las drogas, entonces me internaron en el mejor hospital de la ciudad, Estaba en rehabilitación, pero, algo extraño sucedió,  había llegado mi familia, mi padre estaba muy enojado conmigo, podía ver en sus negros ojos la maldad hacia mi, me sentía mal por dentro, llego la hora de dormir, obviamente temprano,  y todo le torno algo extraño.

Eran las 3 de la mañana,  estaban todos dormidos, yo estaba lleno de sudor, estaba todo mojado, susurre lentamente: «Daría lo que fuera por salir de aquí, lo que fuera», Una voz grave y ronca aturdió mi cabeza, diciendo: «¿En serio?», Me asuste terriblemente, cerré los ojos e inhale aire profundamente, lo solté,  abrí los ojos y… todo estaba destruido, consumido por la humedad, era de día, pero el reloj marcaba las 3:14 am. Pude levantarme sin dificultad alguna, no tenia puesto el suero y no había nadie, solo escuchaba susurridos de las habitaciones y raros sonidos, aparentemente inhumanos… Lo raro de todo esto, es que no tenia miedo, salí fuera de la sala de rehabilitación, me tope con los pasillos destruidos, la pintura destruida, el suelo con baldosas fuera y los carteles con sangre y letras al revés . Seguí caminando y escuche un llanto muy fuerte, era un hombre, en una habitación cercana… Entre lentamente con un palo en la mano, y vi al hombre dado vuelta, hecho una bola en una esquina con una libreta negra en la mano, toque su hombro con desconfianza y se dio vuelta con una sonrisa de oreja a oreja mirándome con sus ojos terriblemente abiertos y penetrante mirada… Con miedo, golpee su cara con mi palo, pero aparentemente no sufrió daño alguno, corrí rápidamente y me escondí nuevamente en la sala de rehabilitación.

Con mucho miedo, volví a la sala donde golpee a este sujeto, no había nadie,  y me sentí mucho mas perseguido, tome su libreta y leí la primer hoja,  un miedo corría por mis venas, decía en una letra horrible y escrita con bolígrafo sin tinta:  «Date vuelta hijo, sonríe junto a mi» me di vuelta y este sujeto estaba detrás mio, nuevamente golpee su horrible cara, cayo al piso y seguí golpeándole hasta reventar su cabeza, todos sus sesos esparcidos por el piso, me hizo gritar «En que me he convertido…» A pesar de que su cabeza estaba destrozada, irreconocible me dijo con una voz rota y gruesa: «La silla, debe estar en el pasillo, es la silla hijo, la silla…» Golpee nuevamente hasta que se callase, pero no dejaba de repetirlo, cada vez lo decía mas fuerte, me di cuenta que esa voz era la que me había dicho «En serio» cuando todo estaba bien… Me tape los odios y corrí por el pasillo, sentí un fuerte dolor de cabeza y caí al piso… Había una silla de ruedas, mis manos y piernas temblaron fuertemente, me arrastre por el pasillo, y el sujeto me miraba desde el final del pasillo, solo que esta vez, no sonreía, solo miraba con su horrible cara, fijamente, y disfrutaba mi dolor…

Desperté en la sala de rehabilitación, había amanecido, todo estaba normal, o era lo que quería creer, la enfermera estaba dada vuelta, yo sentía el fuerte dolor de cabeza aun y me dolían las piernas de la caída que tuve en mi aparente alucinación, la llame y le dije lo que sentía: «Enfermera, me duele la cabeza, me tiemblan las piernas y las manos, ¿puede llamar al doctor? Ella sin mirarme dijo con voz grave «Claro, pero, yo no soy la enfermera» , Era el extraño sujeto, con su horrible sonrisa fija, grite hasta que me doliera la garganta y cerré mis ojos, cuando los abrí, estaba en casa… Los dolores seguían, me dije que solo fue una pesadilla o un efecto de las drogas, fui al baño, me lave la cara y abrí el botiquín para tomar un tranquilizante, cuando lo cerré, el sujeto apareció detrás mio con su sonrisa y el espejo se destruyo… Quisiera saber quien es, hasta el día de hoy me sigue persiguiendo, hasta cuando no estoy bajo el efecto de las drogas.

Hechos Reales

Gabriel

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