Luna era una de esas chicas “perfectas” de esas que tenían un coeficiente intelectual elevadísimo, Conseguía buenas calificaciones, era popular y sus amigos la adoraban, Tenía un novio perfecto, era guapísima y no había nada que no pudiera conseguir. Yo por el contrario era odiada, me miraban con desprecio incluso un poco de asco, siempre estaba sola, me tachaban de extraña, loca, psicótica, bruja. Y tenían razón.
No me consideraba una bruja ni alguien sobrenatural, no hasta ese día. Fue un jueves, mi día favorito; seguí con mi rutina diaria pero la rutina que seguí no fue normal, Ese día me había despertado con una extraña señal en el pecho, tenía la forma de un atrapasueños, por lo que me pareció muy extraño pero no le di mayor importancia. Siguió pasando el día y el pecho empezó a darme picazón, había casi olvidado lo que vi en mí esa mañana; al cabo de un rato las clases se volvieron asfixiantes para mí, me ardía el pecho, me dolía y quemaba. Al ya no poder soportarlo más pedí al maestro que me llevara a la enfermería. No pasaron ni 2 minutos, cuando estaba llegando a la puerta sentí que alguien me arrastro hasta el suelo. Todos se pararon asustados, me miraban fijamente, unos gritaban y otros estaban estupefactos; les hablaba pero al parecer no podían escucharme. De pronto mis parpados se hicieron más y más pesados, me había quedado dormida…o eso era lo que yo creía. Estuve soñando, era un bosque oscuro, no se alcanzaba a ver mas allá de mis pies, empecé a caminar, no lograba ver lo que tenia debajo de mis pies, sonaban como esas hojas viejas que al pisarlas hacen crack pero era duro y un poco viscoso, seguí caminando pero me di cuenta de que al sonido de mis pasos le acompañaba otro sonido más fuerte. De pronto el frio aumento y caí al suelo, al fin pude ver qué era eso que sonaba debajo de mis pies. Eran huesos, órganos, sangre, todo era repulsivo, pero me di cuenta de que no era de animal; me asuste y rápidamente me puse en pie de nuevo, seguí caminando no sabía a dónde, ni qué camino tomar pero dentro de mi sentía que ese lugar era conocido para mí. Los pasos detrás de mí se hacían cada vez mas audibles, sonare campanas y cadenas, empecé a alterarme, corrí pero no llegaba a ningún sitio; en ese momento grite por ayuda, fue tal vez mi peor decisión. Se escucho el eco de mi voz, se hizo mucho más oscuro y empezó a nevar pero sabía que no era nieve, olía a sangre, a dolor y a muerte.
Mis pasos sin rumbo me llevaron a un parque vacio, me senté y trate de calmarme, divise una pileta a lo lejos, me acerque y quise mojarme la cara, no había agua y de pronto sentí una sed terrible.
-“Solo ordénale que te traiga de beber”-me susurro algo al oído, reaccione dando media vuelta, no había nadie y el lugar seguía completamente vacío; el dolor en mi pecho se hizo más grande, me obligo a acostarme en el suelo.
-“No puedo creer que no me recuerdes”- susurro una vez más alguien en la oscuridad.
Lo siguiente que vi, fue una escena horrible; detrás de la pileta, una criatura alta, negra, devorando a una persona, no pude moverme, tal vez era yo la siguiente me pregunte. La criatura se volteo, no tenia ojos y de su boca sobresalían unos enormes colmillos sangrientos. Voy a morir me dije a mi misma, esa cosa empezó a acercarse a mí, cerré los ojos, y murmure algo que no supe de dónde provino, ni como llego a mis labios.
-“Porque no vamos a jugar Lilith”- eso fue lo que dije, abrí los ojos desesperadamente, buscando a la criatura pero no la vi cerca. Algo respiraba profundamente detrás de mí, me dio miedo voltear, algo me abrazo por la cintura y escuche los sollozos de una pequeña niña.
-“Oh, querida Luna, haz vuelto”- la niña se me hacia conocida. Me aleje de sus brazos, la niña no tenia ojos, ¿era esa niña el monstruo de hace un momento? ¿Luna? ¿Has vuelto? Tenía tantas preguntas en mi mente, de pronto el lugar se aclaro, era un parque al que solía ir en mi infancia, y fue así como lo recordé todo. Lilith era mi amiga imaginaria que no era tan imaginaria. Lilith se quedo encerrada entre dos rocas en lo profundo del bosque, nadie la podía escuchar, ni ver, a excepción de mi. Ella era mayor lo sabía, jugábamos a asesinar a los demás niños en el parque y luego beber su sangre. Lilith me adoraba porque hacia todo lo que me pedía, me dio un poder, su magia. Fui creciendo y me mude de casa, el ultimo día Lilith me dio un atrapasueños, en el que podría contactarse conmigo; todos esos recuerdos los había olvidado y una vez más ese abismo en el que habitaba mi voluntad, no la de la chica perfecta, sino la que guardaba mis oscuros recuerdos me llamaba.
Desperté en la enfermería, todos estaban cerca de mí, preocupados; después de mucho me dejaron sola y Lilith apareció.
-“Necesitamos seguir saciando mi sed”- me dijo- “Te daré un nuevo poder, asesina a las personas cuando estén frente a sus espejos” – después de eso desapareció,Y yo junto con ella.
Creacion Propia
AliceBaskerville_97