En un minuto lo entenderás

Vincent era el menor de tres hermanos. Trabajador y atento, podría decirse que se había ganado el cielo. Su madre, Amelia, padecía de una fuerte depresión gatillada por la pérdida de su esposo y el ausentismo de sus otros dos hijos; pero trataba de rehacer su vida entre pastillas y la cuasi-agradable soledad de su casa.

Vincent pasaba 2 ó 3 veces por semana a visitar a su madre, pero cuando repentinamente la salud de ésta empeoró, las visitas se hicieron diarias. Galletitas con leche, panqueques, jugo de frutas o un pollo asado; todos los días el hijo trataba de hacerle la vida más agradable a aquella señora que le había dado a luz, preparándole cosas deliciosas y conversando al lado de la chimenea.

Para el día de su cumpleaños N° 65, Vincent quiso hacerle un regalo muy especial: un relicario con la foto de ambos en su interior. Amelia lo recibió con lágrimas de felicidad, fue quizás lo más lindo que le hayan dado en la vida. Lo miró durante bastante rato, sonriente, y le dejó sobre su cama.

El día siguiente, Vincent fue, como de costumbre, a visitar a su madre después del trabajo. Al llegar, notó un aire extraño; tranquilo, y su madre, estaba notablemente mejor, al parecer tanto física como psicológicamente.

—¡Se te ve bien hoy, mamá!

—Que bueno que lo notes, mi cielo, que bueno que lo notes —dijo Amelia entre sonrisas.

Vincent se aprestó a ir hacia la cocina para empezar a preparar algo, pero su madre lo paró en seco.

—Hijo, guarda tus energías y dedícate a descansar, has dado demasiado por mí…

—Es lo que debo hacer, mamá. Te amo, me nace y me corresponde.

Amelia sonrió y lentamente se dirigió hacia las escaleras, sin despegar la mirada de su hijo. Vincent, extrañado, la siguió.

—Encontré la solución, pequeño mío, para poder descansar y aprovechar al máximo los espacios de mi casa.

Vincent rió —Para eso hubieras contratado a un paisajista, madre.

—No seas ingenuo, hijo… ¿Me amas? ¿De verdad me amas? —la mirada de Amelia pasó de una sonrisa cálida a una mueca eufórica. Vincent se incomodó un tanto, pero no se distrajo mucho por eso.

—¡Sí te amo, mamá! ¡Y mucho! No me gustaría que te pasara algo, y por eso estoy aquí, para apoyarte y ayudar a mejorarte.

Amelia lentamente caminó hacia su hijo y lo abrazó con ternura.

—¿A qué te refieres con descansar, mamá…?

—En un minuto lo entenderás.

Dicho eso, Vincent vio atónito como su madre, a medida que continuaba su camino, se desvanecía lentamente a manera de vapor hasta no quedar rastro de ella. Inmediatamente se escuchó un extraño ruido desde el segundo piso. Subió corriendo y buscó habitación por habitación.

Triste fue ver la escena de una silla tirada, una viga rota, su madre muerta con la columna partida, una soga alrededor de su cuello y el relicario, con la foto de ambos, reposando sobre la cama.

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jose21

José Idiel Monsalve, nacido un 17 de Noviembre de 1989, se considera un fán acérrimo de la música, los video juegos, la escritura y el deporte. Actualmente como Vocalista de la Banda "Garage", Trabaja en su primera Novela, mientras divide su tiempo entre su trabajo y pasiones.

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53 comentarios

Wow, una historia muy triste, aunque me deja muy intrigada lo que sucedio… era un espiritu?, la madre ya habia muerto, o acababa de morir cuando la encontro?… o quizas estaba entre la vida y la muerte cuando se le presento a su hijo?..
Excelente, Me gusto Mucho… tienes un estilo de escritura muy delicioso, se disfruta mucho. Saludos ^.^

Bueh, como dije más arriba, la tristeza va de la mano con el miedo, no?
Ademas, hay que tratar de variar de ves en cuando 😉
Gracias por tu critica 😀

:-O Muy Buena!!
al momento e dio miedo porque yo tambien me llamo vicente soy el menor de 3 hermanos y mis padres me consideran el mas trabajador de los tres O.o!! :-$:-O

HA! Ya me había acostumbrado un poco a historias más macabras de tu parte, por lo que en cualquier momento espere un giro donde la mujer degollaría a su hijo menor, o le daría a Vicente un guiso preparado a base de sus dos desnaturalizados hermanos que nunca la visitaban, o que se yo. Muy buen relato, al final no es quizá tan triste, la madre iba a estar mejor, y logró despedirse de su hijo. Saludos.

Llevo leyendo creepypastas desde que tengo memoria (aproximadamente 1 hora y cacho) y este es uno de los mejores que he leido (leer estas cosas a la 1:23 am con tu familia dormida y una mente abierta a casi todas las probabilidades de criaturas mitologicas da miedo, es un miedo que no siento desde pequeño cuando tenia pesadillas y a mis 15 años este miedo regresa, bueno prendo tele, Xbox, Modern Warfare 3 y a dormir como bebe)

Pse… no me ha parecido gran cosa, honestamente. Pensé que la historia daría un giro y sería algo más inquietante. Da pena, bastante, es una historia triste, pero para mí esto no es una creepypasta, ya que no he pasado ni miedo ni inquietud excepto en el momento en el que la madre podría hacer algo al final, y es un instante que se rompe con ese final… na… un 5/10 porque está bien escrita.

No le hagas caso a las personas envidiosas…
Así como a varias no les gustó, estoy segur@ que a muchas más personas les encantó tu Creepypasta.
Sigue escribiendo para que un día tus historias sean del agrado de todos.

Muy, muy, muy, muy, muy buenoooooooooooooooooooooooo ! Al final quede leyendolo dos o tres veces mas, con cara de Oh my god :O muy bueno, me encanto la trama y el final, lo que menos me imaginaba era que la madre se suicidara, pensaba que iba a matar al hijo :C pero aun asi, me sorprendio mas y me gustooo !

En realidad me dejo pensativa ;-; no capte el final rápido, culpa mía Pero aún así, me parece un muy buen creepy… Sigue así!

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